El barco de Teseo’, el artefacto metaliterario y analógico de J. J. Abrams que arrasa en la era digital

El barco de Teseo’, el artefacto metaliterario y analógico de J. J. Abrams que arrasa en la era digital

Parece un libro pero es otra cosa. Un artefacto metaliterario, una caja mágica plena de enigmas, misterios y laberintos que desafía las normas de la narrativa y la edición. Es ‘El barco de Teseo’ (Duomo), el invento con apariencia de libro con el que guionista, productor, director, actor, director y compositor J. J. Abrams (Nueva York, 1966) está copando las listas de ventas. Es algo único, una «gran aventura en papel» según algún crítico. Una caja de Pandora con apariencia de mecanoscrito manoseado entre cuyas páginas aparecen papeles anotados, postales, fotos, cartas manuscritas, mapas o artículos fotocopiados.

La singular obra llevaba casi una década en el mercado anglosajón. Cuando el polifacético Abrams había escalado las cimas del cine y la tele, como director en las franquicias ‘Star Trek’, ‘Star Wars’ o ‘Misión imposible’ y revolucionado el mundo de las series con ‘Perdidos’, publicó en Estados Unidos ‘El barco de Teseo’, una novela solo en apariencia que encierra otras siete novelas que se viven más que se leen y que es un canto al libro físico en la era digital y de la inteligencia artificial.

Abrams contó en su día que la mejor forma de explicar su amor por el misterio estaba en una caja que compró en una tienda de magia en su adolescencia. Sigue en una balda de su despacho. Jamás la abrió. «Hacerlo supondría renunciar a la esperanza en el prodigio», aseguró. Sabe que cuanta más luz se proyecte sobre algo y más se desvele su mecanismo, menos fascinará.

Y se propuso fascinar con ‘El barco de Teseo’, un exquisito artefacto de compleja producción y concepción, un juego de pistas con muchos caminos sembrados de enigmas que no se lee de forma tradicional, si cabe hablar de lectura. J. J. Abrams es el padre de la idea original y de su concepción, pero lo firma Doug Dorst, desconocido escritor para el lector español, profesor de escritura creativa en la Universidad De Texas-San Marcos, que trabajó bajo la supervisión de Abrams.

La caja que lo encierra es un objeto llamado ‘S’ con un precinto que al romperse libera un volumen encuadernado en tela: ‘El barco de Teseo’. Parece un libro viejo de páginas amarillentas, impreso en 1949 en Nueva York, escrito quizá en checo, firmado por un tal V. M. Straka, uno de los autores más influyentes del siglo según se asegura en el prólogo pero al que nadie conoce, y traducido al inglés con abundantes notas a pie de página por el brasileño F. X. Caldeira.

Viaje en el que perderse

Habla de un hombre atrapado en un misterioso barco con una tripulación diabólica, en lo que parece una narración de aventuras. Pero es solo una de los cerrojos que debe abrir el lector. En un viaje en el que es fácil perderse, deberá ser muy activo para desvelar enigmas, elegir rutas de lectura y hallar respuestas.

El libro objeto idAedo por J. J. Abrams con su estuche y muchos de sus sorprendentes contenidos.

El libro objeto idAedo por J. J. Abrams con su estuche y muchos de sus sorprendentes contenidos.


DUOMO

Se supone que el libro es un préstamo nunca devuelto de la biblioteca de la imaginaria Pollard State University. Lleva el sello de su biblioteca y está profusamente anotado por una estudiante y un profesor que se comunican a través de sus páginas. En las notas manuscritas en sus generosos márgenes, dejan constancia de sus sospechas y desconfianzas sobre un libro que encierra entre sus páginas cartas, fotos, postales, recortes de diarios, telegramas y un mapa dibujado en una servilleta. Todas son reproducciones facsimilares que agigantan el misterio.

El título alude a la paradoja de Plutarco, que en el siglo I se preguntó en sus ‘Vidas paralelas’ si el barco en el que regresó Teseo desde Creta con los atenienses era el mismo tras haber reemplazado sus materiales y a todos sus tripulantes a lo largo de los años. Ese milenario dilema sobre la identidad que Abrams desarrolló en la serie ‘Alias’ preguntándose, como Heráclito ante la corriente del río, si somos los mismos a lo largo del tiempo cuando cambian las células de nuestra piel y nuestros órganos. Heráclito advirtió que «no es posible bañarse dos veces en el mismo río, porque nuevas aguas corren siempre sobre ti».

Desde que apareció en 2013 ‘El barco de Teseo’ es un objeto de deseo para bibliófilos, frikis y amantes de las rarezas, además de un regalo muy demandado a pesar de su precio. Se trata de una osadía editorial de costosa elaboración que vale cada euro de los más de 45 que cuesta.

«S. quiere ser una celebración del libro como objeto físico. En este momento de correos electrónicos y mensajes de texto, y todo lo que se mueve en la nube de una manera intangible, este libro es intencionalmente tangible. Queríamos incluir cosas que realmente puedas tener en la mano», dijo J. J. Abrams en una entrevista.

Abrams lo ideó cuando en un aeropuerto cogió una novela de bolsillo abandonada. «Quién encuentre este libro, léalo, llévelo a algún lugar y déjelo para que otra persona lo encuentre» había escrito alguien. Le recordó cómo sus compañeros de universidad dejaban mensajes en los márgenes de los libros que sacaban de la biblioteca. Pensó que podía confeccionar un libro anotado. No paró hasta diseñar un artefacto asombroso y único en su especie.

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