La última voluntad de José Lucas

La última voluntad de José Lucas

La despedida del escultor, pintor y escenógrafo José Lucas este sábado en Cieza fue, en realidad, una concentración de amigos, familiares y admiradores de la obra del inclasificable artista, fallecido el lunes a los 77 años en Madrid, a consecuencia de una serie de complicaciones tras una caída unos días antes al pie de sus murales en la estación de ferrocarril de Chamartín. Sus hijos, Antonio y María, depositaron la urna con las cenizas en el panteón familiar del cementerio del Santo Cristo del Consuelo de Cieza.

Antonio Lucas, periodista de ‘El Mundo’ y reconocido poeta, dedicó unas palabras a los presentes: «Amigos de Madrid, de Murcia y de Cieza, amigos de la infancia, de la mili, arquitectos, poetas, pintores… el mundo de mi padre en este pueblo donde él quería quedarse por fin. Él quería morirse en Madrid, y por desgracia ha muerto en Madrid: debajo de los murales de la estación de Chamartín, como él quería ser recordado, con la pintura y bajo su obra».

El hijo de este creador excepcional, poseedor de un universo propio que abrazó la poesía de los autores de la Generación del 27 como máxima fuente de inspiración, evocó toda esa «fantasía de color y proeza de formas» que caracterizó la trayectoria de su padre, forjada en sus estudios en Madrid, Mazarrón y Cieza. «Mi padre ya sabíais como era: ardía en todas direcciones. Era volcánico, vitriólico, generoso y expansivo. Él me dio unas instrucciones claras por si sucedía esto».

Al tercer día de estar hospitalizado en el Gregorio Marañón supo que esto podía ocurrir. «Me cogió y me dio unas instrucciones que resumo brevemente. Me dijo, ‘si clavo el pico’, que era una expresión muy de mi padre, ‘tú sabes lo que hay que hacer’. Sí, me lo había dicho varias veces, ‘pero te lo voy a repetir’, me insistió. ‘Incinerar, recoger las cenizas, montarlas en un coche e ir directamente a Cieza. Solo puedes hacer una parada: en el restaurante Juanito, tomarte un pepito de ternera y cuando lo termines, echarme por el váter’. Y lo cierto es que no hemos cumplido casi ninguna porque también me dijo que no le montáramos verbenas».

Antonio Lucas, periodista y poeta

«Unos días antes me dijo: ‘Ya sabes lo que hay que hacer. Incinerar, recoger las cenizas, montarlas en un coche e ir directamente a Cieza. Solo puedes hacer una parada: en el restaurante Juanito, tomarte un pepito de ternera y cuando lo termines, echarme por el váter’»

Antonio Lucas hizo reír a los presentes con estas palabras, contadas con humor pese a todo: «Yo creo que a mi padre le hubiera gustado que entrara por aquí una banda de música, porque al fin y al cabo tenía esa alma pajaritera y lúdica que tienen los murcianos y, aunque él se enfade un poco, merece despedirlo con este espíritu». El periodista, que acudió acompañado por su mujer [Lara Siscar, periodista de RTVE y presentadora del Telediario del fin de semana], recordó también a Jesús Carrillo, «que ha sido estos días un hermano para nosotros».

Previamente el alcalde de Cieza, Tomás Rubio, dio las gracias en nombre de la Corporación a los presentes por acompañar a la familia «en este momento trágico de la vida que debemos afrontar todos juntos», y añadió que, aunque Pepe Lucas no quiso un funeral de despedida, «lo que dejamos hoy son las cenizas, pero la persona sigue viva entre nosotros».

Del mundo de la cultura y la política

Entre el grupo de personas que acudió a esta despedida sin pompa de José Lucas en el cementerio de Cieza figuraban rostros conocidos del mundo de la política y de la cultura, entre ellos el senador Francisco Bernabé, la diputada nacional del PP Miriam Guardiola, el exalcalde de Cieza e histórico del PSRM Ramón Ortiz; Juan Monreal, exrector de la Universidad de Murcia; los catedráticos de la UMU Pedro Guerrero y Pedro Luis Ladrón de Guevara; los arquitectos Juan Antonio Molina y Martín Lejarraga; el torero Rafaelillo, que estaba muy afectado y abrazó y besó la urna entre lágrimas; los pintores José Manuel Fernández Melero, Ángel Haro, Paulina Real y la familia del escultor Hernández Cano; los galeristas José Fermín Serrano, Paquita Serrano y Emilio Morales; el serigrafista Pepe Jiménez; el fundidor José Monserrate; el editor de La Fea Burguesía y Alfaqueque Fernando Fernández Villa; el fotógrafo Fernando Galindo; y los periodistas Paco García, Miguel Massotti, Carmen Campos, Claudio Caballero, Antonio Arco, Fuensanta Carreres y María Dolores Martínez de la Vieja, viuda del escritor Antonio Segado del Olmo, y el escritor y columnista Antonio Balsalobre Martínez, entre otros. El Ayuntamiento de Cieza decretó esta semana un día de luto por el fallecimiento de este trabajador incansable de las artes que buscó siempre el sentido de la vida a través de la poesía y que deja una obra plagada de bestias con corazón.

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