Desde el balcón del Palacio Consistorial bien engalanado y frente una Plaza del Ayuntamiento abarrotada de público, los pregoneros de la trigésimo cuarta edición de Carthagineses y Romanos ensalzaron unas fiestas «únicas en el mundo» e invitaron a vecinos y visitantes «a disfrutar de los actos y desfiles», pero sobre todo «de los diez días de fiestas». En tono jocoso advirtieron: «Al que no guste la bulla que se pille vacaciones». El periodista deportivo Tomás Roncero y el tertuliano futbolístico del programa El Chiringuito de Jugones de Mega, Cristóbal Soria, ofrecieron un animado y enconado diálogo en el que el primero hizo de guerrero púnico y el segundo ejerció de general de una legión.
Ambos lo disfrutaron desde el balcón de un Palacio Consistorial que hizo las veces de soporte para las imágenes proyectadas por ‘vídeo mapping’ y desde el que se lanzó confeti y fuego frío a través de cañones, que sorprendieron al público.
El pregón empezó pasadas las diez de la noche, con más de media hora de retraso, por la acumulación de pequeñas demoras en los eventos que se sucedieron a lo largo de la tarde noche. Comenzaron a las 13.30 horas con la salida del fuego sagrado del puerto de la Isla, en Mazarrón. El Iter Ignis, viaje del Fuego Sagrado, se hizo esta vez corriendo. En el itinerario, la antorcha, portado por una veintena de relevistas, pasó la Cuesta del Valdelentisco, Tallante, Cuesta Blanca, Molinos Marfagones, San José Obrero y la Plaza de España, hasta llegar al Mons Arx Asdrúbalis, en el cerro del Molinete.
Nubes amenazantes
Allí tuvo lugar el encendido, ante un buen número de miembros de tropas y legiones que temieron lo peor por la aparición de una nubes y rayos amenazantes y un viento, que a veces resultó incómodo. El pebetero lo encendió Violeta Yébenes, de Caballería Lusitana. Un espectacular castillo de fuegos artificiales lo anunció a toda Cartagena.
Después, el fuego, se paseó de mano en mano por el casco histórico, con paradas en el Teatro Romano, en la Invocación a la Tríada Capitolina. Hasta allí llegó el fuego sagrado de manos de Javier Gisbert, el presidente del Senado, y de Elena Ruiz, la directora del Museo del Teatro Romano. Allí, trescientos festeros sentados en las gradas, asistieron a un espectáculo de danza y al encendido de otro pebetero, además de disfrutar de un castillo de fuegos artificiales.
Ambos se acordaron del Mar Menor, «un paraíso natural» y se despidieron con un «Viva Cathago» y un «Viva Roma»
Tras ello y ya todos juntos, se trasladaron a la Plaza del Ayuntamiento para asistir al pregón. Allí, durante más de una hora, se sucedieron unos efectos de luz, sonido y pirotecnia muy trabajados y algunas proyecciones por ordenador usando como fondo la fachada del Palacio Consistorial, para recordar la historia de las fiestas. También hubo cuidadas coreografías.
En el escenario colocado frente a las escalinatas y tras presentar a los personajes infantiles, se sucedieron las arengas de los personajes históricos: Aníbal al mando de las tropas y Escipión al frente de las legiones. Antes Juan Manuel Ronda, funcionario del Ayuntamiento, recibió el título de Festero Honoris Causa, en representación de la Concejalía de Festejos. Él colabora con las fiestas desde hace 34 años.
Los asistentes que abarrotaban la plaza, en esta ocasión, apenas tuvieron dificultades para escucharles sin estridencias como en años anteriores, gracias al despliegue técnico realizado. A continuación los principales grupos subieron a escena para presentar sus respetos a los asistentes. Entre las autoridades estuvieron la alcaldesa, Noelia Arroyo; la consejera de Turismo, Carmen Conesa, el delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, y el presidente de la Federación de Tropas y Legiones, José Antonio Meca.
Llegó el turno de los dos pregoneros, que mezclaron en su intervención las loas a las fiestas con abundantes dosis de humor y enfrentamientos que gustaron al público. Uno de ellos fue cuando Roncero dijo: «Carthagineses fundaremos una vez más Qart Hadast, una ciudad que perdurará eternamente». A eso Soria respondió: «No hagáis caso a este elemento, daremos una lección de honor a estos púnicos». En su alocuciones realizaron un repaso a todos los actos y actividades de las fiestas.
«La capital turística y cultural»
Sobre la ciudad, Soria dijo que es «única e inigualable» y Roncero que «es la capital turística, cultura y deportiva». También tuvieron tiempo para el Mar Menor «un paraíso natural que también es otra espinita clavada en vuestros corazones». Ambos terminaron con un «Viva Carthago» y un «Viva Roma».
Tras la ceremonia inaugural, todos los participantes partieron hacia el recinto festero. A las doce de la noche fue inaugurado. Para entonces, la feria ya funcionaba a todo ritmo. Y la música, los banquetes y el buen beber no cesarán en diez días.
A la bici romana le seguirán el izado de la bandera carthaginesa y la fundación de Qart Hadast
La jornada del primer sábado de Carthagineses y Romanos comienza con un recorrido ciclista que partirá desde el campamento y recorrerá las principales calles del casco histórico y la fachada marítima. Será el preludio de una jornada en la que el acto principal es la Fundación de Qart Hadast. Este llenará de público el auditorio del puerto, al atardecer. Todo con la feria a pleno rendimiento junto al Centro Comercial Rambla.
La bici romana partirá desde el campamento y se dirigirá a la Alameda. Desde allí rodeará la Plaza de España para entrar a la Calle Real, el Paseo de Alfonso XII y la Cuesta del Batel, donde hará un alto. Después se internará por la calle San Diego para llegar por Duque, San Francisco, Campos, Jara, Aire y Cañón a la Plaza del Ayuntamiento. Allí habrá otro parón para una foto. Después desharán el camino por las calles Mayor, Puerta de Murcia, Carmen y Alameda hasta el campamento.
Dos mil personas podrán disfrutar, a partir de las 20.30 horas, de la Fundación de Qart Hadast en el auditorio del Muelle, en el puerto. Allí asistirán a la escenificación de la creación de la ciudad púnica.
Media hora antes del inicio tendrá lugar el izado de la bandera carthaginesa, en la Plaza del Ayuntamiento. A la finalización, después de las diez, habrá un pasacalles hasta el campamento. Allí habrá fiesta para las tropas y un concierto gratuito de música: LegadoCT. Actuarán a partir de las nueve de la noche los artistas emergentes locales Elure, Aires de la Calle, Lydia Martín, Hombretuerca y Santi DJ.
Las fiestas de Carthagineses y Romanos van a ser las más accesibles de la historia. La Federación y el Ayuntamiento de Cartagena han tomado una serie de medidas, para que toda la población pueda disfrutar de los festejos. Para ello, habrá un Punto Violeta, un Punto Arco Iris y espacios para personas con movilidad reducida, además de señalética adaptada. Igualmente se usará la lenguaje de signos para los actos. En los conciertos, habrá unas mochilas vibratorias para personas con discapacidad auditiva.
También se instalará en el campamento un punto de información y prevención sobre el consumo de alcohol y drogas, para sensibilizar y concienciar a la población y sobre todo a los más jóvenes. Y habrá espacios reservados en los desfiles y en los actos, para personas con movilidad reducida, señalizado por unas banderolas.
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Enlace de origen : Los pregoneros de Carthagineses y Romanos llaman a disfrutar de diez días de fiesta y de una ciudad «única e inigualable»
