De la dama desvalida a la heroína empoderada: así han evolucionado las ‘Princesas Disney’

De la dama desvalida a la heroína empoderada: así han evolucionado las ‘Princesas Disney’

En una de las escenas de ‘Ralph rompe Internet’, película estrenada por Disney en 2018, la protagonista se encuentra en una habitación con todas las princesas de la factoría, desde la primera, Blancanieves (1937), hasta la más reciente, Vaiana (2016). «Veréis, yo también soy una princesa», les dice Penélope ante la incredulidad del resto. Es Rapunzel quien le hace la pregunta del millón para verificar su condición de realeza: «

que tus problemas se solucionan cuando aparece un hombre grande y fuerte?». Porque en ese caso sí es una princesa.

En ese momento Disney demostró que ya sabe reírse de sí misma. Este 16 de octubre la conocida como fábrica de los sueños cumple 100 años y a raíz de su aniversario ponemos a examen la evolución de sus personajes femeninos y sus principales rasgos de personalidad. ¿Cómo han cambiado las princesas? ¿Lo han hecho acorde a los tiempos o han tardado un poco más? ¿Siguen siendo princesas bellas y desvalidas que esperan al príncipe azul o son ya mujeres empoderadas que se solucionan los problemas ellas solas?

El análisis de las princesas y sus rasgos definitorios abarca a las dieciséis protagonistas de las películas de Disney. Hemos clasificado su aspecto, su carácter, el entorno en el que se mueven y la figura masculina con la que comparten protagonismo. Para apreciar el cambio de valores, hemos utiliza una retícula. Cuanto más arriba estén las características de cada princesa, más tradicional es.

  1. Blancanieves, Cenicienta y Aurora

    Pasivas y resignadas

En 1937 Disney inaugura la figura de la princesa con el estreno de ‘Blancanieves’ y poco después Cenicienta y Aurora, la protagonista de ‘La bella durmiente’, se suman al linaje. Las tres viven en la sombra, aisladas de la sociedad y escondidas para poder sobrevivir y, curiosamente, los villanos son mujeres malvadas (una reina, una madrastra y una bruja) que sienten envidia por la bondad y



la belleza

de las jóvenes.

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En los tres cuentos sobrevuela la idea de la providencia, como si ellas estuvieran abocadas a un destino que no pueden esquivar y del que serán liberadas por un príncipe. Una vez reunida, la pareja vivirá feliz para siempre.

  1. Ariel, Bella y Jasmine

    Curiosas e inconformistas

‘La bella durmiente’ fue un fracaso de taquilla así que Disney tardó treinta años en recuperar a las princesas. Cuando regresan, la segunda ola del movimiento feminista ya se deja notar. Los personajes femeninos de ‘La sirenita’, ‘La Bella y la Bestia’ y ‘Aladdin’ irrumpen con nuevos aires y más ambiciones aparte del amor: tienen ilusión y ganas por aprender cosas y conocer el mundo.

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En cuanto a ellos, en este periodo siguen siendo fundamentales en la historia, pero la figura masculina ya no es perfecta



(la Bestia

es el mejor ejemplo), incluso a veces necesitarán ser salvados por las princesas, lo cual es todo una novedad. El flechazo instantáneo, como ocurría en las películas anteriores, es sustituido por un enamoramiento mucho más realista.

  1. Pocahontas, Megara, Mulan, Tiana y Rapunzel

    Decididas

Dejar de perseguir el amor es uno de los grandes cambios que introduce esta nueva tanda de princesas, aunque continuarán encontrándoselo por el camino. Es decir, la fórmula del final romántico se ve agrietada pero todavía sobrevive. Aun así, las figuras masculinas son menos idílicas, y es que hablar de la evolución de ellas no sería suficiente sin mencionar también las imperfecciones que van ganando ellos: ante una mujer locuaz y atrevida, a veces el hombre se queda



sin palabras.

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En las cuatro protagonistas se puede detectar la inquietud y la ética del esfuerzo. Otra novedad destacable es la presencia de las amigas. Tradicionalmente, las princesas tan solo contaban con la compañía de animales o seres mágicos, pero los personajes de Nakoma en ‘Pocahontas’ o de Charlotte en ‘Tiana y el sapo’ representarán un importante punto de apoyo.

  1. Mérida, Elsa, Anna, Vaiana y Raya

    Independientes y autosuficientes

En esta última etapa, el amor ya no está ni se le espera. Las princesas más recientes tienen otras preocupaciones y casarse o lograr la compañía de un hombre no está entre ellas. De ahí que, en su lugar, se aborden otras temáticas que Disney había desatendido hasta ahora: se priorizan los vínculos familiares (por ejemplo, entre las hermanas Elsa y Anna de ‘Frozen’, o entre Mérida y su madre en ‘Brave (Indomable)’; también hay espacio para la concienciación social en ‘Vaiana’ o para la reflexión sobre la necesidad de trabajar en equipo, como ocurre en ‘Raya y el último dragón’.

El amor romántico solo aparece en ‘Frozen’ con la figura de Kristoff. Pero de una manera natural, alejada de lo clásico. Apoya y ayuda a Anna siempre que ella lo necesita, pero se mantiene en un segundo plano. Y se le ve nervioso cuando quiere mostrarle sus sentimientos. A los príncipes clásicos nunca se les veía dudar, daban por hecho que ellas caerían rendidas a sus pies.

En estos últimos años y de manera deliberada, Disney se ha propuesto derruir



los estereotipos de género

y, excepto soltar suspiros románticos, estas princesas ya hacen de todo. La fantasía ha dejado paso al género de aventuras y acción.

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Poco queda de aquel ser bondadoso e inmaculado que nació con Blancanieves. Disney ha ido renovando el sustrato narrativo de sus películas para dejar atrás las damiselas en apuros y adaptarse a las demandas sociales. Ahora las princesas presumen de virtudes acordes a estos tiempos y también tienen defectos: la obstinación de algunas o la impulsividad de otras las conducen a tomar decisiones equivocadas y a hacer frente a las consecuencias.

En cada estreno nos encontramos personajes más maduros y complejos que a lo largo de cada historia evolucionan sin que el amor sea la meta. ¿Hacia dónde se dirigen entonces? La crisis de identidad o la forma en la que pueden reivindicar



su pasión

son los conflictos internos que las definen. Mujeres, al fin y al cabo, que buscan encontrar su lugar en el mundo.

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