Aníbal e Himilce se juraron amor eterno en uno de los actos más impresionantes y esperados de las fiestas. Es la representación de los esponsales del general carthaginés y la princesa íbera, con la participación de festeros de todas las tropas carthaginesas.
La representación se celebró anoche en el escenario del Muelle de Alfonso XII. El público, ruidoso por momentos, llenó las dos mil localidades habilitadas para asistir a las bodas, en la que intervinieron 230 festeros. Unos y otros aplaudieron con entusiasmo cada gesto de cariño de la pareja, destacados en las dos grandes pantallas del auditorio.
Julio Guillamón y Esther Escolar dieron vida a los personajes protagonistas de la historia, Aníbal e Himilce. En una carambola del destino Guillamón repite como actor principal pero de un bando distinto; hace años encarnó al general Publio Cornelio Escipión al mando de las legiones romanas.
Más de dos mil personas siguieron en directo el espectáculo, en cuyo desarrollo participaron 230 festeros púnicos
El «triescenario», como lo definió el director de la obra, Adrián Quiñones, quedó dividido en varias partes muy diferenciadas según el decorado. La parte izquierda era «la zona de confort» de Himilce. En este lugar la joven habló con su padre, el rey Mucro de Cástulo, jefe de un reino próspero situado cerca de la actual ciudad de Linares, sobre su matrimonio concertado. El enlace permitió al general Aníbal Barca, hijo de Amílcar Barca ‘El Rayo’, proclamado como jefe supremo de las tropas carthaginesas en Iberia, sellar un pacto de amistad con los pueblos de la península.
La parte central de las tablas acogió el primer encuentro entre Aníbal e Himilce, así como el festejo de su unión. Aunque en principio los novios no aceptaron la imposición del matrimonio, nació el amor y la boda se realizó con el pleno consentimiento de ambos ante la aclamación de las veinticinco tropas carthaginesas.
La zona de la derecha fue la más guerrera, en ella «los tres hermanos forjaron su fuerza». Su padre, en un sueño premonitorio, apareció alzado por una cesta elevadora.
Danza acuática
Como novedad, entre el primer y el segundo acto unas bailarinas representaron en una pecera un espectáculo de danza acuática junto a varias acróbatas que realizaron una coreografía aérea.
Tras las bodas, hubo festejos nupciales en el campamento. Allí los visitantes pudieron unirse en matrimonio por los mas diversos ritos púnicos realizados por las diferentes tropas carthaginesas en sus casetas y disfrutaron de la celebración de los príncipes.
La recreación contó con la presencia entre el público del presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, del consejero Luis Alberto Marín y de la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo.
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Enlace de origen : La boda de Aníbal e Himilce emociona junto al mar
