La protesta ante Ferraz contra la amnistía acaba con cargas y gases lacrimógenos

La protesta ante Ferraz contra la amnistía acaba con cargas y gases lacrimógenos

La protesta contra la amnistía ante la sede nacional del PSOE en la calle Ferraz de Madrid acabó este lunes por la noche con cargas policiales y el lanzamiento de salvas y gases lacrimógenos por parte de los antidisturbios para evitar que la multitud congregada –unas 3.800 personas, según la Delegación del Gobierno- superara el cordón policial que blindaba el emblemático edificio de los socialistas. Santiago Abascal, presidente de Vox, y el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, del mismo partido, acudieron a esa manifestación que no fue comunicada a la Delegación.

«Atacar las sedes del PSOE es atacar a la democracia y a todos los que creen en ella» , escribió Pedro Sánchez en las redes sociales después de las primeras cargas en Ferraz. Asimismo, expresó todo su «cariño» y «apoyo» a la «militancia socialista que está sufriendo el acoso de los reaccionarios a las casas del pueblo», al tiempo que aseveró que «nadie será capaz de amedrentar al PSOE».

La concentración de Madrid, en la que hubo al menos tres personas detenidas -están acusadas de desobediencia y atentado contra la autoridad-, fue sin duda la más multitudinaria y conflictiva de la jornada -también en Sevilla hubo incidentes, aunque menores-, pero no fue ni mucho menos la única. Miles de personas se manifestaron la tarde/noche de este lunes ante una treintena de sedes del PSOE de toda España para mostrar su rechazo a la ley de amnistía que los socialistas tratan de cerrar con los independentistas catalanes para conseguir su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. Eso sí, unas protestas ante los locales socialistas de las que se desmarcó de forma expresa el Partido Popular.

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Las protestas ante los edificios del PSOE -a diferencia de las protestas de los últimos días en las inmediaciones de los locales socialistas que han sido más o menos espontáneas- sí que tuvieron esta vez un promotor visible. Se trata de Revuelta, la asociación juvenil sin registrar, nacida el pasado septiembre al calor del inicio de las negociaciones de los socialistas con Junts y ERC para la investidura y que está muy cercana a Vox, aunque en sus estatutos aseguran ser independientes de cualquier formación política.

Un 15-M de derechas

Este colectivo, que pretende promover una suerte de nuevo 15-M pero de derechas y que dice luchar contra el «separatismo, la corrupción, las políticas antifamiliares y el individualismo», llamó a manifestarse este lunes al grito de «mantengamos las presión en las calles contra este Gobierno traidor».

La protesta más multitudinaria y violenta de las convocadas por Revuelta a través de las redes sociales fue Madrid. En las inmediaciones de una blindada sede nacional socialista y bajo el lema ‘Rodea Ferraz’ se dieron cita, entre otros, Santiago Abascal (el primer político nacional de primera fila que se suma a las protestas de dicha asociación), quien responsabilizó al ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, de «ordenar» a la Policía Nacional enfrentarse con «españoles de a pie que reclaman unidad y ley». «Tenemos el deber de estar en la calle. Estamos ante un golpe de Estado (referido a la amnistía a los independentistas ya condenados o procesados)», justificó su asistencia el líder de Vox.

Fue allí, después de varias embestidas de los manifestantes para tratar de romper el cordón, cuando los miembros de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP, antidisturbios), decidieron pasadas las 21:30 horas cargar contra la multitud ante el riesgo de que el gentío lograra llegar a la fachada del cuartel general de los socialistas.

Los escenarios del resto de las protestas, mucho menos acaloradas, fueron Barcelona -especialmente protegida por los Mossos-, Badajoz, Oviedo, Pamplona, El Puerto de Santa María, Algeciras y San Fernando (Cádiz), Salamanca, Granada, Málaga, Sevilla, Jaén, Tarragona, Valencia, Zaragoza, Murcia, Huelva, Ponferrada (León), León, Ávila, Palma, Tenerife, Albacete, Vigo o Valladolid, entre otros puntos. Ninguna de estas manifestaciones fue comunicada a las respectivas delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, por lo que no contaron con autorización para su celebración.

En todas ellas, además de banderas españolas (algunas preconstitucionales), se escucharon lemas contra el Gobierno e insultos contra el jefe del Ejecutivo, en particular. «Traidor», «golpista», «Sánchez a prisión», fueron algunos de los lemas, pancartas y consignas presentes en las concentraciones que, excepto Madrid, se desarrollaron de manera pacífica. En todo caso, sí hubo una fuerte presencia policial en la mayoría de las capitales para evitar que los manifestantes se acercaran a los locales socialistas.

Pintadas y huevos

Y es que algunas de las sedes del PSOE (como en Las Palmas, Donosti, Madrid, Fuengirola, Ronda, La Línea o Valladolid, entre otras) han sufrido en las últimas horas ataques con pintura o huevos, así como pintadas en contra de la ley de amnistía.

Tras lo ocurrido, el PSOE exigió al «Partido Popular -pese a su desmarque de estas últimas protestas- y a sus aliados de la ultraderecha neofascista que condenen estos ataques» y, según dicha formación, «los gritos contra la Constitución, el Jefe del Estado, el presidente del Gobierno y a favor del dictador Franco que se repiten en concentraciones convocadas por grupos de ultraderecha, y cuentan con la presencia, incluso, de expresidentas autonómicas del Partido Popular», en referencia a Esperanza Aguirre, quien encabezó una de las primeras protestas en Ferraz.

Más allá de las concentraciones de Revuelta y a la espera de las convocatorias ya formales para el domingo del PP en todas las capitales de provincia contra la amnistía, otra concentración ha levantado especialmente ampollas en el PSOE. Se trata la del alcalde del PP en la localidad vallisoletana de Tordesillas, quien ha convocado a sus vecinos a manifestarse este martes frente a la sede de los socialistas en el municipio.

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