Este es el motivo por el que una pastilla sabe exactamente dónde te duele

Este es el motivo por el que una pastilla sabe exactamente dónde te duele

El paracetamol o ibuprofeno son los dos recursos por excelencia para aliviar un dolor puntual. Su uso se extiende para la típica jaqueca matutina, las molestias estomacales o incluso para mitigar la resaca provocada por el alcohol. La realidad es que decantarse por uno de estos dos a la hora de abrir el botiquín suele ser el gran dilema y se termina escogiendo uno de manera indiscriminada.

A grandes rasgos, el primero se recomienda para el tratamiento de dolencias relacionadas con gripes, dolores de cabeza o ante la presencia de fiebre. En cambio, el segundo es antiinflamatorio y tiene indicaciones aprobadas muy diversas: menstruación, esguinces, muelas, contracturas o para la espalda, entre otros.

Aunque puedan detener propósitos dispares, en ocasiones pueden emplearse para un mismo problema médico, de ahí proviene la incertidumbre. No obstante, lo aconsejable es consultar el prospecto o consultar a un profesional para conocer exactamente cuál de los dos sería el más recomendable en un tratamiento específico.

Cómo actúa un medicamento

Una vez que se ha seleccionado el medicamento a tomar, surge otra de las grandes cuestiones: ¿Cómo sabe dónde se encuentra el dolor? Este asunto genera tanta curiosidad entre los pacientes que algunos hasta bromean con la existencia de un pequeño duende interior que guía a las píldoras hasta su destino final. Sin embargo, la realidad es bien distinta.

La respuesta corta y rápida es que no lo saben. Ninguno tiene la capacidad para identificar en qué parte del cuerpo deben actuar, pero aun así terminan aliviando una determinada molestia. Este proceso tiene una explicación médica que se puede resumir en los siguientes pasos: absorción, distribución, metabolismo y excreción.

Para ilustrar este proceso, supongamos que el dolor a tratar está situado en la rodilla. Independientemente de la pastilla que se haya decidido ingerir, el ‘viaje’ es similar. En primer lugar, cuando se toma por vía oral, la pastilla libera el diclofenaco de la cápsula de manera gradual y se disuelve en el medio.

Posteriormente, el fármaco se absorbe en el estómago o intestino y pasa a la circulación sanguínea. El siguiente paso consiste en su distribución por el organismo, que se realiza a través de la sangre. De este modo, viaja por todo el cuerpo, atravesando los diferentes tejidos, hasta llegar a la zona exacta en la que debe parar.

Así, al pasar por la zona de la rodilla actuará de un modo u otro en función del tipo de medicamento que se haya tomado. Esto se debe a que en ese lugar se encuentran unas moléculas receptoras que permiten que se produzca la interacción con la estructura química del fármaco. De este modo, el medicamento estimula a esos receptores para desencadenar la respuesta de la célula. Finalmente, se transforma para poder ser eliminado del organismo.

Enlace de origen : Este es el motivo por el que una pastilla sabe exactamente dónde te duele