Bellingham revienta el otro muro de Berlín

Bellingham revienta el otro muro de Berlín

Después de aguantar en pie más de 90 minutos sin daños apreciables, el muro que levantó ayer el Union Berlin en el Santiago Bernabéu quedó pulverizado por el incomparable don de la oportunidad que tiene Jude Bellingham. El todocampista inglés, como ante el Getafe, olió la sangre allá donde a casi todos les falta olfato y aprovechó un balón suelto en el área pequeña tras un cañonazo de Valverde para abatir al modesto conjunto germano, novato en la máxima competición continental pero cuyo sacrificio y orden resultaron encomiables.

El cuadro de Urs Fischer ató en corto a un Real Madrid que se mostró romo y sin desequilibrio en una tediosa primera parte. Los blancos tiraron de ardor y fútbol a vuelta de vestuarios y coleccionaron ocasiones, especialmente a través de las botas de Rodrygo y la privilegiada cabeza de Joselu. Pero Ronnow y los palos se confabularon para negarles una y otra vez el paso.

El humilde obrero tenía atrapado en la palma de su mano al gran patrón de la Champions, que corría el riesgo de echar el primer borrón en su inmaculado expediente en estos albores de la temporada. Pero en el último instante apareció Bellingham para darle la Real Madrid una trabajadísima victoria y demostrar, una vez más, que los blancos también son capaces de imponerse a base de pico y pala. El ‘Hey Jude’ está destinado a rivalizar con el himno de la Décima a la hora de acompañar el tránsito del club de Chamartín en la competición que vertebra su historia. Al tiempo.

Real Madrid

Kepa, Lucas Vázquez, Rüdiger, Nacho (Fran García, min. 73), Alaba, Tchouaméni (Valverde, min. 65), Modric (Brahim, min. 80), Camavinga (Kroos, min. 65), Bellingham, Rodrygo y Joselu.

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Union Berlin

Ronnow, Doekhi, Bonucci (Jaeckl, min. 80), Diogo Leite, Juranovic, Tousart (Kemlein, min. 83), Král, Laïdouni (Aaronson, min. 65), Gosens, Becker (Fofana, min. 80) y Behrens (Volland, min. 65).

  • Gol:
    1-0: min. 94, Bellingham.

  • Árbitro:
    Espen Eskas (Noruega). Amonestó a Tousart y Tchouaméni.

  • Incidencias:
    Partido correspondiente a la primera jornada del Grupo C, disputado en el Santiago Bernabéu.

El pleito ofrecía un enorme contraste entre el equipo más experimentado dentro de la máxima competición continental y un novel en el torneo. Pese a ello, la escuadra de Urs Fischer salió mostrando el colmillo. De los germanos provino el primer aviso, abortado por su compatriota Rüdiger. El Real Madrid replicó buscando la pértiga de Joselu. El primer cabezazo le salió manso al de Silleda; el segundo, demasiado esquinado.

Pero el alboroto inicial resultó un espejismo. El Union Berlin, precavido, bajó enseguida el bloque y tejió una tupida telaraña que atrapó a un Real Madrid insípido. A los blancos les faltaba fluidez sin el limpiaparabrisas de Kroos y capacidad para ensanchar el campo, toda vez que ni Lucas Vázquez ni Alaba ofrecen la profundidad y persistencia de Carvajal y de Fran García. El choque degeneró así en un quiero y no puedo para el cuadro de Ancelotti. La estadística al descanso, con un único remate a puerta del catorce veces campeón de Europa, desnudó a un equipo plano y ofuscado.

Tenía mucho trabajo por delante Ancelotti. El italiano, sin embargo, renovó su apuesta por el mismo bloque confiando en que fuese capaz de cambiar de marcha. Rodrygo metió la sexta cayendo con más soltura a banda derecha. Primero filtró un pase tenso al corazón del área que Bellingham no alcanzó por un uñero y después percutió en solitario, aunque se estrelló con la madera en su colada con mayor chispa. Joselu, a pase de Camavinga, también puso a prueba a Ronnow, que pasó del sosiego al sofoco.

Con todo, el muro berlinés apenas presentaba rendijas. Sometido a una intensa vigilancia, Bellingham rumiaba su descontento en el ‘checkpoint Charlie’ y solo Rodrygo y Modric lograban esbozar un cierto rostro desabrido. El paulista volvió a eludir a sus guardianes para meter un centro envenenado a Joselu, que activó los zancos pero reventó el cabezazo contra el palo.

Kroos poda el bosque

Reconfiguró las tropas Ancelotti llamando a filas a Valverde y Kroos, el hilo y la aguja, en un intento de hilvanar mejor el juego. Probó fortuna Modric desde lejos, mas Ronnow metió la manopla. Se aturulló Rodrygo tras un gran envío de Lucas Vázquez que le citaba con el cancerbero. Resistía el cerco el Union Berlin, pese a que la entrada del mariscal Kroos le había cambiado la cara al Real Madrid y los blancos encontraban al fin terreno libre de minas.

Gastó su última bala Ancelotti alistando a Brahim, un agitador con menos minutos de los que merece. Malogró una nueva ocasión pintiparada Joselu, tan participativo como desacertado, y le faltó espacio y oxígeno a Rodrygo para concretar otra internada con más fe que acierto. Pero de una y otro anda sobrado Bellingham, providencial de nuevo para un equipo que se aferra a su pegada para comenzar a soñar con la Decimoquinta en estos tiempos espesos.

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