La espada priva de trofeos a Ureña en Chinchón

Una de los tradicionales eventos del final de temporada en España, el festival benéfico de Chinchón, que se celebra en el ruedo instalado en el incomparable marco de su Plaza Mayor, cumplía cien años, desde que en 1923 Marcial Lalanda organizara el primer festival a beneficio del Asilo de San José. Se llenó la plaza al reclamo de un buen cartel, en el cortaron oreja Diego Urdiales y los novilleros locales Aitor Fernández y Álvaro de Chinchón. Pudieron ser más trofeos, pero el mal uso de los aceros lo impidió.

Se lidiaron seis novillos toros de Núñez del Cuvillo, bonitos. Abrió plaza Uceda Leal, con una faena ortodoxa, de formas clásicas ante un novillo al que le faltó fuerza. Saludó una ovación.

Noble fue el novillo que correspondió en suerte a Diego Urdiales. Lo aprovechó el de Arnedo que toreó muy puro y dibujó pasajes al natural de mucha torería, como piso en los estupendos trincherazos. Paseó una oreja.

Perdió el trofeo Ureña tras pinchar con la espada y fallar con el descabello. Toreó con galanura a la verónica, manejando muy bien la capa. Con la muleta toreó con aplomo, temple y largura, llegando mucho a la grada en dos circulares completos. Saludó la ovación del público.

Alejandro Marcos, que sustituyó a Cayetano, firmó una gran faena al cuarto, el novillo más completo. Fur faena de buen gusto emborronada con la espada. Saludó la ovación.

Los novilleros locales Aitor Fernández y Álvaro De Chinchón pasearon una oreja cada uno. Aitor estuvo en novillero, apostando e iniciando su faena de rodillas. Álvaro mostró muy buenas maneras y una mano izquierda más que interesante.

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