Ejercicio de supervivencia del Real Murcia para tocar el ‘playoff’

Ejercicio de supervivencia del Real Murcia para tocar el ‘playoff’

No importaba demasiado el cómo y sí sacar tres puntos que permitieran al Real Murcia dormir en puestos de ‘playoff’. A las ya evidentes carencias del equipo de Munúa, había que sumarle la larga lista de bajas que presentaba para medirse al Linares. Sobre todo atrás. Pero los granas, que no han mostrado un fútbol brillante en las diez primeras jornadas, se agarraron al amor propio y a su instinto de supervivencia para volver a conseguir una victoria vital y agónica al mismo tiempo, jugando con el agua al cuello durante muchos minutos y resuelta por un solo gol que se ha transformado otra vez en tres puntos.

Real Murcia

Manu García, Sergio Santos, Alberto González, Andrés López, Marc Baró, Tomás Pina (Imanol, 70), Isi Gómez, Carlos Rojas, Dani Vega Pedro León, 70) (Guarrtxena, 90), Rodri Ríos (Álex Rubio, 75) y Carrillo.

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Linares Deportivo

Ernestas, Dani Perejón, Marín (Berlanga, 58), Ortuño, Varela (Campbell, 75), Rentro, Rodri, Pepe Mena, Albert Moreno (Lucas, 75), Álex Oyón (Zaki, 75) y Hugo Díaz.

  • Goles:
    1-0, min. 52, Dani Vega.

  • Árbitro
    López Jiménez, del comité catalán. Mostró amarillas a Marc Baró, Hugo Díaz y Rentero.

  • Incidencias
    Estadio Enrique Roca, 9.667 espectadores.

El equipo de Munúa está en racha; ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos y volvió a dejar su puerta a cero, aunque eso no evita el análisis y la autocrítica. Es verdad que sin Zalaya, José Ruiz, Rofino, Montoro, Arturo y Larrea, entre otros, es más complicado lucir un buen fútbol, pero el Real Murcia actual puede hacer más. Los aficionados granas sueñan con que su equipo se muestre más energico, con mejor trato de balón y disponiendo un juego más creativo, aunque de momento se conforman con solo ganar. Los granas ya estan entre los cinco primeros y tienen que esperar a que el Antequera y el Ceuta no ganen en esta jornada para seguir tan arriba, pero al menos han superado un inicio liguero volcánico y tienen 28 jornadas por delante para mejorar.

Más bajas de las previstas

La previa del choque estuvo marcada por la incidencia del clásico en las gradas del Enrique Roca, que se poblaron más tarde de los habitual por la coincidencia horaria, y también por la cargada lista de bajas en el conjunto de Gustavo Munúa. A las previstas de José Ruiz y Rofino, se unieron las de Zalaya y Arturo Molina, lo que provocó el estreno del canterano Andrés López en el centro de la zaga. Además Pedro León, una vez más, partió el choque desde el banquillo. El duelo y las bajas se convertían en una oportunidad de oro para que futbolistas que arrancaron la temporada por debajo de las expectativas generadas se ganaran un puesto. Sobre todo Sergio Santos y Marc Baró, que son los casos más llamativos, aunque Rojas disponía de un escenario ideal para afianzarse en el once grana.

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Pero la primera parte dejó un sabor agridulce a los aficionados del Real Murcia. El equipo de Munúa comenzó bien plantado sobre el terreno de juego, generando acercamientos y exhibiendo un fútbol fluído, alegre. Jugadores como Marc Baró y Santos se mostraron sin miedo y junto a sus compañeros consiguieron meter al Linares atrás. Rentero sufría con Rodri Ríos y Dani Vega comenzaba a carburar entre líneas. La grada se metió en el partido, pero poco a poco el equipo jienense comenzó a perderle el respeto al Real Murcia. Dio un paso adelante y comenzó a amenazar a Manu García.

De hecho, a los diecisiete minutos Varela cayó en el área grana, pero el colegiado no decretó penalti. Unos minutos más tarde una gran jugada de Isi Gómez no fue culminada con acierto por Dani Vega. Seguidamente llegó la oportunidad más clara de los granas en la primera parte tras un centro de Santos y un remate de Rodri Ríos de cabeza que atajó Ernestas abajo. El partido prometía, pero después los granas comenzaron a fallar, hasta que llegó la gran oportunidad del Linares. Fue a balón parado y tras un remate de Rentero fue Marín el que remató al larguero. El Enrique Roca comenzó a asustarse y acabó la primera parte con mal cuerpo. El buen rendimiento del canterano Andrés López era la mejor noticia.

La segunda parte no comenzó bien para el Real Murcia con dos centros laterales de Varela que generaron incertidumbre en la defensa grana. De hecho, parecía que el equipo de Munúa comenzaba a dudar, hasta que apareció Carlos Rojas para colgar un balón al área que Dani Vega, en el segundo palo, remató a gol. Ernestas, el portero visitante, se quedó a media salida e incluso tras el remate pudo hacer más. Pero daba igual. El gol, además, suponía un premio justo para Vega, un futbolista que se había mostrado a buen nivel en las últimas semanas y que no había tenido acierto de cara a gol. El 1-0 fue una inyección de moral para un Murcia que comenzó a creeren sí mismo y a buscar el segundo tanto.

De hecho el Linares quedó aturdido por el golpe y tardó en reaccionar. El Real Murcia, en muchos lances, comenzó a gustarse. Rojas dejó varios detalles de calidad y también Sergio Santos, que si arregla sus problemas a la hora de defender podría crecer mucho en el Real Murcia. Hasta Marc Baró se sentía seguro atrás a pesar de sus pequeños errores puntuales. Eso sí, el equipo grana necesitaba algo más para ganar el partido ya que el Linares iba a intentar puntuar hasta el final.

Nervios hasta el final

Munúa, tras los cambios ofensivos del equipo visitante, intentó estabilizar a su equipo y darle más energía. Dio entrada a Pedro León para intentar aprovechar mejor las situaciones a balón parado. También apostó por Imanol y sentó a un Tomás Pina con molestias en busca de más solidez en el centro del campo. E incluso refrescó la parte de arriba con Álex Rubio en busca de velocidad y preocupar a los defensores del Linares. El Real Murcia se enfrentaba a otro final de partido agónico, con apenas un gol de ventaja y con la sensación de que cada vez estaba más atrás, más hundido. La grada, incluso, mostró su desaprobación.

Pero soo unos minutos más tarde los aficionados granas, viendo que su equipo sufría, comenzaron a cantar el himno de Second y a empujar desde sus asientos. Daba igual que su equipo no mostrara un fútbol brillante. El Real Murcia sacó fuerzas de donde no había, apretó los dientes y comenzó a despejar balones tirando de crazón y trabajo. Sufría, apenas le duraba el balón en los pies, pero creyó en la victoria hasta el final. Y así, con incertidumbre, logró tres puntos que le permiten dormir en puestos de ‘playoff’ y seguir trabajando con traquilidad para tapar las grietas que aún muestra su fútbol, aunque a Munúa le cueste reconocerlo.

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