Un discurso breve y aplaudido

Poco antes de que López Miras iniciara su discurso, de cerca de 25 minutos, la sesión abrió con la toma de posesión de las diputadas María Dolores Martínez Pay (PSOE), que entra en el Parlamento autonómico tras la renuncia de Francisco Lucas, ahora en el Congreso y que acudió a la cámara acompañada de su esposo, su madre y dos de sus tres hijos.

También tomó posesión como parlamentaria la popular María Luisa Ramón, en sustitución de Luis Alberto Marín, también diputado en la Cámara baja. Esta última tuvo el respaldo, desde la sala de invitados de la Asamblea, de su hermana Marina, su madre María Luisa, su padre Antonio y su esposo. Los cuatro fueron los primeros en llegar y coger sitio en segunda fila, solo por detrás de las butacas reservadas para los alcaldes, entre ellos, la primera edil de Jumilla, Severa González, de las primeras en llegar o el regidor de Ulea, Víctor Abenza.

Los familiares de los diputados, invitados a este sesión de investidura no estuvieron solos en la sala de invitados. Allí coincidieron con los representantes en las Cortes, Francisco Bernabé, Violante Tomás o el diputado por Cartagena, Juan Luis Pedreño, que iba a juego con la chaqueta de la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, la que más expectación causó entre la prensa, tras su anuncio de blindar la zona Oeste de Cartagena contra las explotaciones mineras.

Sobre el pacto con Vox, Noelia Arroyo dijo que es un ejercicio de responsabilidad, pero admitió lo que más tarde dijo López Miras en su discurso: lo mejor es gobernar en solitario, lo más fácil habría sido ir a la repetición electoral y lo más complejo, pactar. Arroyo lo definió a su manera: «Los pactos conllevan riesgos», pero toca ser responsables y no llevar a los ciudadanos a unos terceros comicios que no quieren.

Por los pasillos de la Asamblea se vio al histórico Gómez Fayrén, al ex presidente del Parlamento, Alberto Castillo y al consejero en funciones José Ramón Díez de Revenga, quizás el único que a estas alturas ya sabe que no seguirá como consejero de Fomento, habida cuenta de que tras el pacto PP-Vox, los populares ceden esta cartera a los de José Ángel Antelo.

Por la sala de invitados también se vio a Carlos Abad, del Colegio de Ciencias Políticas, que está preparándose para participar a finales de este mes en un Congreso Internacional de Transparencia, que abordará en Madrid modelos de Gobierno abierto y participación ciudadana.

También acudió a escuchar el programa de Gobierno de López Miras Clemente Hernández, del sindicato ANPE, Juan Antonio Pedreño, de Ucomur, Joaquín Barberá, de Plena Inclusión o Carmen Gil,

Si López Miras ha estructurado su programa de Gobierno en cinco ejes: estrategia de Educación, modernización económica y productiva, simplificación administrativa, medio ambiente, Mar Menor y defensa del Trasvase y la propuesta de un pacto intergeneracional. Sin embargo, en su discurso daba la impresión de que estaba mencionando la cuerda en la casa del ahorcado y de que a su parroquia le gustaba la música de fondo. De ahí los aplausos continuados a la palabra igualdad, violencia contra la mujer o «su compromiso incuestionable con el Mar Menor».

Su discurso fue una declaración de intenciones: habló de igualdad, de gobernar desde la centralidad, con moderación y poniéndole deberes a la oposición a la que retó con un «espero que estén a la altura» y hagan lo que tienen que hacer: oponerse, pero no a los ciudadanos.

Y esto último no sentó bien especialmente a la diputada de Podemos María Marín que le recordó al presidente en funciones que no está en la Asamblea a título personal sino en representación de los ciudadanos. Y se agarró de eso para acusar al PP de comportarse de manera patrimonialista con las instituciones y creer que son solo suyas.

Tampoco gustó a José Vélez, líder del PSOE, que reprochó a López Miras que en tres meses no haya llamado al Partido Socialista para hablar de la gobernabilidad de la Región, dijo sin aclarar que el no lo tenía asegurado toda vez que el propio Vélez reconoció que esa llamada habría tenido algún tipo de sentido antes de que el PP se quedara con la alcaldía ayuntamientos como el de Cieza, donde no fue la lista más votada.

A sus socios de Gobierno, el discurso de López Miras les pareció «suficiente para echar a andar», según explicó Rubén Martínez Alpañez, ascendido a portavoz del Grupo Parlamentario y que fue el único que acudió a la sala de prensa rodeado de los suyos.

También rodeado de los suyos bajaron los nueve diputados de Vox, juntitos y a punto de empezar el debate sin tiempo para ponerse a tiro de la prensa.

En su intervención ante los medios, Alpañez quitó hierro al inicio del discurso de López Miras, cuando el presidente dijo que sigue prefiriendo gobernar en solitario. El diputado de Vox dio por bueno el razonamiento asegurando que también a su partido le habría gustado gobernar en solitario, pero «la realidad derivada de las urnas» les ha llevado a gobernar en coalición. y aunque a López Miras «le ha costado», al final ambos partidos están «perfectamente de acuerdo» en defender la recuperación del Mar Menor o luchar contra la violencia contra la mujer.