Arancha antes de morir a dentelladas: «¡Mamá, que vienen los perros!»

Arancha antes de morir a dentelladas: «¡Mamá, que vienen los perros!»

«¡Mamá, que vienen los perros! ¡Vienen a por mí! ¡Auxilio! », fueron las últimas palabras de la enfermera de 27 años Arancha Corcero Girón al teléfono antes de morir a dentelladas por una jauría de perros pastores en un camino rural no muy alejado de la capital zamorana.

Al otro lado de la línea telefónica estaba su madre, quien, tras cortarse la llamada, acudió corriendo al lugar por donde solía pasear su hija, muy deportista y aficionada a largas caminatas, en el límite municipal entre Roales del Pan, La Hiniesta y Cubillos. Pero no pudo hacer nada. El 112 solo pudo certificar su fallecimiento. Murió «destrozada», en palabras de David García, el alcalde de Roales, donde vivía la fallecida.

En realidad, explican fuentes de la investigación, la enfermera, de poca envergadura, poco pudo hacerse para defender de los canes, una vez que éstos iniciaron su ataque. Los perros eran de enorme envergadura, como suelen ser estos animales que en ocasiones tienen que enfrentarse con los lobos. Además, ese día, desgraciadamente, Arancha no salió a pasear, como otras veces hacía, con el husky siberiano de la familia, que podría haberla defendido o, al menos haberle dado tiempo para escapar.

Ahora, el pastor y dueño de los perros se puede enfrentar a cargos por un homicidio imprudente. Y es que los cinco animales que atacaron a la enfermera del Centro de Salud de Corrales del Vino estaban sueltos y sin supervisión de su propietario, según informó este martes la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.

La investigación de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo del caso, ha revelado que el propietario en ningún momento intervino para frenar el ataque porque no estaba ni siquiera en los alrededores de la explotación ganadera ovina que regenta.

Según las pesquisas del instituto armado, los perros que participaron en la muerte de la mujer fueron tres mastines de gran tamaño y dos pastores leoneses, (también llamados de carea leonés o perro de Aqueda). La jauría también la componían dos cachorros de menos de un mes de una perra pastor de careo, que no habrían participado directamente en la agresión. Todos los canes se encuentran ya en cuarentena y será la autoridad judicial, ante la que hoy estaba previsto que declare el pastor -(un ganadero de La Hiniesta) que se negó a prestar declaración ante la Guardia Civil- la que decida la suerte de los animales.

Identificados y vacunados

La delegada del Gobierno precisó que cuatro de los perros sí estaban identificados y vacunados correctamente, pero el quinto no, y se investiga si, por su edad, no tenía obligación todavía de tener chip.

Los canes, según vecinos de la zona, ya habían provocado problemas en otras ocasiones a paseantes que transitaban por las inmediaciones de la explotación ganadera.

El suceso que acabó con la vida de la chica tuvo lugar a las 18:20h del lunes, cuando la joven de Roales del Pan iba sola de paseo por un camino de concentración en el vecino término municipal de La Hiniesta.

A la mujer le dio tiempo a avisar su madre de que se le acercaban los perros pero cuando la mujer llegó al camino su hija ya había sufrido el ataque.

Los sanitarios desplazados al lugar de los hechos sólo pudieron confirmar su fallecimiento. Este martes se le realizó la autopsia en Zamora.

Hasta Roales del Pan desplazaron psicólogos de la Junta de Castilla y León para atender a los padres de la víctima, con los que residía en esa localidad zamorana de un millar de habitantes, situada a seis kilómetros de la capital zamorana.

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