Estos son los errores al ponerse el cinturón de seguridad que te pueden costar la vida

Estos son los errores al ponerse el cinturón de seguridad que te pueden costar la vida

Ana de Dios

Domingo, 3 de diciembre 2023, 17:51

Para viajar de manera segura en un vehículo es imprescindible ponerse el cinturón de seguridad. Este sistema está diseñado para amortiguar la desalaceración del coche y está hecho para estirarse, ya que sus fibras están tejidas para que pierda anchura y gane longitud, con el fin de no causar daños graves a los pasajeros en caso de accidente o de un frenazo brusco.

Según señala la Dirección General de Tráfico (DGT), sin este dispositivo en un choque a 80 km/h contra un objeto rígido los ocupantes del coche se verían lanzados hacia delante con una fuerza 80 veces superior a su peso. Además, el cinturón forma parte de un conjunto de seguridad con otros sistemas principales de retención, como los reposacabezas o airbags y si este no se utiliza adecuadamente, los otros dos no sirven para nada.

Sin embargo, también es cierto que, aunque este sistema esté abrochado, según alerta la DGT, hay ciertas situaciones en las que su eficiencia se ve reducida, un hecho que puede incluso llegar a costar la vida de los ocupantes de un vehículo.

Colocar pinzas

Hay algunos conductores y pasajeros que emplean una pinza para que el cinturón no les apriete. La utilización de este elemento cambia las condiciones y esto puede conllevar un grave problema.

La razón es sencilla: un coche pasa de ir de 50 km/h a detenerse en sólo siete décimas de segundo; pero el cinturón, por estar más holgado, hará que recorras una distancia mayor. Cuanto antes se empiece a frenar tu cuerpo, menos posibilidades habrá de que llegues a estrellarte contra el volante, el salpicadero o los asientos delanteros. Esto también se aplica a cuando alguien lleva prendas de ropa demasiado gruesas.

Poner toallas y otros complementos sobre el asiento

Colocar toallas, aislantes de bolas, riñoneras, almohadones, entre otros complementos, puede provocar el conocido como ‘efecto submarino’. Este consiste en que el cuerpo, si no está bien sujeto por el cinturón, presiona el asiento hacia abajo y llega a deslizarse por debajo de la banda abdominal del cinturón de seguridad.

Esta situación es muy peligrosa por tres razones: deja que el cuerpo continúe su movimiento hacia adelante y, por ello, aumenta el riesgo de chocar contra el volante o el salpicadero; permite que el cinturón presione sobre una parte blanda del cuerpo, lo que puede ocasionar lesiones internas graves; y que el deslizamiento del cuerpo pueda hacer que te estrelles contra la parte baja del habitáculo sufriendo graves lesiones, sobre todo en las piernas.

No abrochar los cinturones traseros

Existió la falsa creencia de que no es necesario llevar el cinturón en los asientos traseros. Desde el año 1992 es obligatorio que los pasajeros de esta fila lleven este sistema de seguridad. Los pasajeros de detrás van exactamente a la misma velocidad que los de delante y están sometidos a la misma deceleración si el coche choca o se detiene bruscamente. Es cierto que frente a los pasajeros traseros no hay masas rígidas (como el volante o el salpicadero), pero los asientos delanteros contra los que chocan no son una estructura deformable que pueda absorber la energía del impacto.

De hecho, la DGT también recomienda abrochar los cinturones traseros hasta cuando no haya nadie en esta fila y cuando el maletero cuente con equipaje. Esto se debe a que este método evitará que la carga penetre en el habitáculo en caso de choque.

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