Alfaro, dosis de intensidad y ataque para el banquillo

Alfaro, dosis de intensidad y ataque para el banquillo

Pablo Alfaro, muy cerca de ser el nuevo entrenador del Real Murcia, ya sabe lo que es estar en un proyecto con Felipe Moreno. En sus inicios como técnico tras una larga trayectoria como futbolista, el que fuera jugador del Sevilla pasó por el Leganés justo antes de que el club viviera su despegue hasta Primera División con Asier Garitano. Previamente, el maño dejó al club pepinero segundo y jugó la fase de ascenso a Segunda. En la primera ronda quedó apeado por el Lleida.

Comenzó así una carrera en los banquillos en la que sumó más presencias en ‘playoff’. En el Mirandés acabó campeón de su grupo, pero volvió a quedarse frenado en las eliminatorias. De hecho, perdió la ronda de campeones ante el Mallorca de Vicente Moreno y Javier Recio, ahora director deportivo grana. También se ha habituado a coger equipos con la temporada iniciada, una experiencia que tendría que hacer valer ahora en el Murcia. Ya lo hizo en el Marbella, en el propio Mirandés, en el Ibiza (quedó segundo a dos puntos del líder y alcanzó otro ‘playoff’, en donde fue superado por el Cornellà), en el Córdoba y en el San Fernando.

Ilusión y psicología

Los precedentes de Alfaro en los banquillos tras su extenso recorrido como central muestran a un técnico que valora la intensidad. Y con una intención clara en el juego. En el Córdoba declaró que su idea es «que el equipo transmita ilusión por vencer, que vaya a por los partidos jugando mucho más en campo rival que en campo propio. Que recuperemos rápido tras la pérdida para seguir proponiendo». Igualmente avisó: «Me gusta mucho la versatilidad táctica. Repito pocas alineaciones». «Era un defensa que disfrutaba más haciendo vigilancias cuando mi equipo tenía el balón que achicando en el área», confesó en su presentación en el San Fernando, su último club y al que salvó del descenso. En esa misma rueda de prensa añadió otra clave: la psicología. «Antes que jugadores son personas. La cabeza va siempre por delante», afirmó.

El maño dirigió al Leganés de Felipe Moreno en la 2012-13, siendo segundo de grupo en Segunda B

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Además, en el Ibiza fue el equipo menos goleado en la temporada de la pandemia y en el Córdoba logró dejar la portería a cero en sus primeros seis partidos oficiales. Precisamente, esa andadura como blanquiverde la inició ante el Murcia. «Jugué en La Condomina, pero nunca he pisado el nuevo estadio. Lo veo tan bonito por fuera que tengo muchas ganas de respirar el ambiente. Habrá público y es una gozada. En la promoción de 1991 lo pasamos fatal en Murcia. Es una ciudad muy bonita y muy futbolera», declaró antes de su debut en el Enrique Roca.

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