El ‘boom’ que sembró de piscinas la Región de Murcia

El ‘boom’ que sembró de piscinas la Región de Murcia

En la urbanización mazarronera de Camposol, las piscinas conforman un enjambre que, visto desde el aire, deja clara la vocación vacacional y lúdica de las viviendas, que nacieron a finales de los 80 con el objetivo de atraer a la Región de Murcia a compradores de otros países bajo la promesa del sol y el buen tiempo. Allí se concentra la mayor ratio de piscinas por habitante de la Comunidad, que destaca a su vez en el ámbito nacional como la quinta región con más albercas en relación a su población, solo por detrás de Baleares, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Andalucía.

Hay 51.221 piscinas en la Región, 3,3 por cada 100 habitantes, cuando la media nacional se sitúa en 2,7. Casi la mitad de ellas, 25.015, se encuentran en zonas urbanas. Si pudiéramos juntarlas todas en una sola, el resultado contaría con una superficie de dos millones de metros cuadrados, lo que equivale al área de 10.200 pistas de tenis. Y para llenarla serían necesarios 3.000 millones de litros de agua. Así lo revelan los datos extraídos de la sede electrónica del Catastro, que ofrece información detallada de todas las piscinas declaradas, así como su localización.

Con ellos es posible apreciar cómo la proporción se dispara en algunas zonas, como Camposol, donde hay una piscina por cada dos residentes, y cómo sucede lo mismo en otros puntos del territorio regional, en muchas ocasiones, ligado a las promociones enfocadas a extranjeros, una circunstancia que hace que el 12% de todas las piscinas de la Comunidad estén concentradas en las 10 secciones censales con mayor porcentaje de ciudadanos de la Unión Europea y Reino Unido.

Por municipios, si únicamente se tienen en cuenta los que cuentan con más de 10.000 habitantes, Mazarrón es con diferencia el que muestra más piscinas por habitante, con hasta 11,5 para cada 100 personas. Esto se debe, principalmente, al alto número de instalaciones que alberga en sus fincas urbanas, con una ratio de 10,6 por 100 personas. En las fincas rústicas, es Yecla el municipio que ofrece la mayor ratio, con 5,7 para la misma población.

2.000 al año en la ‘burbuja’

Si se buscan las razones que han llevado a la Región de Murcia a contar con una de las mayores densidades de piscinas por habitante de España, es necesario acudir a lo sucedido en la década de los años 2000, cuando se crearon casi el 40% de todas las existentes hoy. Solo en esos diez años, la Comunidad sumó cerca de 20.000 nuevas piscinas, a un ritmo de 2.000 al año.

Fueron tiempos marcados por la explosión del negocio inmobiliario y la edificación de viviendas, urbanizaciones y complejos turísticos, lo que provocó que su número creciera como nunca antes lo había hecho y como nunca se ha visto después.

Aquella actividad inmobiliaria estuvo fuertemente ligada a la expansión del turismo en la Comunidad, lo que contribuyó al aumento de la demanda de propiedades con piscina, siguiendo el mismo modelo de casa unifamiliar que atrajo a los compradores extranjeros de Camposol en los 80.

El pasado 17 de agosto, el jefe de la Unidad Medioambiental de la Arrixaca, Juan Antonio Ortega, compartió en sus redes sociales la vista de satélite de las piscinas de esta urbanización, en una imagen que calificó de «distópica». La crítica, que obtuvo cientos de interacciones, abrió el debate sobre la conveniencia de aglutinar tantas albercas en una región donde el agua escasea, y que este año, además, sufre una severa carestía de lluvia.

El déficit pluviométrico que acumula la Región en lo que va de año es del 46,9%, es decir, ha llovido poco más de la mitad de lo que suele en el mismo periodo según la media histórica, a falta de conocer el impacto de las precipitaciones de la DANA de este fin de semana. Y eso que la situación mejoró notablemente con las lluvias de la segunda quincena de mayo. «Hasta entonces, el déficit se situaba entorno al 93%», señala el investigador del Laboratorio Climatológico de la Universidad de Alicante David Espín.

Aun así, la Comunidad se encuentra en situación de prealerta por sequía, según la clasificación del Ministerio de Transición Ecológica. «Desde principios de junio, el déficit se ha mantenido sin cambios. Aunque otra cosa es el déficit hidrológico –advierte Espín–, porque las reservas de la cuenca hidrográfica del Segura están bajo mínimos históricos, con un 28% de agua almacenada».


Una de las piscinas en altura ubicadas en la zona norte de la ciudad de Murcia.


