Junts y Esquerra apremian a Sánchez y le advierten de que la vía a la investidura no va bien

Junts y Esquerra apremian a Sánchez y le advierten de que la vía a la investidura no va bien

Pedro Sánchez recibe presiones desde todos los flancos. Del PP, de la vieja guardia socialista, de Sumar y de Podemos y de los independentistas. Estos últimos son decisivos para su investidura, se sienten fuertes, a pesar del batacazo electoral y no están dispuestos a ceder con unas negociaciones a la baja.   

Una semana después de la manifestación independentista de la Diada, a pocos días del pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo y en plenas negociaciones para la elección de Sánchez, Junts y ERC, que suman 14 escaños imprescindibles, celebraron este sábado sus respectivos consejos nacionales, desde los que enviaron mensajes al presidente del Gobierno en funciones: tiene que moverse ya, las negociaciones no van bien y se la juega con la amnistía y con el reconocimiento efectivo del catalán. Los socialistas, a través de Salvador Illa, llamaron a la calma.

ERC y Junts, que compiten en la negociación, no han sido capaces de fijar una estrategia unitaria. Pero en esta ocasión presionaron juntos sobre Sánchez para que las conversaciones avancen, si no quiere llevarse «sorpresas».

Junts per Catalunya cerró filas con Carles Puigdemont y su apuesta por negociar la investidura, tras seis años en los que la formación considera que se ha dedicado a resistir. Ahora cree que ha llegado la hora de «avanzar». Los junteros apremian al presidente del Gobierno y le advierten de que no cederán «ni medio milímetro» en sus exigencias. La portavoz del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, avisó de que la formación nacionalista «no aflojará» ni le «temblarán las piernas» ni «rebajará sus demandas». Las exigencias las dejó claras Puigdemont hace casi dos semanas en una conferencia en Bruselas: ley de amnistía como paso previo a negociar la investidura, un mediador, la asunción de la legitimidad del independentismo y que la Constitución no sea el marco que fije el límite de las conversaciones. «Que no se piense que el tiempo le arreglará las cosas», lanzó Nogueras a Sánchez, pues «puede llevarse una sorpresa».

Los de Puigdemont urgen a los socialistas con la ley de amnistía, que debe estar a su entender aprobada antes de la investidura. Estos días ha habido debate entre unos y otros sobre si hay tiempo antes de la votación para la elección de Sánchez, cuyo margen vencería a finales de noviembre. Socialistas y Sumar creen que el lapso es escaso, pero Junts no cede en el este aspecto.

El otro asunto fundamental es el reconocimiento del catalán, tanto en el Congreso, donde ya ha recibido el aval de la Mesa, como a nivel europeo. El martes es el dia que los de Puigdemont tienen marcado en rojo en el calendario. El consejo de asuntos generales de la UE abordará la propuesta española del reconocimiento del catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales de la UE. Hay países que han mostrado ya sus reticencias y hace falta el voto unánime de los 27. «Veremos el nivel de credibilidad del PSOE», según Nogueras. «Y si España se hace escuchar en la UE», presionó. Este es un tema de vital relevancia para los negociadores de Junts, que presumen de que por fin Cataluña «cobra por adelantado». En el partido llevan semanas advirtiendo de que si la propuesta fracasa, se habrán acabado las negociaciones. No obstante, puede que el martes no se adopte ninguna decisión definitiva.

Se la juega

Sánchez se la juega. «Esto no va de encaje, va de nación», avisó Junts el día después de que la cúpula del PNV viajara a Waterloo para verse con Puigdemont. Ha sido la segunda reunión de relevancia hasta la fecha. La anterior fue el encuentro entre la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el expresident.

Esquerra, mientras, avisó de que las negociaciones no van bien. Los republicanos han perdido todo el protagonismo, eclipsados por Puigdemont. La posición de máximos del líder de Junts les obliga a seguir a la rueda. «No vamos bien, no vamos del todo bien», expresó la secretaria general republicana, Marta Rovira. En ERC no quieren encontrarse con una negociación de «último minuto». Rovira, en cualquier caso, dio por «descontado» que habrá ley de amnistía, pues solo falta «acabar de concretarla». A su juicio, PSOE y Sumar ya han «asumido» esta ley de amnistía porque lo firmaron en la constitución de la Mesa del Congreso.

Rovira exigió a Sánchez que «asuma» poner en el centro de la legislatura y de la agenda política la reactivación de una nueva mesa de diálogo, que ahora ya tendría el calificativo de mesa de negociación, para poder abordar la resolución del conflicto mediante un referéndum. Además, ERC reclama un «compromiso» para resolver el traspaso de Cercanías y poner fin al «déficit fiscal».

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