Luz verde de Valencia a las obras en el dique de Levante del puerto de Torrevieja

Las obras del dique de Levante ya tienen todos sus papeles en regla. Solo bastaba una firma para que el Ayuntamiento pudiera lanzar este contrato valorado en ocho millones y medio de euros a concurso público. Este jueves el alcalde, Eduardo Dolón, salía del recién reformado edificio de Aduanas, sede de Puertos de la Generalitat en Torrevieja, con el garabato debajo del brazo.

El Ayuntamiento llevaba cuatro años de espera preparando este contrato, que, a raíz de las obras del nuevo centro de ocio del puerto, tuvieron que ser modificadas en profundidad. La modificación más importante es que el nuevo dique, el que según espera el alcalde sea el que marque la historia de Torrevieja en los próximos 20-25 años, estará conectado mediante una pasarela voladiza con los techos del nuevo centro de ocio.

Dolón valoró que el nuevo proyecto nada tiene que ver con el que se planteó inicialmente. Aunque aseguró que realizará una presentación oficial y en detalle de todos los pormenores de la reforma, avanzó que el nuevo paseo tendrá dos nuevos miradores al mar y unas luminarias monumentales de última generación que llegarán en parte financiadas gracias a fondos europeos.

Las estimaciones que maneja el Ayuntamiento es que, si no hay recursos, la licitación de las obras se resuelva en mes y medio. En caso de que alguna de las empresas alegue en contra, la adjudicación, calculó Dolón, se demoraría hasta diciembre. Sea como sea, para entonces el regidor quiere tener todo listo para el arranque inminente de las obras en el dique de Levante. Unos trabajos que, además, deben ir en consonancia con los del centro de ocio.

La previsión del concesionario es que el parking subterráneo entre a funcionar el próximo verano y, de ese modo, acabar con el colapso de tráfico por falta de aparcamiento en temporada alta. Según expresó el CEO de Empresas del Sol, Enrique Riquelme, su voluntad es que tanto el parking como la estructura del nuevo edificio estén terminadas el próximo junio, mientras que la apertura de ese nuevo centro, que operará bajo el nombre ‘Paseo del Mar’, tenga su inauguración en diciembre del año que viene.

Paralelamente, el Ayuntamiento deberá sacar a licitar también la solución urbanística provisional que se está redactando para permitir el acceso al nuevo parking a través de una nueva rotonda frente a la plaza Waldo Calero. Una de las últimas propuestas por la empresa redactora era habilitar un tercer carril en la calle Ramón Gallud de acceso a la calle María Parodi, que sería objeto también de una remodelación. La intención definitiva es generar dos nuevos grandes espacios peatonales junto al paseo Vista Alegre y en todo el paseo de la Libertad.

El encaje del puzle, aún así, será difícil. Por lo pronto este acceso de cara al próximo verano supondrá trasladar parte de las casetas de los ‘hippies’, en concreto, las que en estos momentos se encuentran frente al edificio de Aduanas. Una solución que, defendió el alcalde, será de consenso con los puestos de artesanía.

Tropiezos y caídas

Por su parte, la reforma del dique de Levante era una obra de la que se hablaba de forma recurrente por la multitud de quejas de los viandantes que frecuentan este paseo voladizo para hacer ‘footing’ o sencillamente pasear. Los tablones de madera de este, expuestos a unas condiciones agresivas de elevada humedad y salinidad, a menudo quedaban sueltos, desgastados y con baches e incluso peligrosos agujeros. Elementos que eran a continuación sustituidos por nuevos tablones, cuya diferente nivelación acababa generando multitud de tropiezos y caídas y las correspondientes demandas de indemnización al Consistorio.

En este sentido, la apuesta del Ayuntamiento era sustituir estos tablones naturales por otros fabricados con algún material sintético que incremente su durabilidad. Una virtud que también se valorará del material que se escoja para las nuevas barandillas y luminarias que, en muchos casos, acusan una elevada corrosión.

Presupuesto disparado

Asimismo, los retrasos en la salida a licitación han hecho que el presupuesto del proyecto, pasado por la desbocada inflación de los últimos años, haya elevado sobremanera su cuantía. Cifrada inicialmente en 2017, desde entonces ha pasado de los dos millones a los ocho con la inclusión de las últimas mejoras.

La obra tiene una gran envergadura, puesto que el dique de Levante, que conecta el paseo Juan Aparicio (desde el monumento al Hombre del Mar) hasta el faro de Torrevieja, tiene una extensión 6.230 metros cuadrados de suelo a lo largo de casi un kilómetro y medio de recorrido con vistas a toda la bahía portuaria.

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