Israel afirma haber «pasado página» en el incidente con España pero alerta de manifestaciones de «antisemitismo»

«Nosotros lo que tuvimos que decir ya lo dijimos», ha señalado al ser preguntada por la cuestión. La embajadora también ha asegurado que su país no quiere «ser parte de la política interna española» y eso es precisamente lo que quiso dejar de manifiesto con su comunicado del lunes, en el que se condenaba «enérgicamente» las declaraciones «inmorales» alinéandose con el grupo terrorista Hamás realizadas por «ciertos miembros» del Gobierno español.

Mientras el Gobierno y la embajada de Israel en España dan por zanjado el choque diplomático la ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, insta ahora a Pedro Sánchez a suspender relaciones diplomáticas con dicho país; aplicar sanciones a su primer ministro, Benjamín Netanyahu; y un embargo de armas, como señalan fuentes de su propio Ministerio.

Belarra hace estas declaraciones en calidad de miembro del Gobierno de España y como secretaria general de su partido, como ha reiterado ella misma, y en un momento en el que ya arreciaban las consecuencias de la contundente nota enviada por la legación israelí en Madrid. En ella se acusaba a «ciertos elementos» dentro del Ejecutivo –en velada referencia a los ministros de Unidas Podemos– de «alinearse» con un terrorismo «tipo ISIS» y se exigía al presidente una denuncia y condena «inequívoca». Lejos de censurar la conducta de miembros de su Gobierno, el Ministerio de Asuntos Exteriores salió en su defensa y tildó de «falsedades» e «insinuaciones infundadas» las acusaciones. Pero al día siguiente, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, zanjó que la dirección de la diplomacia española la conducen el presidente del Gobierno y él mismo.

Albares telefoneó incluso a la embajadora de Israel en Madrid, Rodica Radian-Gordon, para transmitirle que consideraba su comunicado un acto «inamistoso». También aseguró haberle comunicado su «profundo disgusto» y le anunció que publicarían un comunicado de respuesta, como finalmente hicieron.

Belarra considera que España «debería abordar el conflicto con mucha mayor valentía, dado que actualmente ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE» y tacha las acciones de Israel en la Franja de Gaza de «genocidio planificado». Además, ha solicitado al PSOE «la aprobación de sanciones económicas a nivel europeo contra los responsables de estos actos» y la «necesidad» de llevar a Netanyahu ante la Corte Penal Internacional.

«Me parece que es urgente y que España podría hacer mucho más», ha señalado Belarra en una entrevista en Telecinco antes de formalizar su petición a los socialistas, en la que también ha abogado por frenar las exportaciones con Israel. «Ya se hizo en el caso de Rusia y con Israel se está tardando», zanja la ministra.

Posición común

Por ello, la ministra ha llamado a alcanzar una posición común dentro del Consejo de Ministros y, en alusión velada a Sumar, ha asegurado que si estuviera negociando el acuerdo para repetir la coalición del Gobierno se aseguraría de que el PSOE entienda que cuestiones tan relevantes como la política exterior «se tienen que pactar también con el socio».

En este sentido, ha criticado que los socialistas tienen dificultades para entender que el Ejecutivo es una coalición de dos partidos. «Por tanto, no solo el Partido Socialista habla en nombre del Gobierno, sino que también Unidas Podemos habla en nombre del Gobierno», ha recalcado.

Declaraciones que han sido respondidas posteriormente por el minsitro de la Presidencia, Félix Bolaños, que, sin criticar directamente a la líder de Podemos, sí ha reiterado que «la posición de las relaciones exteriores de nuestro gobierno la fija el presidente del gobierno». «El presidente hizo ayer una comparecencia donde dejó claro cuál es la posición de España, cuál es la posición de España dentro de la Unión Europea y eso es lo que desde el gobierno de España estamos defendiendo», ha zanjado.

El ministro socialista defiende que el Gobierno condena «todo tipo de violencia» y «apuesta por la paz a través de métodos diplomáticos». También aboga por no reabrir una crisis diplomática con Israel y centrarse en lo que considera «esencial» en esta cuestión.

El «antisemitismo» de Belarra

Los populares, por su parte, han pedido el cese de Belarra porque «en el Gobierno de España el antisemitismo no debería tener cabida». «Pedro Sánchez, que se tilda de demócrata, debería arrancar el antisemitismo para que no arraigue en el Gobierno», afirma el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons.

En una intervención difundida por Génova tras una reunión presidida por Alberto Núñez Feijóo con sus expertos en política exterior, González Pons hlamentado además las «innumerables víctimas producidas por la destrucción de un hospital en Gaza» y ha dicho que, más allá del debate sobre quién tiene la responsabilidad, la comunidad internacional exige hoy que no se produzcan más víctimas inocentes, que los terroristas abandonen las armas y liberen a los secuestrados, y que Israel «cumpla las normas de derecho internacional y evite víctimas entre la población civil».

El dirigente conservador ha reprochado al Ejecutivo no hablar «con una sola voz» y que sea el único Gobierno de toda la Unión Europea que tiene ministros que «entienden antes la posición de Hamás que la de Israel«. Ha lamentado también su falta de interlocución con Netanyahu y ha vuelto a exigir al presidente en funciones que comparezca en el Congreso para dar cuenta de la posición de España en este conflicto porque »ni cuenta ni se le cuenta, ni está al tanto, ni nadie le pone al tanto«.

La portavoz del PP en el Parlamento europeo, Dolors Montserrat, ha denunciado igualmente desde Bruselas que «España no merece un Gobierno dividido y enfrentado en su apoyo a Israel frente al terrorismo». «Esto sería impensable en cualquier país europeo de nuestro entorno», ha lamentado.