El regreso soñado de Jenni Hermoso

El regreso soñado de Jenni Hermoso

El mejor remedio para alejar del foco mediático las polémicas fuera del terreno de juego es el de encadenar triunfos. Victorias ante el ruido cada vez más lejano en la España femenina que dirige la indultada Montse Tomé. La campeona del mundo volvió a demostrar ser un equipo que pelea, atrae y conquista territorios para repetir fuera de nuestras fronteras que son las mejores. Un equipo que convence con su fútbol del mismo modo que lo hace en su lucha por ser altavoz social en la batalla que bregan por la igualdad.

Ante una Italia encerrada atrás y renovada, a la que jamás se le había ganado en su feudo, selló una España con paciencia e insaciable un pleno de éxitos que mantiene intacto el sueño de los primeros Juegos Olímpicos para el fútbol femenino nacional. A la décima fue la vencida. Rompió el maleficio de tierras transalpinas un zurdazo reivindicativo de Jenni Hermoso, que cuando está en el campo es pura sonrisa y se estrenaba con la elástica de campeona desde el caos del ‘caso Rubiales’. Emergió para salvar a España cuando el duelo estaba listo para el empate y así sacarse la espina del protagonismo involuntario y desagradable que ha sufrido a raíz de lo ocurrido tras la conquista del Mundial y el ruido del #seacabó, que provocó una revolución en la Federación Española de Fútbol con el impulso de este movimiento global contra el machismo.

España volvió a estar sobrada de posesión y así se suele sentirse cómoda sobre el verde, siempre y cuando esto no se traduzca en un estéril control como ha ocurrido en alguna otra ocasión. Aitana Bonmatí, a las puertas de conquistar, salvo sorpresa mayúscula, el Balón de Oro en la gala del lunes en París, apareció con criterio dejando sus destellos como brújula hasta llegar a Lucía García o Mariona Caldentey en el extremo. Giuliani negó por partida doble el estreno en el marcador, primero a la favorita de heredar la corona de Alexia en la gala del Balón de Oro, y después a la que es desde hace unos días máxima realizadora del Barcelona.

Italia

Giuliani, Bartoli (Giacinti, min. 90), Lenzini, Linari, Boattin, Di Guglielmo, Caruso, Galli (Bergamaschi, min. 73), Bonansea (Cambiaghi, min. 72), Bonfantini (Glionna, min. 61) y Girelli (Greggi, min. 73).

0

1

España

Coll, Batlle, Aleixandri, Codina, Carmona (Hernández, min. 79), Abelleira (Gabarro, min. 94), Putellas, Bonmatí, Lucía García (Athenea del Castillo, min. 46), Esther González (Salma Paralluelo, min. 46) y Caldentey (Jenni Hermoso, min. 66).

  • Gol:
    0-1: min 89, Jenni Hermoso.

  • Árbitro:
    Alina Pesu (Rumanía). Amonestó a Abelleira y Jenni Hermoso.

Cata Coll voló para evitar el susto transalpino en un córner mientras La Roja continuaba coleccionando ocasiones sin fortuna. Se antoja difícil atacar a un equipo cerrado con una apretada línea de cinco y sin muchas ganas de ir hacia arriba, así que las campeonas del mundo dieron la impresión de bajar algo la intensidad poco antes del descanso. Aitana se erigió en la líder del juego y se echó el peso de España a sus espaldas. Recuperaba el balón, lo distribuía y llegaba al área. Aun así el equipo era incapaz de traducir su manifiesta superioridad en el marcador.

El estilo es de las cosas que nunca se discute, y desde el inicio el equipo llevó la iniciativa y trató el esférico como si fuera suyo. Con paciencia, diferentes alternativas y recursos buscaba el camino hacia el gol. Ya fuera por la izquierda con las internadas de Olga Carmona, por la derecha con subidas de Batlle o introduciendo algún balón para Esther en la punta de ataque. No había forma de meterle mano a un bloque tan férreo como el de Andrea Soncin, nuevo conductor de la azzurra tras el reemplazo de Milena Bertolini, que se desentendía del esférico y confiaba su suerte a algún error del rival o jugaba a balón parado.

O agitaba el avispero España o el duelo se vería abocado al empate. Lo hizo con cambios como la entrada de la velocísima Salma Paralluelo y Athenea del Castillo para buscar más profundidad en las bandas. Las llegadas se sucedían pero los perdones de las de Montse Tomé daban alas a una Italia que con el paso de los minutos tenía el duelo donde quería. Las locales entregaban descaradamente las llaves del partido a España, que daba entrada en el terreno de juego a la esperada Jenni Hermoso, que se puso la elástica con la estrella de campeona tras la profunda crisis abierta a raíz del beso no consentido de Luis Rubiales.

No tuvo mejor retorno la atacante del Pachuca mexicano y máxima anotadora histórica de La Roja femenina, que como el resto de jugadoras insisten en pasar página, poner el foco en el fútbol y que el protagonismo regrese solo al césped. Ya más alejada de los focos, la delantera de Carabanchel aprovechó un rechace de la guardameta Giuliani tras una clara ocasión de Alexia para marcar a puerta vacía. Lo celebró con rabia la jugadora, que junto a la centrocampista del Barcelona e Irene Paredes, ausente en Salerno por lesión, es una de los pesos pesados del vestuario, y forma junto a las dos futbolistas del Barça parte de aquella España ‘Cenicienta’ de 2013 que ha vivido todas las fases del fútbol hasta tocar el cielo en Sídney. Justicia poética para la madrileña, que celebró el gol con gritos de liberación y mucha rabia. Suiza espera en el horizonte.

«La vida a veces te da pequeños regalos y he vuelto a disfrutar»

«Qué mayor alegría que llegar, volver a sentirme bien… y dar el gol de la victoria. Ahora solo puedo sonreír», reconocía Jenni Hermoso después de festejar sobre el césped con sus compañeras el triunfo de España en Salerno. «La vida a veces te da pequeños regalos y hoy he pensado en mucha gente que ha estado detrás todo este tiempo. Estoy feliz, porque gracias a ellos he vuelto a disfrutar del fútbol», proclamó la máxima goleadora de la historia de la selección femenina, ya con 52 tantos en 106 partidos.

«Las victorias, cuando cuestan y son en el último minuto, las saboreas y disfrutas más», admitió la futbolista madrileña, a quien la seleccionadora le pidió «que, al jugar de punta, llegara e intentara tener un poco más la posesión». «Al final algo tenía que caer», añadió la jugadora del Pachuca.

Jenni Hermoso destacó, sobre todo, la capacidad de sufrimiento de la campeona del mundo. «Nos hemos llevado tres puntos que creo que son muy importantes. España también sabe sufrir. Hemos ganado unos partidos my sufridos, de locura. Hoy ha tocado así y nos hemos llevado tres puntos muy importantes», se congratuló la encargada de derribar la muralla de Italia, «una selección que al final estaba muy encerrada y ante la que era muy difícil encontrar espacios».

«Estamos muy felices todas y todos. Tenemos mucha suerte de tener a estas 24 jugadoras», comentó por su parte Montse Tomé, quien subrayó que «en la segunda parte se buscaron alternativas con los cambios y se consiguió el premio».

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