Shakira está viviendo un carrusel de emociones en su última visita a España. Después de triunfar en la gala de los Grammy Latinos y de dedicar el premio a sus hijos, Milan y Sasha, a los que les ha prometido «ser feliz» y «reír», este lunes tiene que acudir a los tribunales. Comienza el juicio por defraudar, presuntamente, 14,5 millones de euros a Hacienda entre 2012 y 2014 por el que la Fiscalía le pide ocho años y dos meses de prisión, además de una multa de 23,8 millones.
La Audiencia de Barcelona tiene previstas trece sesiones de juicio por las que pasarán ocho peritos y más de un centenar de testigos, entre los que figuran vecinos, trabajadores del centro de estética de la artista, médicos especialistas que hicieron el seguimiento del primer embarazo de la cantante, profesores de zumba o ‘fitness’, así como Antonio de la Rúa, expareja de la colombiana; José y David Muñoz, de Estopa; Fernando Olvera, cantante de Maná, o el chef Hideki Matsuhisa. Los testimonios buscarán aclarar el tiempo que Shakira pasó en España durante los primeros años de su relación con el exfutbolista Gerard Piqué, padre de sus dos hijos, y que no ha sido propuesto como testigo.
Así, antes de desplazarse a Sevilla para disfrutar de los premios musicales, la artista colombiana estuvo en Madrid con su equipo de abogados que trabaja a contra el reloj para alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, como hizo en su día el futbolista Lionel Messi. Algo en el que al principio de la investigación, se había negado a aceptar. En caso de pacto, Shakira tendría que reconocer los hechos y abonar una elevada cantidad de dinero. A cambio, obtendría una reducción de la pena de prisión hasta menos de dos años, con lo que, al carecer de antecedentes, no tendría que entrar en la cárcel.
«Entramado societario»
En el juicio de este lunes en Barcelona, el Ministerio Público considera que Shakira pasó en España de forma efectiva 242 días en 2012, 212 en 2013 y 243 en 2014, siempre más de los 183 días por los que, según la legislación vigente, se considera la residencia fiscal en el país, lo que obliga a tributar por toda la renta, al margen de donde se haya obtenido. La Fiscalía apunta a que, para evitar tributar en España, la artista «utilizó un entramado societario» con sede en las Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Malta, Panamá y Luxemburgo.
La defensa, por su parte, asegura tener pruebas «fehacientes» de que Shakira fue residente fiscal de Bahamas desde 2004 hasta finales de 2014, cuando se trasladó a Barcelona junto a Gerard Piqué. Más aún, la colombiana llegó a asegurar que Hacienda estaba haciendo una campaña mediática en su contra con «afán recaudatorio» y con «fines ejemplarizantes para el resto de contribuyentes españoles».
Sin embargo, este no es el único procedimiento que tiene abierto la cantante que también tendrá que rendir cuentas en el Juzgado de Instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat por defraudar presuntamente más de seis millones de euros en las declaraciones de IRPF y del Impuesto de Patrimonio en 2018 a través de un entramado societario. Un juicio que también podría verse afectado por un acuerdo con la Fiscalía, en caso de llevarse a cabo.
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Enlace de origen : Shakira se enfrenta a ocho años de prisión por fraude fiscal con la posibilidad de un pacto en ciernes
