«La situación climática es urgente»

«La situación climática es urgente»

Profesor de Energía Sostenible en el Imperial College de Londres y desde hace casi un año presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC). Su nombre es Jim Skea, nacido en Dundee (Escocia) hace siete décadas. Llega al sillón presidencial de la organización científica más importante del planeta justo en un momento donde las alertas del mundo académico suenan con más fuerza. 2023 será el año más caluroso de la historia, el planeta coquetea con la línea roja de calentamiento global pautada en París en 2015 y el impacto del cambio climático es visible en muchas regiones. Su voz ha sido una de las que se han escuchado en la apertura de la COP28 en Dubái. A través de una videollamada responde a las preguntas de este periódico.

-¿Qué espera de esta cumbre que ha comenzado en Dubái?

-Bueno, creo que se verán avances graduales en las negociaciones entre países y se hará más hincapié en los impactos y la adaptación frente al cambio climático. También se hablará mucho de pérdidas y daños, especialmente por parte de los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo. En cuanto a la mitigación, creo que las expectativas se centran más en los acuerdos parciales, por ejemplo, intentar triplicar el uso de energías renovables para 2030.

-¿Confía en este tipo de eventos para encontrar una solución al cambio climático? y son ellos la solución, esta policía, esta cumbre del clima?

-He estado en todas las convocatorias desde París en 2015. Unas avanzan a pasos agigantados como, por ejemplo, Glasgow; esta fue un gran paso adelante. La gran mayoría hacen progresos graduales, pero hay que tener en cuenta que el cambio climático es un problema colectivo de la humanidad y se necesita que 196 países se sienten juntos para hablar de ello. Podemos sentirnos frustrados por este proceso, pero es extremadamente difícil porque hay muchos intereses que han de conciliarse.

-Se habla mucho de los 1,5 grados acordados en París. ¿Teme que nos olvidemos de ello?

-No se va a olvidar a corto plazo y no se va a hacer porque todos seguimos hablando de ello. Está muy claro que cuanto más tiempo pasemos, menos probable será poder limitar el calentamiento a esa cifra. Aún es posible conseguirlo, pero se tienen que tomar medidas muy ambiciosas.

-¿Cómo pueden impactar esos dos grados en un país como España?

-Los retos para un país como España es hacer frente a una mayor sequía y desertificación. Es un riesgo de la región mediterránea a la que hay que sumar calor más extremo con temperaturas máximas que van a aumentar en cualquier época del año.

-En esta cumbre de Dubái se va a hablar mucho del balance mundial. Es hora de renovar los famosos NDC de las Partes. ¿Han servido de algo estos planes?

-La razón por la que se hace un balance global cada cinco años es para determinar hasta qué punto las NDC nos acercan a las metas del Acuerdo de París. Los países en Dubai intentarán presentar un nuevo NDC y tendría que aumentar la ambición. ¿Han servido para algo? Hemos visto algunos avances, pero no tanto en financiación y sí en adaptación. Sin embargo, el hecho es que se han dado pasos en la dirección correcta, pero no son en absoluto suficientes para permitirnos alcanzar los objetivos del Acuerdo de París en términos de reducción de emisiones y de encaminarnos hacia la limitación del calentamiento a 1,5 o incluso a dos grados. Así que es un paso en la dirección correcta, pero no lo suficiente para cumplir los objetivos de las Partes.

-¿Y es optimista con los nuevos planes?

-No tengo que hablar de optimismo o pesimismo en este momento. Escucharé con mucha atención estos días.

-En recientes intervenciones, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha sido muy beligerante con los mensajes que ha transmitido sobre el cambio climático y sus impactos. ¿Es demasiado alarmista o, quizá, es demasiado realista?

-El IPCC, por su naturaleza, utiliza un lenguaje muy comedido y mesurado. De hecho, no hacemos hincapié en la magnitud de los riesgos a los que nos enfrentamos con el cambio climático. La situación en la que nos encontramos es urgente y todos los extremos que hemos visto este verano, por ejemplo, son muy preocupantes. Pero siempre queremos equilibrar esa declaración de urgencia, para recordar a la gente que el futuro está en nuestras manos, no estamos indefensos. Tenemos las medidas y las tecnologías que nos permiten avanzar y evitar la perspectiva del cambio climático. Este es el tipo de lenguaje que utilizamos y recordamos hacer hincapié también en la capacidad de acción.

-¿Se están comunicando bien los efectos del cambio climático?

-Los informes del IPCC han tenido una enorme influencia, en particular el informe especial sobre el calentamiento global de 1,5 grados hace cinco años y creo que han cambiado el rumbo del debate público. La naturaleza está ayudando a reforzar los mensajes del IPCC, porque cosas que preveíamos que podrían ocurrir en el futuro han aparecido antes de lo nosotros mismos esperábamos.

-Hace unos meses fue elegido como presidente del IPCC. ¿Qué ha significado para usted esta elección?

-He comenzado a estar muy ocupado (risas). He recibido muchas invitaciones para dar charlas o conceder entrevistas a los medios de comunicación desde entonces. Tengo por delante el reto de iniciar el séptimo ciclo del IPCC y hay mucho trabajo por hacer tanto en términos de comunicación, como en lo que se refiere a la ciencia que tenemos que hacer.

-¿Qué retos tiene por delante durante su mandato?

-Lo primero que tengo en mente es cómo saber qué tipo de apoyo recibirá el IPCC durante el próximo ciclo y eso depende de los gobiernos. Tenemos que decidir qué tipo de informes especiales podríamos producir y, sobre todo, la agenda. También será un tema importante la inclusión, vamos a presionar para asegurarnos de que tenemos diversidad de género, de nacionales y de regiones de todo el mundo en el próximo ciclo del IPCC.

-Hablaba de gobiernos, ¿se siente escuchado por los gobernantes? ¿La comunidad científica se siente escuchada?

-Sí. Si tomas el concepto de emisiones netas cero, lo introdujimos en el informe especial sobre el calentamiento global de 1,5 grados y con eso se puso en el mapa. Ahora, en mi propio país, el Reino Unido, tenemos un departamento gubernamental llamado Seguridad Energética y Net Zero. Es decir, tenemos un departamento gubernamental que lleva el nombre de un concepto que desarrolló el IPCC. Realmente, la mayoría de los países conocen los objetivos del cero neto. Ha cambiado el lenguaje que usamos para describir el cambio climático y, además, se ha introducido un sentido de urgencia en el debate. Sí, nos sentimos escuchados, pero tenemos que seguir transmitiendo mensajes. Lo que hemos hecho hasta ahora en términos de acción todavía no es suficiente para limitar el calentamiento a estas cifras de 1,5 grados. Queda mucho por hacer.

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