Sábado, 21 de octubre 2023, 21:54
La ciudad de Cieza rememoró este sábado su fiesta grande, su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional. Lo hizo a través de la procesión magna que puso en la calle la Cofradía de San Pedro con motivo del 75 aniversario de la llegada de su imagen titular. La estrenó en el año 1948 tras ser esculpida por el imaginero malagueño Francisco Palma Burgos. Más de medio millar de personas, pertenecientes a las 18 cofradías, participaron en este desfile que, además del paso de San Pedro Apóstol, contó con la presencia de otros tres más de su propiedad: Santa María de Cleofás (Mariano Spiteri Sánchez, 1991), Las Santas Mujeres camino del Sepulcro (Antonio Bernal Redondo, 2010) y el Santísimo Cristo de la Expiración (Antonio Jesús Yuste Navarro, 2013).
El cortejo se inició en la Casa Museo de la Semana Santa, desde donde partieron todas las imágenes, hasta llegar a la plaza Mayor, siguiendo después por el itinerario tradicional en el casco histórico y atravesando calles como San Sebastián, Mesones y Cadenas, entre otras. La procesión ofreció imágenes inéditas, como la integración de estas cuatro imágenes en una sola procesión. Además, la participación de otras cofradías con sus túnicas ofreció al espectador una policromía diferente a la homogeneidad que suele haber en las procesiones de Semana Santa.
Los cuatro pasos estuvieron acompañados por las agrupaciones musicales Sones de Pasión, No tenemos prisa, Tal y cual y Averroes de la OJE de Cieza. El cortejo lo cerró una representación de la Junta de Hermandades Pasionarias, nazarenos llegados de Archena y Totana, los presidentes actuales de las dieciocho cofradías y otros del pasado y una representación municipal encabezada por el alcalde, Tomás Rubio, y las concejalas de Semana Santa, María Turpín, y de Turismo, Amparo Belmonte.
Los primeros pasos para la creación de la Cofradía de San Pedro se dieron en Cieza a principios del siglo XVIII, contando con una primera imagen a mediados de esa centuria. Sin embargo, no sería hasta finales del siglo XIX cuando se encargaría una segunda talla al escultor Joaquín Eusebio Baglietto. Esta imagen se encontraba custodiada en la ermita del Santísimo Cristo del Consuelo pero fue quemada, junto al resto de tallas religiosas y el propio templo, durante la Guerra Civil. Tras la incertidumbre de esos años, los cofrades se unieron de nuevo dando lugar a la actual imagen que ya acumula tres cuartos de siglo entre los ciezanos.
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Enlace de origen : Sones de pasión para el otoño en Cieza
