Las Atalayas, una zona de ocio «degradada y conflictiva»

Las Atalayas, una zona de ocio «degradada y conflictiva»

Lejos quedan ya los tiempos en los que Las Atalayas era una de las zonas señeras del ocio nocturno de la ciudad de Murcia. Discotecas como Viva Murcia o Novo recibían a centenares de jóvenes todos los fines de semana, que elegían esta zona servicios y oficinas, alejada de áreas residenciales, para disfrutar de una noche de fiesta con sus amigos, que podía terminar a altas horas de la madrugada. Sin embargo, este enclave ha ido desapareciendo poco a poco de las preferencias de los más jóvenes, que se han ido trasladando a otros espacios ubicados fundamentalmente en el centro urbano.

Apenas el nombre de ‘Teatre’ resuena ya en la cabeza de aquellos que han conocido mejores épocas de este entorno. Cierto es que hace menos de un año desembarcó en Las Atalayas una nueva sala de conciertos, Mamba, que funciona estrictamente asociada a eventos musicales. Más allá de este estreno, el resto de noticias generadas en este entorno en fechas recientes suelen responder a peleas y agresiones, incluso con arma blanca. «Es un entorno conflictivo y la Policía lo sabe; siempre hay algún coche patrulla rondando por aquí para poder actuar rápidamente en caso de necesidad», comentaba ayer un portero con año de experiencia en los diferentes locales de la zona y que prefería no dar su nombre.

«Es cierto que llegó a ser un punto importante para el ocio en el municipio, pero acabó decayendo y ahora se encuentra bastante degradado», valora el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (Hoytú), Jesús Jiménez. De hecho, apenas algún negocio se encuentra integrado en estos momentos en esta federación murciana. «Nocturno -orientado a un público maduro- sí que está con nosotros, pero el resto está conformado fundamentalmente por discotecas de ambiente latino que, al parecer, no están interesadas en asociarse, como sí ocurría en otros tiempos», puntualizaba Jiménez, que no conoce, por tanto, de primera mano, lo que se ‘cuece’ en esta zona.

Golden y la Fonda Milagros, dos de las establecimientos que se han visto afectados por este trágico incendio, responden a estas coordenadas. Tienen estos un horario regular de apertura durante todos los fines de semana. Aunque con gestores distintos, ambas se encuentran ubicadas en un mismo bloque de naves industriales en la calle Isla Cristina, que comparten con la mencionada Teatre, una de las salas de fiesta más veteranas de este enclave. De hecho, y según confirman fuentes de la Policía Nacional, Fonda Milagros formó parte en su momento de Teatre, pero se acabó desgajando como un negocio independiente.

Sin embargo ‘Teatre’, conocido por su decoración barroca y su estructura de palcos, dejó de funcionar hace un tiempo de manera regular, según confirman fuentes del local, para acoger de manera exclusiva determinados eventos y fiestas privadas a los que se accede con entrada. Las propuestas son variadas, ya que algunas presentan un carácter de fiesta universitaria, otras se vinculan a celebraciones particulares, o llegan asociadas a fiestas ‘remember’ o celebraciones como las del carnaval. Incluso se programan regularmente fiestas conocidas como ‘light’, sin alcohol y orientadas a mayores de 16 años.

Precisamente este domingo tocaba fiesta ‘revival’ en Teatre con DJs ‘Dance’ propios de la década de los 90 y los 2000 como Javi Boss. Hay que recordar que este mismo local ya tuvo que ser desalojado en 2009 al sufrir un incendio ocasionado por unos cables y que afectó al techo de la nave, aunque en aquel momento no hubo que lamentar daños personales.

«Más allá de esto tienes algún local como Kallejón y Dubai, con público también de origen español y magrebí, y poco más, pero es verdad que el ambiente en el entorno está raro», señalaba José Serrano, un joven que refería trabajar ocasionalmente en Golden. No corren buenos tiempos para Las Atalayas.

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