El TAD también inhabilita durante tres años a Rubiales

El TAD también inhabilita durante tres años a Rubiales

Nuevo castigo ejemplar para Luis Rubiales. El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha inhabilitado durante tres años al expresidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) por el beso no consentido a Jenni Hermoso y los obscenos gestos que realizó en el palco del Estadio Australia de Sídney al término de la final del Mundial femenino de fútbol disputada el pasado 20 de agosto, según adelantó Iusport.

El órgano disciplinario resuelve el expediente abierto en su día contra el dirigente motrileño imponiendo dos sanciones (de un año y medio cada una) al expresidente de la FEF por dos infracciones graves contra el decoro deportivo.

En su resolución del 31 de agosto, el tribunal estimó parcialmente la denuncia presentada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y acordó abrir expediente disciplinario a Luis Rubiales por dos infracciones que calificó como graves contra el decoro deportivo, aunque descartó la muy grave de abuso de autoridad. Ahora, el tribunal eleva a definitiva la propuesta del instructor e impone unan sanción que impedirá al motrileño ejercer cualquier tipo de actividad relacionada con el fútbol durante un periodo de tres años.

Rubiales, que dimitió como presidente de la FEF el pasado 10 de septiembre, ya fue inhabilitado por la FIFA durante tres años a finales del pasado mes de octubre, el mismo periodo de suspensión que le impone el TAD. El granadino, en su recurso de alegaciones, de 18 páginas, denunció la «permeabilidad» e «influencia» por parte de la presión mediática y los poderes políticos del TAD, y anunció que le estaría «sirviendo en bandeja» acudir a la jurisdicción penal «en caso de que se consume una sanción por estos hechos». A su juicio, las sanciones que finalmente le ha impuesto el TAD «no se corresponden» con lo razonado en el resto del texto de la propuesta de resolución, ya que, al contrario, aparecen «desconectadas» y proyectan una petición «arbitraria» e «injustificada». En este sentido, consideraba que la sanción debería ser, en el peor de los casos, de un apercibimiento, multa o inhabilitación de tres o de seis meses.

Rubiales admitió que el gesto de tocarse los genitales en el palco de autoridades, a pocos metros de donde se encontraban la reina Letizia y la infanta Sofía, fue un «acto soez», «inapropiado» y «ordinario», pero reafirmó que iba dirigido al entonces seleccionador nacional, Jorge Vilda, y subrayó que ni dicho gesto ni el del beso a Jenni Hermoso «son contrarios a la dignidad y decoro deportivos».

Confesó que debió omitir el beso a Hermoso, aunque volvió a insistir en que fue un gesto «mutuo» y «espontáneo» por la alegría inmensa de acabar de ganar el primer Mundial femenino de fútbol de la historia, así como que no tuvo incidencia alguna en la competición deportiva y no puede sancionarse «con la ley en la mano».

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