Puigdemont advierte de que no «malvenderá» el 1-O a cambio de salidas personales

Puigdemont advierte de que no «malvenderá» el 1-O a cambio de salidas personales

El independentismo catalán no renuncia a su pretensión anunciada esta semana de vincular la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno en una nueva legislatura a la celebración de un nuevo referéndum de independencia, amén de lograr la ya repetida amnistía. Sin embargo, este domingo, coincidiendo con la celebración del sexto aniversario de la consulta ilegal del 1-0, sus líderes evitaron referirse directamente a esas conversaciones con los responsables del PSOE y menos aún hablar de la ‘letra pequeña’ referente a las mismas.

Sus intervenciones, no obstante fueron igualmente reivindicativas, en una clara apelación más dirigida a sus bases. Así, el expresidente huido de la Generalitat, Carles Puigdemont, ni siquiera mencionó la amnistía, aunque sí advirtió a Sánchez de que no está dispuesto a «malvender» todo lo que representa el 1-O para el movimiento independentista a cambio de «soluciones personales». Es decir, que se niega a entrar en lo que ha calificado como la «paz autonómica», esto es, una situación que implique renunciar a la vía unilateral, a volverlo a hacer y que suponga pasar página sin más.

Como presidente del Consejo para la República intervino por videoconferencIa en un acto organizado por las plataformas soberanistas en la plaza de Cataluña de Barcelona que congregó unas 4.500 personas. Según Puigdemont, hay actores del independentismo que han tratado en los últimos tiempos de arrinconar todo lo que supone el 1-O, pero considera que esto está empezando a cambiar y por eso llamó a «explorar este camino». «Lo tenemos en nuestras manos, pero depende de nuestra voluntad porque la capacidad la hemos demostrado. Tenemos que hacer lo posible no para una dispersión, sino para una confluencia de voluntades por la independencia, para que el 1-O sea el nervio que determine la acción política», animó.

No hubo tampoco referencias directas a sus rivales políticos, pero al mismo tiempo compañeros de viaje. Hasta ahora el discurso que se manejaba es que había unos independentistas ‘buenos’ (los que se negaban a implicarse en la estabilidad de la política española) y los ‘malos’ (los que apoyaban a Sánchez para que gobernase en Madrid). El giro de guion de Puigdemont, dispuesto a investir al candidato socialista, ha descolocado al movimiento secesionista, que en cualquier caso exhibió este domingo más unidad que en años precedentes.

«La autodeterminación, en el centro»

En esta línea, el actual responsable de la Generalitat, Pere Aragonès, reivindicó desde el Ayuntamiento de Fonollosa (Barcelona) el 1-O e insistió en situar un nuevo referéndum de independencia en la ecuación para la investidura de Pedro Sánchez, en línea con la polémica moción aprobada por el Parlament esta semana e impulsada por ERC y Junts. Según él, hay margen para ponerse de acuerdo en las negociaciones, pero advirtió que cualquier acuerdo debe servir para «avanzar en el referéndum».


Pere Aragonès, en la declaración institucional con motivo del sexto aniversario del 1-O


Efe


En cualquier caso, exigió la amnistía para todos los implicados en el 1-O como paso necesario para que regresen los políticos huidos y para que nadie más entre en prisión por su implicación en el ‘procés’, aunque insistió en que esa medida por sí sola no resuelve el problema. «La autodeterminación debe situarse en el centro de la resolución del conflicto», aseveró.

Aragonès instó además a la unidad del independentismo para hacer realidad un nuevo referéndum, cuyo resultado sea «respetado e implementado». «Lo haremos con toda la convicción, buscando el punto de encuentro que debemos ser capaces de construir», manifestó en su discurso.

La ANC rechaza «mandangas históricas»

Sin embargo, estos acercamientos al diálogo por parte de ERC y Junst no son bien vistos desde la ANC (Asamblea Nacional Catalana ). «No queremos pactos históricos ni mandangas históricas», advirtió su presidenta, Dolors Feliu, en un acto donde reivindicó el 1-O y también la respuesta violenta del independentismo tras las sentencias del ‘procés’ en las algaradas de la plaza Urquinaona de Barcelona.

«Solo queremos la fecha histórica de la independencia», afirmó Feliu. Al mismo tiempo, insistió en que la amnistía es una «trampa» pese a matizar que, si se aprueba en el Congreso, el Parlament debería de inmediato reactivar la declaración unilateral de independencia. «Nuestros diputados están en el Congreso negociando no sé qué», criticó. «La independencia se hace aquí, no en el Congreso», dijo, al tiempo que exigió la celebración de nuevas elecciones territoriales en Cataluña.

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