El Palacio, a punto para el gran baile

Inaugurado en 1994, en 1996 fue la sede de la Copa del Rey y, solo dos años más tardes, acogió el extinto fin de semana de las estrellas de la ACB. Una racha de organización de eventos que impulsó el baloncesto en la ciudad y en la Región y que, hasta estos 16 y 17 de septiembre, no había vivido nada igual.

La Supercopa ha sido, así, la excusa perfecta para remodelar una instalación deportiva a la vanguardia en su día, pero en el pasado desde unos cuantos años. Muchos eran los desperfectos a mejorar, pero en esta recta final de verano y principios de septiembre, todo está listo. El Palacio ha llegado al siglo XXI de la mano de la instalación de una nueva megafonía, la dotación de iluminación led en la pista central, la instalación de un videomarcador central y otros cuatro en las esquinas, la dotación de un sistema de telecomunicaciones (mejora en la que ha participado la ACB) y la renovación de los vestuarios visitantes (el UCAM se encarga del suyo propio), así como del lijado y pulido del parqué de la pista central, tarea que se lleva a cabo cada cierto tiempo. También son nuevas en su totalidad las canastas y el marcador de tiempo y reloj de 24 segundos de posesión instalado encima de las mismas.

La falta de aire acondicionado fue resuelta a finales de la pasada primavera con una instalación temporal que se mantendrá hasta que bajen las temperaturas y llegue una nueva y definitiva.

Algunas de estas mejoras, de hecho, ya han podido ser comprobadas por los aficionados que acudieron al partido de fútbol sala de ElPozo ante el Movistar Inter del pasado sábado, donde los juegos de luces sobre la pista causaron sensación. Las novedades en la iluminación van más allá del terreno de juego, pues la iluminación sobre las gradas ha sido atenuada para un mejor resultado fotográfico y televisivo. También se escucha con mayor nitidez al ‘speaker’ y la animación musical gracias a la nueva megafonía que, unida a la gran joya de la corona que es el videomarcador central (confiada a la empresa murciana CUMA), donde se podrán ver repeticiones del propio partido, hace de la experiencia audiovisual del aficionado una no conocida en Murcia.

No hay entradas

Otra de las grandes preocupaciones que se cernían sobre la seguridad de los aficionados para el fin de semana de la Supercopa se localizaba en los maltrechos alrededores del Palacio, especialmente en los accesos a la instalación. El paso del tiempo ha hecho que se levanten partes del suelo por el desarrollo de las raíces de los árboles a la entrada del Palacio, y muchas de las escaleras de acceso al graderío presentaban grietas y rotos. Alguna, hasta había perdido la barandilla central sobre la que apoyarse para sortear unos peldaños lejos de la uniformidad y que, especialmente cuando cae la noche, se vuelven un peligro por la falta de visibilidad, agudizado en grandes afluencias de público como la que se esperan para un torneo para el que se ha colgado el ‘no hay billetes’.

Estos desperfectos también han sido atajados en las últimas fechas y presentan, aunque no perfecto, un mucho mejor estado del que recordarán los asiduos al Palacio en los últimos partidos de la pasada temporada.

Así pues, se espera un Palacio de los Deportes a la altura de un evento que pretende marcar un antes y un después en el baloncesto murciano, pero también de las competiciones que alberga habitualmente, pues, todas ellas (a falta de la definitiva del aire acondicionado) son mejoras de carácter permanente.

La lluvia no será una amenaza

El pasado 26 de abril, cuando el UCAM actuaba como anfitrión de la trigésima jornada de la Liga Endesa ante el Fuenlabrada, el Palacio de los Deportes vivió uno de los episodios más vergonzantes de su historia, cuando, de pronto, parecía estar lloviendo dentro de la propia instalación.

Una tormenta desatada en el exterior se estaba sintiendo, y mucho, desde dentro. Era la segunda parte de un encuentro sin gran interés deportivo, pues el equipo madrileño estaba ya descendido matemáticamente, cuando la atención se la llevaron las gradas mientras el juego proseguía. Caía agua a chorros, mucha más que la de unas simples goteras, que, para colmo de mal anfitrión, se estaba cebando especialmente sobre la grada oeste, donde se ubicaba la afición rival, que corría de un lado a otro sin saber muy bien dónde colocarse para ver el partido sin mojarse. Incidencia que también afectó a otras partes de la grada, pasillos, cantinas y a la ubicación de los medios de comunicación de radio y prensa escrita, poniendo en peligro equipos y dispositivos informáticos.

Con el aire acondicionado estropeado, y con el fin de que corriera algo de aire, aquel día se decidió abrir las lamas de esta instalación, que fue por donde entró toda el agua, sin prever la tormenta que terminó cayendo aquella tarde. Desde el Palacio, ante la previsión de posibles lluvias fuertes para este fin de semana, aseguran que no habrá peligro de goteras.