Torrevieja pisa el acelerador para tener concluida la reurbanización provisional del puerto antes del próximo verano

Decía un célebre político socialista de la Transición que «a España no la va a conocer ni la madre que la parió». Era el momento en el que, tras 40 años, un gobierno de izquierdas volvía a gobernar el país. En Torrevieja casi se podría decir que, desde que la dictadura acometió el relleno portuario y hasta que empezaron las actuales obras del puerto, la configuración de las calles adyacentes a la bahía salinera apenas había cambiado más allá de la desaparición del templete del paseo Vista Alegre por la construcción del parking subterráneo. Pues bien, este próximo verano todavía no habrá culminado su radical transformación, pero para ese momento sí habrá un buen aperitivo de lo que está por llegar. Las obras de reurbanización provisional empezarán, según han anunciado este martes, el próximo mes.

Torrevieja necesita pisar el acelerador porque la iniciativa privada aprieta. Ya lo dijo el responsable de la empresa concesionaria de las obras del puerto, Enrique Riquelme. En junio tiene que estar abierto e inaugurado el nuevo parking subterráneo con el que se espera poner fin a los problemas de tráfico del pasado verano. Y, si todo marcha como Empresas del Sol quiere, a finales del año que viene ‘Paseo del Mar’ (así se llama el nuevo centro de ocio) tiene que estar funcionando.

Pero reconfigurar un espacio tan grande no ha sido ni mucho menos sencillo. Han habido, según el alcalde, Eduardo Dolón, hasta tres alternativas para la configuración definitiva y todavía, sin embargo, no está del todo cerrado, aunque sí bastante encarrilado. Por lo pronto, lo que a torrevejenses y visitantes espera será una nueva rotonda en la confluencia de la calle María Parodi y la avenida de la Libertad. Esta permitirá enlazar la calle Ramón Gallud con el espacio del nuevo centro de ocio y su parking. El nuevo vial y acceso, valorados en entre 450.000 y medio millón de euros, continuará hasta el dique de Levante por medio del relleno portuario y como una solución de provisionalidad que permita llegar en coche hasta la nueva lonja de pescadores y el puerto deportivo Marina Salinas.

Por otra parte, está la nueva obra de pluviales que trae al regidor de cabeza. Ya manifestó su preocupación, durante las visitas de altos dignatarios autonómicos a la Aduana, sobre que había que buscar una solución efectiva a la evacuación de las aguas pluviales. Cabe recordar que la antaño preciosa bahía salinera de las fotos en blanco y negro, antes de que quedará colmatada bajo el relleno, estaba en la cuenca vertiente de la rambla de Juan Mateo, un cauce igualmente hormigonado. Hasta no hace tantos años era común ver, durante episodios de fuertes lluvias, terrazas enteras movidas por las avenidas de agua. Esto ya no es así, pero las obras del puerto obligan a ensanchar los colectores y que estos sean lo más efectivos posible para desembocar esos caudales en la dársena portuaria. Eso se hará gracias, detallan desde el Consistorio, a un sistema de evacuación compuesto por tres marcos de 3 x 1 metros cuadrados.

El «paréntesis» de Semana Santa

Las obras de pluviales, así, son tan importantes que, de hecho, tendrán prioridad. Entre noviembre y la próxima Semana Santa es el plazo que se marcan para acometer las nuevas canalizaciones. Una vez pasadas las fiestas y hasta junio es cuando se acometería la nueva rotonda y vial. Así y como se puede apreciar en las recreaciones, los nuevos pluviales se interponen sobre el trazado que seguirá la nueva carretera que atravesará el relleno portuario.

Como ya publicara este periódico, ambas obras, la rotonda y los pluviales, afectarán de lleno a los hippies. Ya sin pelos en la lengua tras las elecciones, el alcalde reconoce que 25 casetas (bastantes menos de las que se estimaban en un inicio) serán desplazadas de su actual posición frente a la recién reformada Aduana para acabar en la parte más próxima al Monumento al Hombre del Mar. Allí se ubicarán los desplazados, de espaldas a sus compañeros de esa zona, o lo que es lo mismo, de cara al antiguo recinto ferial. El equipo de gobierno siempre ha defendido que esta solución es de consenso, de hecho, el primer edil ya se ha reunido con los comerciantes de la zona, con los propios hippies y está pendiente de informar a los feriantes; desde este verano instalados en el lejano parque Antonio Soria, junto al parque acuático y las discotecas.

Aun así, los hippies y los comerciantes, desvela Dolón, le han encarecido un ruego: hay que salvar las ventas de la Semana Santa y el verano. En este sentido, el Ayuntamiento les ha manifestado que las obras harán «un paréntesis» en la semana de pasión y garantiza que antes del verano estará toda la obra provisional concluida.

Todo esto es eso, lo provisional, pero, respecto a lo definitivo, también hay relevantes novedades. No habrá soterramiento total del área a reurbanizar y no concretamente en el paseo Vista Alegre, puesto que soterrar aquello, aparte de sacrificar unas bellas datileras de gran porte, supondría poner en peligro la integridad de los edificios más cercanos. Técnicos municipales, además, calculan que soterrar toda la fachada marítima tendría un coste aproximado de 100 millones de euros, prácticamente el presupuesto anual del Ayuntamiento y, por supuesto, una factura a todas luces inasumible.

Nuevo espacio peatonal

Lo que sí parece seguro es que los accesos definitivos al nuevo parking subterráneo del puerto y al del paseo Vista Alegre sí serán soterrados. El primero será a través de la calle María Parodi, que será totalmente reurbanizada, y el otro por las calle Orihuela y Faleria, frente a las Eras de la Sal. Con esto lo que se pretende es dejar un gran espacio peatonal, precisamente en el mismo lugar donde se construirá la citada rotonda provisional, entre la Aduana y la plaza Waldo Calero.

En este sentido, el alcalde ha manifestado en varias ocasiones que su intención es peatonalizar el máximo espacio posible, pues cabe recordar que esta zona de reurbanización se prevé que quede enmarcada dentro de la futura Zona de Bajas Emisiones. La semana pasada el Ayuntamiento circunscribía esta a los paseos Vista Alegre, de la Libertad, Juan Aparicio y la calle Ramón Gallud.

Asimismo, tras recibir este pasado verano (con el cambio de gobierno autonómico) la ansiada autorización de Puertos de la Generalitat, Eduardo Dolón ha informado de que el inicio de las obras de reforma del dique de Levante se estima para finales de diciembre de 2023 o enero de 2024. La obra que arrastraba años de atraso ha multiplicado su precio hasta casi duplicarlo. El motivo de que se dilatara tanto estribaba precisamente en la construcción del nuevo centro de ocio. El Ayuntamiento ha modificado el proyecto para construir una pasarela voladiza que conecte el paseo de tablones de madera con las plantas superiores de ‘Paseo del Mar’.

La inversión prevista por parte del Ayuntamiento para la ejecución de las obras de ampliación de la red de pluviales existente en calle Rambla Juan Mateo, la ejecución de una rotonda de acceso al puerto, así como la remodelación del dique de Levante, asciende a un global del más de 12,5 millones de euros, a los que habrá que añadir los costes de las obras definitivas de urbanización del recinto portuario y zonas anexas. Cuanto se extenderá después la ‘provisionalidad’ es todavía un misterio.

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