El pequeño comercio del casco antiguo de Cartagena sigue en caída tras el cierre de la Librería Centro

Con la desaparición de esta librería generalista, por jubilación, en el centro histórico ya solo queda una de las mismas características, de las muchas que llegaron a poblar las calles en los años setenta y ochenta. Desde que abriera en 1983 siembre estuvo en la calle Santa Florentina, hasta 2016 que fue trasladada a su actual ubicación, en la Plaza Juan XXIII, por «cuestiones de espacio», confiesa Ruiz. Esta pequeña empresaria tiene 71 años y tras varias intentonas de traspasar el negocio, ahora ha decidido cerrarlo y descansar. «Hubo personas interesadas, pero aquello no cuajó. He aguantado seis años, porque me gusta lo que hago, pero ahora ya toca hacer otras cosas», contó a LA VERDAD.

María Ruiz ya tiene cerradas sus puertas al público. Ahora se dedica a recoger los últimos libros que le quedan en las estanterías y a devolverlos a las editoriales. Por su tienda aún están los últimos ejemplares de Historia de Cartagena editado por varias librerías locales, entre ellas la suya y Escarabajal. Ninguna queda ya abierta. Dicen que el cierre de una librería es un desastre cultural, pero ella no lo ve así, porque dice que siempre habrá algún lugar donde comprar un buen libro. Con su adiós, el pequeño comercio sigue en caída libre y en vías de desaparición, al menos en el centro histórico.