Isak enciende la luz y Ortuño concreta la remontada

El único lateral diestro disponible, Carlos Sánchez, esperó turno en el banquillo. También otros extremos, como Ferreiro, Isak, Embaló y Narváez, en una retorcida disposición que al equipo no le hizo sentir cómodo. El Cartagena no encontró demasiada profundidad por ese costado, le faltó precisión en los pases, ideas en tres cuartos de campo y bastante más acierto en las áreas.

El escenario no podía pintar más negro. El Villarreal B pasó por encima del Cartagena en un arranque de partido abrumador, muy llegador y punzante por el problemático carril diestro. En en menos de diez minutos se contabilizaron hasta seis acercamientos amarillos, a cada cual más peligroso. Al final, un grave error en la marca le sirvió a Forés para establecer el 1-0 en el minuto 8.

Para colmo, el equipo repitió la misma falta de acierto en la primera parte. Lautaro tuvo dos ocasiones clamorosas para subir el primero y quitar los miedos. El uruguayo hizo un sombrero en una baldosa para requerir a Iker Álvarez en el mano a mano. Poco después tampoco acertó a rematar dentro del área, con todo a su favor. Estuvo fallón en su debut como titular.

Dos jóvenes veinteañeros agitaron y le cambiaron la cara a un partido con muy mala pinta. La entrada de Isak por Alarcón destapó una versión hasta ahora desconocida del sueco como carrilero; se le vio cómodo, incisivo y colgando centros muy tensos. Tan libre de cadenas que protagonizó una jugada antológica dejando atrás a tres jugadores.

Después de tantas irregularidades, adaptaciones, barreras y lesiones, ver a Isak arrojar tanta luz es una gran noticia. El sueco despejó el camino, mejoró todo a su alrededor y volvió a conectar de maravilla con Hevel. Tampoco es flor de un día Ayllón, una realidad que ya lleva dos goles. El delantero suplente del filial la temporada pasada se lo ha creído. Y de qué manera, para irrumpir con mucha fuerza en el primer equipo; anoche estableció el 1-1.

La remontada albinegra en Villarreal tiene nombre y apellidos. Es el de Alfredo Ortuño, que anoche se sacó de la chistera los dos goles de la remontada con sendos detalles técnicos de mucha calidad. En el 1-1 habilitó a Ayllón con un taconazo en el área pequeña.

Y solo cuatro minutos después apareció de nuevo en acción, para recibir, revolverse, cuerpear a su marca y conseguir el 1-2 con un disparo a la media vuelta. Antes, la entrada de Musto también le dio al Efesé el cemento y la jerarquía que necesitaba.

La victoria del Cartagena es importante por la moral que debe suponer para una plantilla nueva que arrancó con 0 puntos de 9. Que la remontada en Villarreal sea para vestuario y cuerpo técnico el despegue es lo más importante de todo. Un punto de partida para hacerlo bueno el próximo domingo frente al Zaragoza.

A nivel clasificatorio también debe suponer un refuerzo en el aspecto mental. El Efesé duerme fuera de los puestos de descenso, al menos momentáneamente, y pase lo que pase esta jornada ya no será el colista de la categoría. Durante 71 minutos, el Cartagena estaba más que hundido en la tabla, con 0 puntos de 12 y un difícil calendario (Zaragoza, Valladolid y Eibar) por delante. Ver que es posible competir y levantar la losa tiene que ayudar a cambiar las cosas a partir de ahora.