La cantera de Moros y Cristianos de Murcia muestra su poderío

La cantera de Moros y Cristianos de Murcia muestra su poderío

Ya lo decía el presidente de la Federación de Moros y Cristianos de Murcia, Javier Arenas: «Tenemos una cantera que empuja muchísimo». Esos jóvenes, todos menores de 14 años, vieron cumplido un sueño este jueves: protagonizaron el primer Desfile Infantil de Moros y Cristianos por el centro de Murcia.

Los integrantes de los grupos moros Almohades, Ibn Amnar ‘Abenamar’, Abú-L-Abbás, Almorávides, Mudéjares, Ibn Arabí, Abderramán II y Abenmardenix; y los cristianos Santa María de la Arrixaca, San Juan de Jerusalén, Infante Don Juan Manuel, Orden de Santiago, Jaime I, Templarios de Murcia y Huestes de Fernando III desfilaron desde la plaza de Santo Domingo por la céntrica calle Trapería hasta la plaza de la Cruz ante un público cariñoso y mayoritariamente de niños.

«Tenemos mucha ilusión de salir solos y poder desfilar con nuestros amigos; será el primero de muchos», aseguró Andrea Campuzano Moreno, de 12 años y miembro de las Huestes de Fernando III. «La motivación de seguir con la fiesta también nos empuja», añadió minutos antes de comenzar la marcha.

En el bando moro Francisco Hernández Martínez de 7 años y su hermano Gonzalo, de 5, salen bajo la bandera del Rey Lobo. «Está muy bien salir sin nuestros padres», dijo, al tiempo que su madre, Carmen María, recordaba que ambos, incluso antes de nacer, ya participaban en la fiesta. Ninguno de los participantes dio señales de nerviosismo.

La banda infantil de El Palmar abrió el camino a quienes con paso firme le siguieron: las banderas mayor e infantil de la Federación de Asociaciones de Moros y Cristianos, seguidas por las abanderadas infantiles de la federación y de las distintas kábilas y mesnadas.

Los bebés, en sus carricoches y vestidos con la indumentaria festera (de moros o de cristianos) también participaron en un desfile que estuvo amenizado por los ballets de Patricia Alarcón y de Carmen Romero. El primero acompañó al bando cristiano y los segundo al moro.

Jaime Sarria y Alma Marín, de 12 y 13 años, integrantes del ballet de Patricia Alarcón, también comparten con moros y cristianos la experiencia de bailar sin mayores, por primera vez en un desfile. «Es muy chulo», manifestaron. Y Valeria López, ataviada, junto a sus once compañeras, con un traje que parecía sacado de las Mil y Una Noches, representando al cuerpo de baile de Carmen Romero, lo tiene claro: «Nos gustaría salir muchas más veces solas».

También participaron, poniendo música en directo al acto, la Unión Musical Guadalupana y La Timba de Abanilla, que cerró el desfile.

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