La segunda edición del Hermosa Fest despertó con la misma motivación que su predecesora, es decir, la de apostar por la libertad, el regocijo, el baile, la vitalidad, la valentía, el compromiso y la necesidad de encontrar un espacio marcado de manera definitiva por la música en directo donde olvidar las nubes grises que puedan emborronar el cielo y manchar el techo, los problemas del día a día y el eco difuso, pero penetrante, de la rutina oxidada y gris. La teoría estaba clara desde el disparo de salida. Y la práctica, viendo el fantástico ambiente con el que se inició la primera jornada de este esperado regreso, casi que también.
Lo que tiene la energía que se genera de manera grupal es que, aunque uno no deje de intentarlo, no se puede expresar con palabras. Digamos que la expectación e ilusión presentes en el recinto Trips Summer Club, espacio ubicado en La Manga que, al igual que el año pasado, demostró sus comodidades en relación con la distribución de escenarios, barras, zonas de descanso y aseos, se sentían de manera especial. Se notaba en los rostros, gestos, aplausos y vestimentas, incluyendo algunos disfraces realmente logrados, que había ganas de fijar altas temperaturas en términos tanto emocionales como musicales, colaborando así con la particular fiesta sin horarios que tiene montado este otoño con aliento de verano eterno. De hecho, puestos a citar un punto negativo de este reencuentro con el Hermosa Fest, se echó de menos esa brisa fresca que nos acompañó en su estreno en 2022. Aunque ya se sabe que cuando el calor es compartido es la mitad de calor.
En lo que respecta al apartado estrictamente artístico, la primera jornada se abrió con una sesión de Ronda Norte DJ en el escenario Estrella a la que dio continuidad la actuación de María Escarmiento, quien consiguió activar desde el primer momento al público con un despliegue de trap, ritmos latinos y, por encima de todo, hyperpop, género en el que ha logrado situarse como una de las figuras más interesantes gracias a ‘Cosas de brujas’ y ‘Sensación de calor’, sus dos últimos trabajos discográficos publicados.
Un fulgurante arranque para unas tablas sobre las que, además de los grupos y artistas que se dieron cita a lo largo de la tarde y noche del viernes, pasarán viejos conocidos de este evento cultural como La Casa Azul, proyecto liderado por Guille Milkyway, uno de los grandes creadores de galaxias pop de la historia musical de nuestro país, que regresa tras ofrecer el que fue, sin ningún tipo de duda, el concierto más memorable de la primera edición. Junto a él, en la jornada del sábado, estarán los DJs M. Lacroix y David Van Bylen, los cartageneros Nunatak, quienes llegan dispuestos a confirmar que, al igual que en el estudio, su último trabajo (‘Nunatak y la isla invisible’) también resplandece en el directo como el más redondo de su trayectoria hasta el momento, los descacharrantes Ojete Calor, ELYELLA, palabra que es sinónimo de fiesta, y Miss Cafeina, grupo que ofrecerá en el Hermosa Fest una de sus últimas actuaciones antes de tomarse un merecido descanso.
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Enlace de origen : Arranca la segunda edición del Hermosa Fest en un estupendo ambiente de otoño veraniego
