Cinco recetas de Halloween fáciles y baratas para preparar unos platos ‘de miedo’

Es una jornada para experimentar, por lo que te proponemos un menú tan aterrador como delicioso compuesto por dos entrantes, un primero, un postre y un cóctel. Con estas cinco recetas rápidas y económicas conseguirás embrujar las papilas gustativas de todos tus comensales.

No hay que venir de Masterchef para conseguir un resultado que deje a los comensales boquiabiertos. Esta receta es de esas que ganan en originalidad sin invertir gran cantidad de tiempo. El primer paso es tomar papel de horno y dibujar el contorno de nuestra mano con lápiz para que nos sirva de referencia. Posteriormente, en un bol, mezclamos queso de untar, tomate en dados y jamón de york cortado en tiras pequeñas, que nos servirá como relleno.

Así, sobre el dibujo que hemos hecho anteriormente, cortamos pan de molde para cubrir la zona de la muñeca y la palma. Para dar forma a los dedos, tomamos salchichas frankfurt y las cortamos a la medida de nuestro dibujo. Después, las envolvemos con jamón serrano y las colocamos en la plantilla, apoyando el inicio de estos dedos sobre la base de pan. A continuación, esparcimos la mezcla elaborada anteriormente sobre la mano y la cubrimos con jamón serrano para que quede con el mismo aspecto de las falanges.

¿Hay algo más aterrador que toparse de frente con una araña? Pues imagínatela en un plato. Para recrear un arácnido es necesario: una lámina de hojaldre de mantequilla, 10 salchichas Frankfurt, tres lonchas de queso, tacos de beicon, un huevo batido, cinco aceitunes negras y salsa de tomate.

En primer lugar, se debe cortar la lámina y el queso en tiras y las salchichas en forma longitudinal. Una vez que está todo troceado, se coloca sobre dos tiras de queso paralelas un poco de beicon. Acto seguido, se toman cuatro tiras de salchicha y se posicionan de forma perpendicular al queso, de manera que el queso se pueda enrollar en las salchichas. Después, se cubre el queso con dos tiras de lámina, se pincela con huevo y se decora cada araña con dos trozos de aceituna cortados a modo de ojo. Finalmente, se mete al horno durante 10 minutos a 190 ºC.

Tan solo se necesitan dos ingredientes para convertir un plato de pasta tradicional en un cerebro sangriento. Para ello, hay que adquirir en el supermercado una especie de macarrones con forma de espiral y prepararlos con total normalidad. Una vez que estén preparados, hay que escurrirlos y meterlos en un cuenco pequeño redondo. Lo importante es rellenar bien todo el espacio y que incluso sobresalga un poco de la superficie.

Posteriormente, se debe tomar un trozo de papel film para cubrir la superficie del bol, de tal manera que la pasta quede prensada, y se deja en el frigorífico para que adquiera la forma adecuada durante un rato. Cuando se perciba que la pasta ya se ha adaptado al molde, se saca de la nevera y se da la vuelta al recipiente en un plato llano. Por último, se corta por la mitad y se le echa tomate frito por encima. Para un efecto más dramático, se puede hincar una jeringuilla con un poco de salsa.

Para rematar una comida infernal, te proponemos un cerebro de zombie como postre. Son solo dos los ingredientes necesarios para conseguir una presentación de diez: nubes de golosina y cereales de trigo hinchado. Para ello, se mezcla un puñado de cada bolsa en un bol y se lleva al microondas durante 30 segundos. Pasado este tiempo, veremos que los malvaviscos se empiezan a deshacer ligeramente, por lo que aprovechamos esta textura para mezclarlo bien con los cereales.

Una vez que se quede como una pasta pegajosa, la cogemos y hacemos pequeñas bolas con la masa. Para recrear los dos hemisferios del cerebro, tan solo tenemos que hacer un pequeño corte en la superficie. Como toque final, podemos añadir unos ojos con la ayuda de un lacasito blanco y un punto negro de chocolate para simular la pupila.

No podía faltar un cóctel inspirado en Drácula en la noche de Halloween. Para elaborar este brebaje tomamos una jarra y agregamos trozos de naranja, medio limón en gajos y dos manzanas cortadas. Añadimos 500 mililitros de vino tinto, 200 mililitros de gaseosa, 20 gramos de azúcar y dejamos macerar durante dos horas en el frigorífico.

Para una presentación original, tan solo hay que escoger una copa acorde a la temática. Agregamos hielo y procedemos a llenar el vaso con la sangría. A modo decorativo, insertamos en una jeringuilla zumo o licor de mora y la dejamos dentro de la bebida. Como toque extra, podemos añadir un ojo de gominola para generar más dramatismo.