Juzgan a tres policías por golpear a varios manifestantes hace once años en Murcia

Los tres agentes se sentarán en el banquillo de los acusados el miércoles y deberán responder a la actuación que realizaron durante las protestas del 14 de noviembre de 2012, con motivo de la jornada de huelga general.

Esa jornada se produjeron diferentes concentraciones de manifestantes en ciudad de Murcia, que finalizaron en un centro comercial y las proximidades de la plaza Fuensanta. Según expone el fiscal en su escrito de acusación contra los funcionarios, sobre las 13 horas del mismo día, momento en el que los manifestantes comenzaron a retirarse de la explanada anexa a la entrada principal del establecimiento, permaneciendo en la zona un grupo de manifestantes y de personas que no habían intervenido en la manifestación, en torno a 30 y 50 personas.

Para impedir que los manifestantes pudieran acceder nuevamente establecimiento comercial, se formó un dispositivo policial de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) que procedieron a dirigir a los manifestantes, que se encontraban en la Plaza Fuensanta, hacia la calle Bando de la Huerta. Una vez en dicha calle, los agentes formaron un cordón policial que cerraba la misma, comenzando los manifestantes a proferir insultos y mostrar actitudes de despreio contra los policías. Ante la situación de tensión del momento, los mandos policiales decidieron despejar la calle Bando de la Huerta, desalojando a los manifestantes hacia la calle Doctor Marañón, a cuyo fin, los policías de la UPR debían formar un cordón policial que abarcara la extensión de la calle y que, avanzando todos a la vez, empujara a los manifestantes hacia el final de la misma.

Al dar el inspector del grupo la orden de ‘despejar’ la calle, con autorización del comisario, se inició la actuación policial, portando los agentes casco integral, así como chalecos antitrauma y antibalas. Dirigieron a los manifestantes hasta la mitad de la calle, retrocediendo los agentes y regresando nuevamente los manifestantes sobre sus pasos. «Un grupo de agentes, al menos de siete, incumplieron las órdenes recibidas, abandonaron el cordón policial y se precipitaron corriendo por la calle Bando de la Huerta en dirección a la calle Doctor Marañón, golpeando con sus defensas reglamentarias a los manifestantes que se encontraban en la misma», afirma el Ministerio Fiscal.

Entre estos manifestantes, prosigue la versión de la Fiscalía, se encontraba Juan Carlos Gironés, un activista de la Plataforma de Afectados de la Hipoteca, que permanecía en situación muy próxima al inicio del cordón policial y que se vio sorprendido por la actuación de los agentes que rompieron el mismo, siendo perseguido por los mismos por la zona central de la calle, alcanzándole uno de los agentes, que le lanzó diversos golpes en la espalda.

«Juan Carlos alcanzó la acera de la calle y continuó su marcha, momento en el que llegó a su altura uno de los acusados, que tras empujarle y hacerle caer sobre un ciclomotor, que se encontraba estacionado en zona próxima al final de la calle, comenzó a lanzar golpes con la porra en diferentes partes de su cuerpo, lanzándole una patada hacia la zona de la cabeza, ocasionándole lesiones en la nariz y en el rostro». Un vecino grabó desde la ventana de su vivienda toda la secuencia.

En el momento en el que Juan Carlos Gironés era golpeado, llegó a su altura otro de los agentes acusados y al pasar junto a él para cruzar hacia el lado derecho de la calle le propinó otra patada en las piernas, sin causarle lesión alguna.

Durante el desarrollo de la acción policial, varias personas que se encontraban en diferentes zonas de la calle Bando de la Huerta, resultaron con lesiones a consecuencia de los golpes que los agentes de policía les propinaba con las defensas personales que portaban, pero no quedó acreditado que dichas lesiones fueran causadas por los policías. Salvo en uno de los casos en los que un manifestante fue detenido por dos de los acusados. Para reducirle, le golpearon y lo tiraron al suelo, causándole lesiones en la cara y en una mano.

Al día siguiente de los altercados, la Jefatura Superior de Policía anunció que abriría una investigación interna para analizar si pudo haber algún exceso o irregularidad en la actuación de los agentes. El informe concluyó que pudo haber ‘mala praxis’.