La conciliación ‘fantasma’ de Ona Carbonell

La conciliación ‘fantasma’ de Ona Carbonell

Es la mujer con más medallas en la historia de los Mundiales natación y también referente en la lucha por la conciliación familiar en el mundo del deporte. Ona Carbonell (Barcelona, 1990) dejó las piscinas el pasado mes de mayo tras dos décadas dedicada a su carrera deportiva, y a día de hoy es presidenta de la Comisión Maternidad y Deporte en el Comité Olímpico Español (COE), nacida el pasado 8 de marzo. La deportista, madre de Kai y Teo, de tres y un año, respectivamente, aboga por una congelación de ranking para las madres deportistas, por parte de las federaciones internacionales, «desde que das a luz hasta mínimo 18 meses», ya que sin ello, a su juicio, «no existe conciliación alguna ya que caes a una posición lejana y no tienes becas ni puedes optar siquiera a un preolímpico», opinó la catalana en la delebración de la gala de Premios Marca del Deporte Femenino.

La doble medallista olímpica -plata en dúo y bronce en equipo, que consiguió en Londres 2012- hizo hincapié en las nuevas propuestas que quieren llevar a cabo para reivindicar los derechos de las deportistas que opten por ser madres. «Llevamos un año luchándolo y seguiremos. Hace dos días escribimos una especie de carta de cara al COI que esperemos que sea aprobada, en que pedimos que exista un cuidado específico para mamás con bebés de 0 a 18 meses y que hayan salas de lactancia en la villa olímpica», explicó la excapitana del equipo de sincronizada, quien ya protagonizó un documental, ‘Ona Carbonell. Empezar de nuevo’ donde aborda esta situación.

Algo parecido a esto se vio ya en el pasado Mundial de fútbol femenino, al que Ivana Andrés acudió con su hija Jara, que prácticamente acaba de nacer, o Irene Paredes, que se llevó a su hijo Mateo, quien en la cita oceánica aún no llegaba a los dos años. «Se me hubiera hecho muy difícil estar dos meses fuera de casa, con tantos kilómetros y desfase horario. ¡No la hubiera reconocido a mi vuelta!», explicó en agosto la futbolista del Real Madrid. «Para rendir al máximo nivel está también todo lo que hay alrededor del entrenamiento… Es necesario que yo esté con él y él esté conmigo. En el Mundial de 2015 había jugadoras que tenían que pedirse excedencia y vacaciones en su trabajo para poder jugar. El cambio que ha habido en ocho años se resume en esas cosas, en cómo estábamos entonces y cómo estamos ahora», expuso la capitana del Barça.

«Tenemos una red de profesionales específicos en el pre y el posparto, pero lo que no tenemos es una subvención para ellos y es lo que estamos luchando ahora porque creo que es imprescindible. El deporte evoluciona en nutrición, en rendimiento y en muchas cosas, pero muy poco en conciliación y por ejemplo no tenemos profesionales que te puedan acompañar a entrenar embarazada o en un posparto», confirmó la ex nadadora artística, que participó en tres Juegos Olímpicos (2012, 2016 y 2021). En los últimos, disputados en Tokio, intentó llevarse a su hijo Kai a los Juegos para seguir con la lactancia, pero no pudo hacerlo. La reivindicación por esa condición de madre deportista aumentó desde entonces, con su segundo hijo nacido el pasado año.

Ona demostró que es posible combinar la maternidad con el deporte de élite con la grabación de un documental sobre su día a día en el camino a los Juegos de Tokio. Sus apariciones públicas para defender el papel de las madres deportistas han sido bien numerosas en los últimos tiempos y le han convertido en una de las grandes abanderadas de esta situación.

«Di a luz y al mes ya estaba entrenando y en menos de un año compitiendo en los Juegos Olímpicos. Hace años que soy consciente que las mujeres no disponemos de las herramientas y recursos para avanzar a nivel de igualdad. He trabajado para visibilizar lo poco que se había avanzado en la conciliación. Trabajaremos para que las mujeres quieran ser madres no tengan que renunciar a su carrera deportiva», reivindicó la ex nadadora.

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