Las mujeres vestidas que entran en los museos

Las mujeres vestidas que entran en los museos

¿Tienen que estar desnudas las mujeres para entrar en el Metropolitan Museum? La pregunta, lanzada con toda intención en los años 1980 por el colectivo artístico Guerrilla Girls al famoso centro de exposiciones neoyorquino, sigue teniendo sentido a la vista de la todavía insuficiente presencia de la mano femenina en las obras representadas en los museos. La investigadora Alicia Cartagena, del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia (UMU), se ha propuesto volver a tomar el pulso a esta cuestión en su tesis ‘Hacia una nueva historiografía: iniciativas, modelos y propuestas en clave de género en el museo del siglo XXI’.

«¿Cuáles son las iniciativas de género emprendidas por las pinacotecas nacionales europeas en el siglo XXI?», se pregunta ahora la especialista, tras evidenciar que el «largo camino iniciado por las teóricas del arte feministas en aquellos años», de finales del siglo XX, impelen a los investigadores a «revelar cuál ha sido el papel de las mujeres desde numerosos ámbitos en la historia del arte y la museología desde entonces».



I: Cartagena ante un cartel de unas jornadas en Murcia sobre arte, poder y género. D: Biblioteca del Rijksmuseum, en Ámsterdam, donde realiza una instancia la investigadora.A.C.

Imagen secundaria 1 - I: Cartagena ante un cartel de unas jornadas en Murcia sobre arte, poder y género. D: Biblioteca del Rijksmuseum, en Ámsterdam, donde realiza una instancia la investigadora.A.C.

Imagen secundaria 2 - I: Cartagena ante un cartel de unas jornadas en Murcia sobre arte, poder y género. D: Biblioteca del Rijksmuseum, en Ámsterdam, donde realiza una instancia la investigadora.A.C.

Cartagena, contratada predoctoral de la Facultad de Letras gracias a la Fundación Séneca, recorre estos días las entrañas del Rijksmuseum, el principal museo de Países Bajos y uno de los más importantes de Europa, para desgranar el proyecto Women of the Rijksmuseum (Mujeres del Rijksmuseum). El estudio de esta iniciativa de perspectiva de género, bajo la tutela directa de su directora y que le mantendrá en Ámsterdam hasta el 22 de diciembre en una estancia también sufragada por la Fundación Séneca, «supondrá para mi tesis doctoral un punto de inflexión», augura.

En todo caso, el enfoque último de su trabajo se encuentra, en una visión más general, en los principales museos nacionales para conocer de qué modo «están abordando la perspectiva de género, desde un punto de vista global», y desde un enfoque científico: «Con una metodología bien definida, que permita arrojar luz a través del análisis y comparación de los datos», aclara.

Las claves


  • Desnudas.

    Durante siglos esta ha sido la forma habitual en la que se ha evidenciado la presencia femenina en los museos.


  • Desnudos.

    Durante siglos esta ha sido la manera en la que se han mantenido los conocimientos del público acerca del papel de la mujer en el arte.


  • Un nuevo traje.

    La perspectiva de género también está llegando a las salas de exposiciones, vistiendo una nueva realidad en un grado que trata de desentrañar la tesis de Alicia Cartagena.

Su investigación contempla tanto «aquello que es accesible para el público», desde las exposiciones temporales y permanentes hasta los cursos e itinerarios que se organizan de cara al exterior; como la gestión interna de cada museo, donde aparecen quiénes organizan estas actividades, la política de adquisición de obras o las fuentes de financiación, entre otros elementos.

De momento, Cartagena se ha infiltrado en el Museo Nacional de Ámsterdam, como también es conocido el Rijksmuseum, donde se exhiben las grandes pinturas del Siglo de Oro Neerlandés junto a otras de Van Gogh o Mondrian, entre otro muchos (hombres, principalmente, y lamentablemente pocas mujeres). Pero detrás de esta estancia de investigación llegarán más, gracias a la Fundación Séneca, en otros museos internacionales que también están abordando la cuestión de género en las obras que acogen, para «conocer de primera mano sus acciones». La profesora (Cartagena también imparte clases en el Grado de Historia e Historia del Arte) ya ha completado estancias de colaboración en la Galleria degli Uffizi, en la ciudad italiana de Florencia, y en la Fundación de Amigos del Museo del Prado, en Madrid.

Fachada del Rijksmuseum, también conocido como Museo Nacional de Ámsterdam, en Países Bajos.

Fachada del Rijksmuseum, también conocido como Museo Nacional de Ámsterdam, en Países Bajos.


A.C.


Su interés por la perspectiva de género se extiende igualmente a sus clases. «No sólo es importante transmitir los conocimientos sobre Historia del Arte, sino también entrenar la mirada de género y el juicio crítico ante sus lecturas», dice en alusión a las enseñanzas a los alumnos, «con quienes adquirimos una gran responsabilidad en la universidad». Esa la misma fuente de la que reconoce haber bebido ella misma a través de sus preceptoras: «He tenido la suerte de tener a grandes profesoras en mi formación académica, y dos de ellas son mis referentes y mis directoras de tesis: Noelia García Pérez y Palma Martínez-Burgos García, a quienes debo conocer la mirada de género en la Historia del Arte». Con todas ellas se están dando nuevos pasos para cumplir el sueño de las Guerrilla Girls y dejemos de estar, como hasta ahora, tan desnudos de conocimiento sobre el arte realizado por mujeres.

Conciencia histórica en clave femenina

La conciencia de desigualdad de género en los museos es reciente. Hasta finales de los años 1970 pocos se planteaban, pese a su clamorosa evidencia, que la disciplina de la Historia del Arte había sido desde sus comienzos un relato desigual. En los últimos años, en cambio, ya «han sido muchos los museos que han dedicado en mayor o menor medida sus esfuerzos a visibilizar el papel de las mujeres, tanto en el panorama nacional como internacional», revela la profesora Alicia Cartagena, enfrascada de lleno en la tesis que está dedicando a este asunto. En el ámbito nacional, por ejemplo, «destacan las iniciativas del Museo Nacional del Prado», de las que cita, ‘El Prado en femenino’ y los simposios ‘Protagonistas femeninas en la formación de las colecciones del Museo del Prado’, impulsados por la también profesora Noelia García, directora de la tesis de Cartagena y líder del grupo de investigación Arte, Poder y Género. Este grupo está conformado por un conjunto internacional de investigadoras interesadas en el binomio que componen arte y género. «Cada abril contamos con investigadores de gran calado nacional e internacional», explica la investigadora. Su tesis prevé concluirse en 2026. Entonces se arrojará luz sobre el papel de los museos en la divulgación del, con frecuencia, maltratado arte hecho por mujeres.

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