El padre de Leidy Paola, fallecida en Las Atalayas: «Hay que evitar que esto vuelva a suceder»

El padre de Leidy Paola, fallecida en Las Atalayas: «Hay que evitar que esto vuelva a suceder»

Entre el dolor y la indignación. Los familiares de las víctimas del incendio del pasado fin de semana en los locales de ocio de Las Atalayas viven estos días entre el duelo por la pérdida de sus seres queridos y la necesidad de que alguien ofrezca una explicación de lo sucedido. Jairo, el padre de Leidy Paola, una de las víctimas, ya se ha puesto en contacto con los familiares de los otros tres desaparecidos que residían en Caravaca de la Cruz y, juntos, quieren ir adelante para que se esclarezcan los hechos y «evitar que algo así pueda volver a suceder».

Las manifestaciones de solidaridad con las víctimas se suceden a medida que se conocen sus identidades. Los cuatro que residían en Caravaca, lo hacían desde hace muchos años e igualmente sus familias. Para esta tarde, dos colectivos han convocado una concentración en la plaza San Juan de la Cruz, en Caravaca, a partir de las 20 horas, para rendir un homenaje y mostrar el apoyo a los familiares de los afectados en el incendio ocurrido en Murcia, en especial a las cuatro personas residentes en Caravaca.

Está previsto llevar a cabo un minuto de silencio en memoria de las víctimas y gesto de apoyo a sus familiares en estos duros momentos. Según los convocantes, la asociación ecuatoriana Virgen del Quinche y la asociación de Extranjeros del Noroeste, ya han confirmado su asistencia el alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García, y el párroco de la iglesia de El Salvador, David Martínez.

Pendientes de información

Las muestras de solidaridad se mezclan con los consejos que muchos vecinos están ofreciendo a Jairo y al resto de familiares afectados. «No puedo confirmar que vayamos a constituir una plataforma, por ahora estamos pendientes de que nos den toda la información sobre nuestros hijos y esta es la mayor preocupación», comenta Jairo. En sus últimas declaraciones, descartó que el incendio se originase en la discoteca Fonda y aseguró haber visto unas imágenes que mostraban claramente que el fuego comenzó en la discoteca Teatre y que uno de los trabajadores del local intentó apagar el fuego con un extintor. Para Jairo, «independientemente de donde se originó el incendio, no debería pasar estas cosas; porque un centro de ocio es un centro donde la gente va a sentirse segura, no a encontrar la muerte».

En cualquier caso, tanto él como el resto de los afectados cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz. Entres las víctimas también hay una pareja, Rosa y Jorge, que han dejado tres hijos de corta edad.

Apoyo municipal

El alcalde, José Francisco García Fernández, ha expresado todo su apoyo a las familias de los cuatro jóvenes de Caravaca de la Cruz afectadas directamente por este trágico accidente y ha agradecido la labor de todos los profesionales socio sanitarios y de los cuerpos de seguridad involucrados en la gestión de este suceso.

El municipio se encuentra conmocionado por el trágico siniestro, y se suceden las muestras de condolencia con las familias de los cuatro vecinos que permanecen desaparecidos, a la espera de la identificación de los cadáveres.

  1. Un altar para llorar a los ausentes

R. H.


Tres jóvenes encienden velas, ayer, en la zona de Las Atalayas.


Guillermo Carrión/ AGM


Decenas de ciudadanos, sobre todo de origen suramericano, siguen congregándose cada tarde, desde el pasado lunes, en las inmediaciones de las discotecas de Atalayas, de Murcia, en las que murieron trece personas, para expresar su solidaridad a las familias de las víctimas. Este lugar, al inicio de la calle Isla Cristina, se ha convertido en un lugar de peregrinaje de amigos, conocidos y familiares.

En la calzada se ha establecido una especie de altar con velas, flores y banderas de los países de origen de los fallecidos –Ecuador, Nicaragua y Colombia–. En torno a este símbolo, los asistentes muestran sus condolencias en un ambiente de consternación acompañado de música religiosa y rezos. «Soy de Venezuela y, aunque no hay víctimas de mi país entre los muertos, para mí son como mis hermanos. A todos nos une una cultura común. En estos momentos, sentimos el dolor de las familias como propio y debemos estar unidos», explica Rodolfo Montilla.

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