La plantilla de Navantia se desmarca de los retrasos en la obra del submarino S-81

La plantilla de Navantia se desmarca de los retrasos en la obra del submarino S-81

Las advertencias de la ministra Margarita Robles a Navantia de que no permitirá más retrasos en la fabricación y entrega del primer submarino de la clase S-80, el ‘Isaac Peral’ (S-81), prevista para noviembre, encontraron ayer contestación en el comité de empresa de la factoría naval de Cartagena. En una carta dirigida a la titular de Defensa, los representantes de la plantilla del astillero rechazan las insinuaciones de poner en riesgo «un proyecto que consideramos nuestro cuando somos los primeros interesados en su consecución de objetivos». «Es imprescindible decirle que los trabajadores de Navantia Cartagena no han planteado en ningún caso paros o huelgas para dañar el programa». Y dicen haberse ceñido «única y exclusivamente» al «cumplimiento estricto de nuestro convenio y del Estatuto de los Trabajadores».

Desde comienzos de año, la plantilla de Navantia Cartagena mantiene una huelga de celo con el cumplimiento exacto de sus jornadas de trabajo y la «no colaboración» con la dirección del astillero por los retrasos en el cobro de atrasos, así como la «falta crónica de recursos, una privatización encubierta de la mano de obra directa y un incumplimiento del convenio de referencia». De todos esos problemas, el comité informó por escrito a la ministra de Defensa a finales del pasado mes de enero.

El comité también denunció ante la Inspección de Trabajo los excesos de acumulación de horas que la plantilla propia llevaba ya en enero de este año, así como los excesos de jornadas y falta de descansos en la industria auxiliar que también trabaja en el programa S-80. «Denunciamos –dicen a la ministra– que no se puede, de manera sistemática, programar los hitos del programa S-80 en base a 12 horas contando como días laborales con todos los festivos, vacaciones y fines de semana». Y le dicen que «nos debería preocupar a todos» el impacto que en la salud y seguridad laboral, así como en el producto, tiene la instauración de ese sistema laboral.

Decisión del «Gobierno»

Lo que más ha molestado a los trabajadores es que la ministra aludiera en su última visita a la Academia General del Aire de San Javier a las «protestas de los trabajadores» como un factor que pone en riesgo la entrega del primer submarino en noviembre. Y rechazan que esa responsabilidad recaiga sobre ellos y le recuerdan que quien marca las políticas de la empresa pública es el Gobierno del que ella forma parte.

El comité de empresa denuncia un «claro desmantelamiento» industrial y la «merma» de las condiciones laborales

El comité informa a Robles de que «el problema de Navantia» en Cartagena no es la negociación de un convenio ni está provocado por elecciones sindicales. «Es mucho más profundo y viene gestándose durante los últimos cuatro años, en un claro desmantelamiento de las capacidades propias y acompañado de una merma en las condiciones laborales». Ponen como ejemplo de su teoría la disminución de plantillas y los gastos de personal. Y reclaman un cambio en la dirección de Navantia, tanto en política de empresa como en directivos.

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