«Si eres madre nunca te podrás poner en modo avión»

Ana acaba de perder a su padre y escribe con compulsión textos que no concluye, Elena pelea por el trabajo que merece y Sofía, la más joven, letrada que llevó la separación de sus amigas, intenta mantener la lucidez. Las tres superan los cuarenta, tienen mucho pasado y un presente intenso. «No se perdonan ni un drama, pero encuentran siempre tiempo para avanzar, reírse y hasta para montar una revolución», dice su creadora.

¿Pueden vivir sin filtros? «Me temo que no. Es un utopía. Solo mi madre opina que, a sus años, puede y decir lo que le da la gana. Para convivir educadamente hay que guardar algunos filtros», admite Bravo. «Poder decir lo que se te pase por a cabeza debe ser muy liberador, aunque hay que pelear ciertas batallas. Levantar los filtros y no callarse», como ocurre en la novela.

La vida en pareja, la enfermedad, el edadismo, el desempleo y sobre todo la maternidad son asuntos que aborda la novela. «Me pregunto cuánto nos han condicionado nuestra madres y cuánto condicionamos nosotras a nuestros hijos, a veces de forma asfixiante». Las protagonistas tiene madres mayores y dispares: la libertaria, la reprochona y la hundida en el duelo, y alguna hija adolescente «a veces insoportables». «Ser madre puede ser maravilloso y terrible a la vez. Si eres madre, nunca te podrás poner en modo avión, pero conozco a unos cuantos padres que sí lo hacen», apunta.

Dedica la novela a las mujeres de su vida, las que, como sus personajes, «lo comparten casi todo: líos, risas, llantos…». «Las mujeres somos sinceras en el sentido más profundo; sabemos hacer autocrítica y mostrarnos vulnerables, y eso hace que te ayuden mejor. Quienes más me han enseñado han sido las mujeres, y a alguna le debo la vida», confiesa la escritora madrileña.

Habla de unas mujeres que se autoexigen mucho «como profesionales, madres, hijas o amigas» y que aún tiene techos que romper. «Oí a una directiva que las mujeres tendemos a aceptar lo que nos dan y no a pedir lo que merecemos, y esa pelea económica, vital y política es la que dan las mujeres en la novela», explica Bravo.

«Nunca he sentido rabia por se mujer, pero si por la injusticia que viven muchas mujeres y por algún comportamiento», dice Bravo, que pone al peor tiempo buen cara y echa mano del humor, «un salvavidas y un diamante en la literatura». «Para Woody Allen, el humor es tragedia más tiempo, pero yo lo necesito antes de que pase el tiempo», dice Bavo, que asegura saber reírse de sí misma. Más optimista que pesimista, tira hacia delante «gracias a la escritura, el humor, la amistad y el saber mirarte en el espejo, conocerte y entender que eres responsable de ti misma»

Licenciada en Derecho y máster en periodismo, Bravo ha desarrollado su carrera en los medios de comunicación y el marketing, ahora como directora general de Comunicación y Relaciones Institucionales de Vocento. Es autora de cinco novelas, relatos para adultos (‘Tres mujeres solas’) e infantiles (‘Los cuentos del Koala’) y ha estrenado dos obras de teatro. A ‘La novia de papá’, llevada a las tablas, siguieron, ‘Una historia de amores’, ‘Las incorrectas’, ‘La piel de Mica’ (que la actriz Clara Asensi llevó al circuito Off Broadway de Nueva York) y ‘Solos’, que se está llevando al cine. Será con actores y directores muy conocidos que no puede desvelar.