Cuatro años en el exilio torrevejense

Cuatro años en el exilio torrevejense


Jesús Nicolás

Domingo, 24 de septiembre 2023, 10:43

El Centro Municipal Oriol fue inaugurado por los usuarios y el pueblo de Orihuela siendo alcalde el Excmo. Sr. Monserrate Guillén Sáez. 9 de abril de 2012». Así reza la placa que todavía se conserva dentro del ese edificio del Palmeral donde el tiempo parece haberse detenido en septiembre de 2019. Junto a las imágenes de los coches amontonados por la rambla de Abanilla, la otra instantánea de aquella terrorífica gota fría fue la de los usuarios del Centro Oriol rescatados por los bomberos con el agua al cuello. Cuatro años han pasado de aquel momento que ha quedado grabado en las retinas de los padres. Cuatro años de exilio en el centro Delfina Viudes de Torrevieja y una pregunta: ¿Cuándo sus hijos podrán, por fin, volver a casa?

«Los guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo», dicen desde el Ampa del Centro Oriol, «los damnificados más olvidados de la DANA». 67 personas, 32 de ellas internas, disfrutaban del centro hoy desvencijado. Un hogar ideal hasta el día en que la riada se llevó todo. «Aquel día, no solo se perdieron las instalaciones y sus talleres, también su hogar, su casa, sus pertenencias más queridas, sus recuerdos y lo más duro, todos ellos perdieron una familia», lamentan los padres en una carta abierta.

Exasperados, confían en que las palabras den paso a la voluntad y la implicación institucional. A finales del pasado mandato, el ejecutivo municipal PSOE-Cs elevaba al Pleno una modificación de crédito necesaria para sacar a concurso las obras de reparación del centro del Palmeral. Todos los grupos políticos votaron a favor. Pasados los comicios, el actual gobierno PP-Vox todavía no ha sacado el esperado contrato. «Es difícil comprender que las obras no empiecen si existe un proyecto y un crédito», protestan los padres.

Reclaman al Ayuntamiento que frene el deterioro del centro del Palmeral para no tener que destinar más dinero a su reforma

Los usuarios vienen, además, de atravesar un año complicado. El que sigue siendo su hogar provisional, el Delfina Viudes, fue objeto de obras poco antes de las elecciones, pero los trabajos quedaron a medias. El cambio de manos en la Generalitat, propietaria del edificio, frustró esa reforma ante la firme oposición del Consistorio torrevejense a que este se reformara para albergar un centro de menores como planeaba el Botánic.

Unos trabajos inconclusos que han deteriorado la calidad de vida de sus hoy todavía residentes oriolanos. En una visita conjunta, los alcaldes de Orihuela y Torrevieja, Pepe Vegara y Eduardo Dolón, reconocían en julio que las condiciones distaban de ser las óptimas y censuraban que, en el actual estado, los usuarios acusaban «falta de intimidad». La semana pasada, los padres recibían otro jarro de agua fría. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, visitaba Orihuela, pero bajo el brazo no trajo tampoco la otra gran promesa que esperan: la rehabilitación del antiguo asilo de Orihuela. Comprado por el anterior Consell de Ximo Puig, se prometió que sería su nueva residencia.

El pasado abril, la entonces regidora oriolana, Carolina Gracia, en declaraciones a este diario, explicó que el Ayuntamiento no empezaría las obras en el centro del Palmeral hasta que la Generalitat no hiciera lo propio en el asilo. Todo con el fin, decía, de que el regreso de los usuarios a Orihuela fuera completo.

Sea como fuere, la casa sigue, de momento, sin barrer y la última noticia del asunto llegaba esta misma semana. Pepe Vegara se reunía con la delegada del Consell en la provincia, Agustina Esteve, y del encuentro apenas trascendió una escueta nota. «El alcalde ha dado traslado a la delegada de un listado de cuestiones relevantes que requieren la implicación de la Administración autonómica. Entre estos asuntos, destacan la adecuación del antiguo asilo para poder acoger las dependencias que necesitan el Centro Oriol».

Más palabras mientras el tiempo pasa y la paciencia se agota casi al mismo tiempo que unas instalaciones que, avisan desde la asociación de padres (Ampa), «si se siguen deteriorando, habrá problemas en los créditos dispuestos».

Enlace de origen : Cuatro años en el exilio torrevejense