Balsámico triunfo de un Real Madrid funcionarial

Balsámico triunfo de un Real Madrid funcionarial

Un Real Madrid funcionarial y justísimo de colmillo sacó adelante el habitualmente tramposo duelo intersemanal ante una roma Las Palmas y sumó tres puntos que le permiten adelantar de nuevo al Barça pero ni mucho menos despejan las dudas que acompañan a una escuadra de bajo vuelo.

Los goles de Brahim, al filo del descanso, y de Joselu, al poco de que comenzase la segunda parte, sirvieron para que el equipo de Carlo Ancelotti firmase un triunfo burocrático frente a un recién ascendido que sigue sin conocer la victoria en el Santiago Bernabéu, derrocha entrega pero carece de pegada y resultó un contrincante manso, precisamente lo que necesitaban los locales para hacer terapia tras el rapapolvo que sufrieron en el derbi del pasado domingo y ponerse en disposición de luchar por recuperar el liderato el sábado frente al Girona en Montilivi.

Para ello, Ancelotti configuró un once que cabe interpretar a medio camino entre la asunción de errores por lo visto en el Metropolitano y la necesidad de repartir esfuerzos ahora que el calendario se empina. Cinco novedades introdujo el italiano, que remodeló los carriles con la inclusión de Nacho y Mendy, situó a Tchouaméni como ancla en un centro del campo de nuevo musculado y reservó por primera vez a Bellingham. Mantuvo, sin embargo, el rombo con Brahim haciendo las veces del inglés. Arriba, Joselu formó dupla con Rodrygo, toda vez que Carletto optó por guardarse en la recámara la bala de Vinicius para la segunda parte.

Real Madrid

Kepa, Nacho, Rüdiger, Alaba (Lucas Vázquez, min. 41), Mendy (Fran García, min. 76), Tchouaméni, Valverde, Camavinga (Kroos, min. 76), Brahim (Ceballos, min. 56), Joselu (Vinicius, min. 56) y Rodrygo.

2

0

Las Palmas

Álex Valles, Julián Araújo, Curbelo, Coco, Sinkgraven (Cardona, min. 46), Javi Muñoz (Perrone, min. 76), Mfulu (Kirian, min. 46), Jonathan Viera (Loiodice, min. 76), Munir, Sory Kaba (Marvin Park, min. 56) y Cristian Herrera.

  • Goles:
    1-0: min. 45+3, Brahim. 2-0: min. 54, Joselu.

  • Árbitro:
    Munuera Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Coco.

  • Incidencias:
    Partido correspondiente a la séptima jornada de Liga, disputado en el Santiago Bernabéu ante 65.017 espectadores.

En el bando visitante, García Pimienta remodeló casi por completo la defensa con la entrada de Curbelo, Coco y Sinkgraven en un once con siete modificaciones sobre el que derrotó el domingo al Granada pero el mismo propósito idiosincrático que guía al conjunto canario desde la llegada al banquillo de un preparador que creció como futbolista y como técnico en La Masia: ser protagonista con la pelota.

El cuadro insular, cuyo porcentaje de posesión tras las seis primeras jornadas solo mejoraban Real Madrid y Barça, presenta, sin embargo, una paradoja: su desempeño defensivo supera, con creces, su capacidad intimidatoria en ataque. En el Santiago Bernabéu, templo maldito para los canarios, repitió el patrón: ánimo propositivo, necesidad de sacrificio en la retaguardia y poco filo en la vanguardia.

Brahim se reivindica

Beneficiado por el carácter recreativo de su adversario, el Real Madrid pisó área con soltura y disfrutó de una cascada de ocasiones en el primer tiempo. Rodrygo, Joselu, Brahim e incluso Nacho asediaron la portería de Álex Valles con tanta fe como ausencia de tino. Sus remates, blandos, centrados o desviados, reflejaron la mansedumbre ofensiva de un equipo que echa de menos atacantes con mucha más malevolencia.

Con todo, el cántaro terminó rompiéndose al filo del descanso a base de tanto ir a la fuente. Lo consiguió Brahim, que tuvo la paciencia imprescindible para acomodar un buen servicio de Lucas Vázquez y desniveló la balanza con un remate que golpeó en un zaguero de Las Palmas antes de besar la red. Los blancos, a los que siguió acompañándoles el mal fario de las lesiones, esta vez con Alaba como perjudicado, se marcharon así a la caseta con un premio merecido solo por su persistencia.

Aligerado por la ventaja, el Real Madrid refrescó ideas en el intermedio y clarificó el panorama al poco de la reanudación. La treta que empleó fue tan simple como la que utilizó el pasado domingo Simeone para sacarle los colores a los blancos: un centro templadito de Rodrygo desde la izquierda que Joselu reventó cruzando a las mallas.

Decidió entonces Ancelotti que convenía darle una alegría a su parroquia con el regreso de Vinicius un mes después de aquella lesión ante el Celta que dejó al Real Madrid sin ganas de fiesta. Privados del fluminense, los blancos son un equipo anodino; con él sobre el césped, adoptan un aire más lúdico, por más que el esquema actual lo encorsete en una posición centrada. Necesitará de su mejor versión Ancelotti ante rivales de mucha mayor enjundia que Las Palmas. No abundan precisamente adversarios tan cómodos como el cuadro canario y este Real Madrid está muy tieso.

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