Vicente Vicéns / AGM


Ortega considera que el número de piscinas es solo el síntoma de un problema mayor: «Tenemos un modelo urbanístico que no tiene como objetivo el acceso a la vivienda, sino crear un mercado inmobiliario que usa los recursos de la naturaleza con una cultura de la basura de ‘usar y tirar’». Ortega alerta de que este urbanismo contribuye, además, «al aislamiento social y pérdida de lo comunitario», al tiempo que quiebra el principio de sostenibilidad.

«Para llenar todas las piscinas de la Región es necesaria toda el agua de 15 días para el suministro de los hogares, lo que es tremendo», señala. Una observación que sostiene al señalar el volumen del agua distribuida a los hogares en 2020, que fue de 150 litros por persona al día.

La falta de lluvias llevó la pasada semana a la Asociación de Consumidores y Usuarios en Red, Consumur, a solicitar a los ayuntamientos de la Región medidas restrictivas «contundentes» como prohibir el llenado de las piscinas en los meses de mayor sequía, como ha ocurrido este verano en otras comunidades.

Por su parte, Asofap, la patronal del sector de las piscinas, defiende que el consumo de agua de estas instalaciones se ha reducido drásticamente en los últimos años. Su director general, Agustí Ferrer, destaca que «el 85% no se vacían nunca gracias al mantenimiento». «Es un mito que obedece a una práctica que antes era habitual, pero que ahora tiene un impacto residual», asegura. Por otra parte, apunta a que se ha detectado un incremento de la instalación de cubiertas, «algo muy importante en zonas muy cálidas como Murcia, porque el 80% del agua que se puede perder en una piscina se va por evaporación».

Tras el ‘boom’ inmobiliario no solo cayó la construcción de piscinas, sino que se inició también un marcado descenso del tamaño medio en las albercas de nueva construcción. Mientras que antes de la crisis la mediana era de 28 metros cuadrados, hoy ha caído hasta los 18. La patronal es muy consciente de esta tendencia. «En la actualidad se construyen piscinas en espacios más reducidos, donde antes nadie se las planteaba», destaca Agustí Ferrer.

En general, las piscinas localizadas en fincas urbanas son más pequeñas que las de las fincas rústicas. La mitad de las urbanas de la Región tienen menos de 28,8 metros cuadrados, mientras que solo el 25% de las que se encuentran en las rústicas están por debajo de esa medida, y donde lo más habitual es que tengan entre 30 y 40. En cuanto a las de mayor tamaño, cabe destacar que, aunque las dimensiones oficiales de una piscina olímpica son de 50 por 25 metros, hay seis que rebasan esta medida en la Región, todas municipales. La más grande está en el centro deportivo de Cabezo de Torres: una piscina más ancha de lo normal con 34 metros (y 50 de largo), mientras que la más larga se encuentra en Los Alcázares con 62 metros (y 25 de ancho).

El Catastro también permite identificar aquellas albercas construidas sobre edificios y conocer la planta en la que se encuentran. Así es posible saber que en la Región hay 156 en altura, de las que solo 12 se encuentran por encima de un tercer piso.

Una de ellas es la de Odiseo, en Murcia, la piscina en voladizo más grande de Europa, ubicada en una quinta planta. Aunque está lejos de ser la más alta de la Región. Esta, de uso privado, se ubica en un lujoso ático en la planta 13 de un edificio de la plaza de España en Cartagena. También lujosa es la que posee una vivienda de Torreciega, en Cartagena, la más grande de todas las piscinas privadas existentes en la Región.

Frente a este modelo de piscinas en casas particulares, hay ejemplos en la Región de la apuesta por las comunitarias, aunque casi todas se encuentran localizadas en zonas de playa, principalmente en La Manga y, una vez más, Mazarrón. En concreto, hay 568. Y destaca la de la urbanización Jardín del Mar de La Manga, que comparten 700 viviendas.

Datos


  • Metodología

    Datos poblacionales y secciones censales son las correspondientes al año 2022. Las piscinas localizadas en fincas rústicas con superficie mayor que 100 m2 han sido consideradas como balsas y excluidas del análisis. Se ha considerado piscina comunitaria aquella que se encuentra en una finca en la que hay más de 20 referencias catastrales. Para calcular la cantidad de agua necesaria para llenar las piscinas se ha considerado una profundidad media de 1,5 metros. El año de construcción de la piscinas se ha estimado como el año de construcción del inmueble de la finca en la que se encuentras según el catastro. Toda la información ha sido analizada con el software libre R y aplicado métodos estadísticos básicos para describir las principales variables de la base de datos. El paquete Leaflet ha sido utilizado para la generación de mapas con base Openstreetmap.

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