Así debes limpiar tus peines para evitar que se te ensucie el cabello

Para muchos mantener su cabello limpio es fundamental. Sin embargo, más allá de lavarlo con asiduidad, que el pelo se vea bonito depende de otros factores. Elegir adecuadamente los productos que vas a utilizar durante esta rutina o no abusar de serums o aceite que hacen que tu cabello se vea graso. Sin embargo, hay otras que algunas personas pueden pasar por alto, como, por ejemplo, la importancia del estado de los peines que se utilizan.

Hay que tener en cuenta que estos objetos se utilizan de manera diaria y en él pueden quedar algunos de los residuos que hay en el pelo como caspa o aceites. Además, es común que al tenerlos encima de los muebles de baño se llenen de polvo y de las partículas que hay en el aire. Es por ello que para tener un pelo limpio también es necesario que las herramientas que utilizas estén limpios.

Un estudio de la Universidad de Arizona afirma que los cepillos para el pelo son uno de los hogares más frecuentes para las bacterias. Se estima que se pueden llegar a acumular más de tres mil colonias de bacterias por pulgada cuadrada. Estas proceden de mechones de cabello roto y de los residuos que se forman a causa de los productos que usamos para el pelo ya que contiene una gran cantidad de células muertas de la piel, polvo y residuos de productos.

Cómo limpiar los peines

La cuenta de TikTok @infarmarte compartió con sus seguidores un vídeo en el que explica cómo un truco muy sencillo para que tus peines queden completamente limpios.

Lo primero que debes hacer es retirar los pelos que contiene el peine. A continuación llena un recipiente lo suficientemente grande para los cepillos con agua muy caliente y espolvorea por encima bicarbonato sódico. También deberás añadir un chorro de champú, no es necesario ninguno en especial con el que usas diariamente está bien.

El siguiente paso es sumergirlos en el agua y dejarlos a remojo durante una hora aproximadamente. Con el paso de los minutos verás como «la caspa, la grasa y la suciedad« que estos contienen se van desprendiendo de los peines y acaban en el fondo del recipiente.

Por último, con un objeto que quepa entre las púas, remueve los restos que han quedado en el peine. Tal y como señala esta farmacéutica «si no se limpian bien los cepillos el pelo se va a ver graso a los pocos días de haberlo lavado». Este método no es válido para peines de madera, ya que el agua puede estropear este material.

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