Trucos para ensanchar los zapatos con productos de la cocina

Es probable que te haya pasado: compras un calzado y cuando te lo pruebas en casa descubres que te queda demasiado apretado, y pocas cosas son tan incómodas como caminar con unos zapatos que no son de tu talla. Sin embargo, si te encuentras con este problema de la vida cotidiana, hay trucos que puedes seguir para ensanchar los zapatos y conseguir que vayan perfectos para tus pies.

Probablemente hayas oído hablar del uso de secadores de pelo o meter al congelador el calzado apretado y lo cierto es que funciona. No obstante, no vale para cualquier material. En el caso del secador, el calor solo es efectivo si se trata de cuero o gamuza y siempre hay que prestar atención para que no se estropeen. También sucede con el truco del congelador: se trata de llenar una bolsa de agua, meterla en el zapato e introducirlo durante unas horas. Este remedio se puede usar con zapatillas deportivas o de lona, pero puede ser un peligro para otros tejidos.

Por eso también puedes tener en cuenta otros trucos fáciles de poner en práctica y con productos que todo el mundo tiene en la cocina. Uno de ellos tan solo usa una patata. Consiste en quitar la piel y secar una patata de tamaño grande y colocarla dentro del zapato durante unas 10 o 12 horas. Una vez que la retires, el calzado debe poder manejarse notablemente. Si no funciona a la primera, puedes repetir el proceso al día siguiente.

Otra opción es usar los granos de trigo que suelen utilizarse para cocinar pasteles o tartas. Deberás poner un puñado en un vaso de agua y después llenar la zapatilla con ellos para que el trigo actúe. Colócalo en una zona sin luz directa y, una vez que la humedad agrande los granos, ponte los zapatos todavía algo mojados. Así conseguirás que se amolden a la forma y podrás secarlos después. Puedes seguir este truco con todos los tejidos, excepto el ante.

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