Raciones de excelencia

Lola Díaz, que tiene 81 años y empezó a trabajar en el Hispano junto a su marido cuando aún no había cumplido los 20, recibirá la sartén dorada por el premio A Toda Una Vida, según la decisión adoptada por el jurado. «He tenido muchas satisfacciones a lo largo de los años. Sobre todo, la suerte de tener un gran compañero de viaje y la alegría de que mis hijos hayan continuado con la labor de sus padres», resume. «Y, además, continuar con éxito». Solo hay que comerse en el Hispano una de esas lubinas al hojaldre que llevan conquistando paladares muchas décadas. Lola, que es»la jefa» para todos, incluidos sus nietos, confiesa que ella es más de paletilla de cabrito, aunque no le hace ascos a un buen rape a la brasa.

El jurado también ha reconocido la excelencia en el trabajo de Frases, que obtiene el premio al Mejor Restaurante Creativo. Marco Antonio Iniesta en la cocina y María Egea en la sala, acreditados con un Sol Repsol y en la pelea por el Mejor Cocinero Revelación de Madrid Fusión, han logrado ofrecer en este pequeño y coqueto establecimiento del barrio de Santa Eulalia una deliciosa experiencia basada en «un recorrido por las recetas y los productos de la Región de Murcia», pero dando ese toque «creativo», de alta cocina, por el que se han distinguido, explican Egea e Iniesta, que no pierden de vista «el camino hacia la Estrella Michelin». Casi nada. «No trabajamos para un premio, sino para que la trascendencia del restaurante vaya más allá. Y que, algún día, alguien se acuerde de nosotros», zanjan.

Esa cocina tradicional de la Región, de toda la vida, pero sin revisiones ni virguerías innecesarias, es la que le ha valido el premio al Mejor Restaurante Tradicional a Casa Sebastián, en Jumilla. Aquí llevan casi 70 años apostando por los guisos caseros y los platos de cuchara, «y nunca hemos dado un giro al concepto aunque se nos haya pasado alguna vez por la cabeza», admite Sebastián García, que tomó el testigo de su padre hace 33 años y que reconoce el «orgullo» que le produce recibir un premio que valora «la cocina tradicional de antaño, que muchas veces se echa en falta con tantos nuevos cocineros». De hecho, en Casa Sebastián se puede elegir entre ocho platos de cuchara diferentes todos los días -desde «la ternera en salsa a los gazpachos jumillanos, pasando por la oreja de cerdo en salsa, la fabada casera o las manitas de ‘ministro’», enumera García-. Un oasis entre tanta carta de cocina moderna.

Claro, que hay cartas y cartas. Y una de esas propuestas merecedoras de reconocimiento es la de Vicente Hernández, jefe de cocina y propietario del Camarote de La Martinique, que se ha hecho con el premio al Mejor Jefe de Cocina gracias a la evolución que ha logrado en los fogones de este establecimiento puntero de La Manga del Mar Menor. Un galardón que reconoce «la elegancia y el sentido común» que priman en las elaboraciones del chef, en palabras del jurado. Para Hernández, el premio es «un buen motivo para seguir con energía» preparando platos tan deliciosos de la carta como la ensaladilla rusa con anguila ahumada, las bravas elaboradas con una milhoja de patata crujiente y ese arroz con morrillo de atún ahumado y gamba roja del que uno podría estar comiendo hasta el día del juicio final sin cansarse, por poner solo tres ejemplos de difícil elección. Platos reconocibles pero con «una vuelta de tuerca» propia.

Patrocinadores

Los Premios de la Gastronomía -en los que colabora Zambú y están patrocinados por el Ayuntamiento de Murcia, 1001 Sabores de la Región de Murcia y Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Estrella de Levante, Gil Family States, Makro, Salzillo Tea & Coffee y Keinzo- también reconocerán al Mejor Joven Talento de la Región de Murcia, que en esta ocasión ha recaído en la exquisita propuesta del restaurante Tándem. Solo ocho meses después de haberse mudado a la capital tras sus inicios en Santomera, María José Pagán y Pedro Buitrago han llevado a Tándem a la lista de imprescindibles en la capital con una propuesta innovadora que no deja atrás la raíces culinarias de esta familia.

«Nos hace mucha ilusión recibir este premio porque es un reconocimiento al trabajo que hacemos en el restaurante, pero también es un premio a los clientes que vienen todos los días a comer a nuestra casa y valoran nuestros platos», explica María José Pagán, que aún no ha cumplido los 30 años. Sí, joven y con mucho talento. Pedro Buitrago es aún más joven (27) que su pareja. Y, aunque en un principio quería ser ingeniero agrónomo, reconoce que la cocina de su abuela Carmen (que ahora se aplica y se revisa en Tándem) tiró mucho hacia el camino final. Camino correcto, por lo visto,

También se reconocerá el próximo lunes la labor de la mejor Sumiller/Jefe de Sala de la Región en la gala que se celebrará en el Auditorio Víctor Villegas. En esta ocasión, ese galardón lo recogerá Ana Sánchez, sumiller y responsable de sala del restaurante Estirpe, en Yecla. «Cuando me lo dijeron, me puse a temblar como una tonta. Y pienso en la llamada y todavía me da el tembleque, no me lo podía creer. Es muy motivador», reconoce risueña esta joven sumiller de 32 años, que empezó a trabajar en este mundo el mismo día de su vigésimo cumpleaños y que se sorprende con el primer galardón que recibe en su vida. «Me tomo muy en serio mi trabajo, y atiendo como a mí me gustaría que me atendieran. Intento que la gente pase un buen rato, pero yo sigo aprendiendo, y quiero seguir aprendiendo hasta el día que me muera». Morir bebiendo vino no es mala forma de morir, vaya por delante.

En la categoría Innovación/Sostenibilida, el jurado ha otorgado el premio al restaurante Polea, que también ha ganado predicamento en los últimos años en la capital del Segura con su propuesta de kilómetro cero y su militancia de base en la lucha contra el desperdicio de alimentos. Pepa Villa y Alberto Pardo, que estuvieron viviendo ocho años en Escocia antes de montar este coqueto establecimiento del murciano barrio del Carmen, venían con la idea de implantar el concepto de sostenibilidad a lo largo de toda la carta de platos. «El premio es una reafirmación de esa idea, de que no nos estamos desviando», asegura Alberto Pardo. Porque «¿por qué servir al cliente bacalao de Noruega o salmón de piscifactoría teniendo la costa tan cerca?». Además, en Polea tienen la máxima de que «del cerdo se aprovecha todo, pero también de casi todos los alimentos». Así, las pieles y las semillas de la calabaza que se servirá en diciembre se utilizarán para un postre, sin ir más lejos. En definitiva, «buscar el producto más cercano y darle el valor que merece». Que se lo digan a esos americanos que no han probado productos tan frescos -y tan bien tratados- en sus vidas.

Homenaje póstumo

El otro premio de la noche del lunes se entregará a la Mejor Taberna de la Región, que en este caso es para la mítica Bodegas Lloret, en La Unión, fundada en 1951 y lugar de reunión para no pocos artistas de toda clase y condición, pero sobre todo flamencos. El premio servirá también para rendir un homenaje póstumo a quien fue alma, corazón y vida del establecimiento, Jesús Segura, que falleció hace un mes. Una de sus hijas, Elena Segura, sigue echando una mano a su madre, María Ángeles Lloret, en esta catedral del tapeo «La gente no quiere que cerremos». ¿Está el relevo asegurado» «Bueno… Si es que al final es mi casa», zanja. Como para toda la parroquia de Bodegas Lloret. Enhorabuena a los premiados.