Aitana Bonmatí hereda la corona de Alexia Putellas y alarga la hegemonía española

Aitana Bonmatí hereda la corona de Alexia Putellas y alarga la hegemonía española

Aitana Bonmatí es la nueva reina del fútbol femenino mundial. Tal y como estaba previsto, la centrocampista española del Barça conquistó el Balón de Oro y heredó la corona que durante los dos últimos años había ostentado su compañera en la selección española y en el equipo azulgrana Alexia Putellas.

A sus 25 años, la futbolista nacida en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 1998 fue la estrella que más brilló en la glamurosa noche parisina, la velada en la que los mejores futbolistas del planeta cambian las botas por los elegantes vestidos y trajes de etiqueta. Confirmó con su elección como mejor jugadora del mundo la incuestionable hegemonía de España en el fútbol femenino.

«Estoy un poco nerviosa, llevo sin dormir varios días. Soy una persona discreta, pero tengo la suerte de jugar en un gran club y tener a las mejores al lado», señaló en una muestra de humildad la catalana, cuyo galardón desveló la leyenda del tenis Novak Djokovic. Recordó en uno de los días más especiales de su vida a compañeras y familiares, las personas que la han acompañado desde los días en los que ser profesional del fútbol era solo un sueño.

«Enhorabuena, Aitana Bonmatí, por ese tan merecido Balón de Oro que te acredita como la mejor jugadora del mundo. Eres, sin duda, un referente para las nuevas generaciones y un orgullo para nuestro país. El fútbol español, de nuevo, en lo más alto», felicitó poco después la Casa Real. «¡Enhorabuena, Aitana Bonmati! Eres la mejor jugadora de fútbol del mundo y un referente para miles de niñas y jóvenes que aspiran a lo más alto en un deporte que no siempre se lo pone fácil. Eres la mejor jugadora de fútbol del mundo y un referente para miles de niñas y jóvenes que aspiran a lo más alto en un deporte que no siempre se lo pone fácil. ¡A seguir siendo la mejor!», expuso también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Aitana fue la piedra angular de la selección española que hace poco más de dos meses conquistó en Sídney el cetro mundial. Titular en los siete partidos de la campeona en el torneo, autora de tres goles y dos asistencias, y finalmente jugadora más valiosa del campeonato más deseado, sus argumentos para ser considerada la mejor eran incontestables.

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Y es que en 2023 fue la más destacada en la mejor selección del globo, pero también en el mejor equipo del año en la competición de clubes. Con el Barça alcanzó la segunda Liga de Campeones en la historia del club, la Liga F con 85 de los 90 puntos posibles y la Supercopa de España. Firmó además 18 goles en 37 partidos, una cifra realizadora estratosférica para una centrocampista.

Registros de todo tipo, calidad a raudales y sensación de dominio desde los perfiles interiores, al más puro estilo La Masia, donde ha construido una carrera plagada de reconocimientos y trofeos, entre ellos dos Champions, cuatro Ligas españolas, cinco Copas de la Reina y tres Supercopas de España, además de los Europeos sub-19 y sub-17 y la joya de la corona, el Mundial absoluto que ha terminado por llevar hasta la cima a esa niña de siete años que comenzó a dar patadas a un balón en el equipo del pueblo en el que transcurrió su infancia, Sant Pere de Ribes, que también tuvo su protagonismo en la ceremonia.

A unos 40 kilómetros de distancia, en la gran Barcelona, se forjó la carrera de la que hoy ya es la mejor futbolista del mundo por méritos propios. Tenía 14 años y jugaba en categoría cadete cuando Aitana Bonmatí llegó a la cantera del Barça, donde se forjan los talentos del futuro azulgrana.

La niña que jugaba con chicos

En la prestigiosa estructura de base del Barça jugó por primera vez con otras chicas, pues hasta entonces siempre había competido en equipos masculinos, de tú a tú, ajena a cualquier complejo. Todavía eran otros tiempos, sin grandes referentes en España y una estructura precaria en la competición femenina. Hoy, con algunos cambios todavía por hacer, el paisaje es muy diferente para las jóvenes futbolistas. Una parte de esa mejora de las condiciones le corresponden a ella y el foco que su juego ha situado sobre el fútbol femenino español.

Durante cuatro temporadas, entre 2012 y 2016, deslumbró en la cantera culé hasta tirar abajo la puerta del primer equipo del Barça en la campaña 2016-17. Han transcurrido ocho cursos en la élite en los que el conjunto culé se ha convertido en la potencia hegemónica en España y también en Europa. Solo faltaba el definitivo paso adelante con España, el que el rendimiento en categorías inferiores y la evolución de las jugadoras españolas hasta convertirse en estrellas mundiales presagiaban hace tiempo. Ese paso adelante trascendental se produjo en Sídney en agosto y aunque tuvo el nombre propio de Aitana Bonmatí, las cinco compatriotas que la acompañaron entre las 30 mejores futbolistas del mundo para ‘France Football’, cuatro de ellas en el ‘top-10’, son la prueba del algodón para un dominio español al que no se le adivina fecha de caducidad cercana.

Junto a la segunda Balón de Oro española pasaron por la alfombra roja en el Teatro del Châtelet de París Salma Paralluelo, tercera, Patricia Guijarro, octava, Mapi León, en el puesto 16, y Alba Redondo, en la posición 21, que junto a Olga Carmona, sexta y ausente, figuraban en la nómina de aspirantes al galardón más prestigioso.

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