El derribo de parte de la sala Vista Alegre reactiva las obras de la sede universitaria en Torrevieja

Una demolición y un par de excavadoras y no se supo mucho más hasta que el gerente de Agamed, Jorge Ballesta, en una presentación de la balsa de laminación de Doña Inés, confesó que el proyecto para la nueva sede universitaria de Torrevieja debía parar porque pisaba suelo privado de la constructora Travensa. Pues bien, unos meses y una modificación de crédito de 211.893 euros después, parece que las obras, paradas durante más de un año, se retomarán el próximo lunes con el derribo de los aseos de la sala de exposiciones Vista Alegre.

El edificio contiguo y antigua casa del director de las salinas perderá unos metros en favor de la futura sede de la empresa de aguas, que también albergará aulas de hasta tres universidades. El acceso principal, con patio y escalinata, se hará por la calle Concepción. La sala de exposiciones, por su parte, dispondrá de aseos provisionales hasta que se construyan los definitivos en el patio de esta misma dependencia municipal. La parte que se demolerá, incide el edil de Cultura, Antonio Quesada, no está protegida, sino solo las fachadas originales del edificio. También aclara que la afección sobre este inmueble ya estaba prevista en el proyecto inicial.

La iniciativa, según el proyecto presentado en enero de 2022, contempla un edificio sobre una parcela de propiedad municipal de 487 metros cuadrados. Sótano, planta baja y primera planta serán para ubicar la sede de Agamed. Mientras las plantas segunda, tercera y el ático irán destinados a uso educativo.

El alcalde ya adelantó que tanto la Universidad de Alicante, como la Miguel Hernández y la UNED estarían dispuestas a instalarse en este edificio, que pasaría a ser íntegramente de propiedad municipal pese a que las obras las costeará la empresa de aguas participada en un 74% por Hidraqua y en un 24% por el Consistorio.

Agamed tendrá concesión para la explotación del edificio por los próximos cinco años (hasta 2028) y le permitirá ahorrar cerca de 100.000 euros por las oficinas que mantiene alquiladas en la calle Caballero de Rodas. No obstante, existen dudas de si, en ese tiempo, la mercantil será capaz de amortizar la inversión

Cuando las obras quedaron paradas, el alcalde Eduardo Dolón (PP) explicó en motivos técnicos el retraso en el inicio del proyecto, en concreto, por el aumento de precios y dificultad de abastecimiento de suministros. La puesta en marcha de la nueva sede universitaria se había anunciado para el arranque de este curso.

La sentencia de 2008 que afectaba a parte de los terrenos (unos 43 metros cuadrados) sobre los que se proyectó el edificio inicialmente son propiedad de la constructora Travensa, actual dueña del antiguo cuartel de la Guardia Civil, que limita por el interior de la manzana con la sala de exposiciones y la futura sede universitaria. «En las próximas semanas el Ayuntamiento va a hacer efectiva la compra del suelo que necesita para el desarrollo del edificio y conforme a la modificación presupuestaria aprobada, que se hará efectiva en los próximos días», inciden fuentes municipales. El exalcalde Pedro Hernández Mateo intentó hacerse con el antiguo cuartel, pero finalmente Travensa se lo quedó. La promotora quería construir ahí apartamentos, pero el Ayuntamiento optó por proteger el edificio.

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