ANPE detecta un aumento de las «falsas denuncias» de padres a docentes de la Región de Murcia

Es el caso de una profesora de Secundaria, funcionaria de carrera, que consultó al sindicato porque «varios alumnos de clase de tercero de ESO, que no trabajan nada, faltan con frecuencia, molestan continuamente, etc» la acusan de ponerles malas notas porque les tiene manía. «Me están difamando a través de las redes de contacto que tienen ellos», asegura la docente.

Durante el curso pasado, el sindicato ANPE tuvo constancia de 68 denuncias de docentes que habían recibido «falsas acusaciones» por parte de alumnos, frente a las 11 del ejercicio anterior. Es un aumento del 37,36%. A estas cifras hay que sumar otras 64 «falsas acusaciones» pero esta vez de padres a docentes, frente a las 17 de un año antes. En este caso, el incremento es del 35,16%.

El informe del Defensor del Profesor, presentado ayer por ANPE, muestra además un incremento «preocupante» en otros indicadores (aparte de las falsas denuncias) como es el caso de las acusaciones contra los docentes y actos de indisciplina.

Así, por ejemplo, en el curso 2022-2023 se denunciaron 30 actos de indisciplina de alumnos en el aula, frente a 35 del ejercicio anterior y 10 conductas agresivas (tres más). En cambio se mantuvo constante (5) el número de agresiones a docentes y no se registraron daños a la propiedad del profesorado. Sin embargo, aumentaron los casos de acoso (8 el curso pasado y uno un año antes) y han despuntado las denuncias por ciberacoso (19 en contraposición a 2 en 2021-2022).

También ha crecido el número de casos de ciberacoso de padres a profesores (12) y se han disparado las amenazas de recurrir la inspección educativa, que han crecido de 5 a 21 de un curso a otro. El único indicador que disminuye es el de la presión de las familias por las notas.

Fracaso de la Administración

Según el sindicato, estas cifras muestran que «las medidas adoptadas por la Administración Educativa no son las necesarias, ni son suficientes». Además, creen que «las actuaciones orquestadas, tanto por el Plan de Mejora de la Convivencia Escolar, como las del Observatorio Regional contra la violencia en las aulas, son insuficientes o ineficaces».

Desde ANPE aseguran que el número de casos que recoge este informe es «solo la punta del iceberg, es decir, es solo una muestra de la realidad que se vive a diario en los centros educativos».

La mayoría de las denuncias de profesores se producen en institutos, conservatorios, escuelas de idiomas, la ESO, Bachillerato, Formación Profesional y Educación de Adultos (136) frente a las 63 registradas en colegios de Infantil y Primaria. Además, por sexos, se da más entre las docentes (152) que entre ellos (47).

En todos los casos analizados, ANPE detecta que al profesor se le priva de la presunción de veracidad, prevista en la Ley de Autoridad del Docente y tiene que enfrentarse a situaciones en las que se le acusa de hechos exagerados, manipulados o sacados de contexto.

Profesora de ESO: «He sido denunciada ante la Guardia Civil por la madre de un alumno»

El sindicato ANPE ha reunido testimonios de docentes que dan una idea del nivel de conflictividad que se vive en las clases. Da fe de ello una profesora de Secundaria que aseguró haber sido denunciada ante la Guardia Civil por la madre de un alumno al que tuvo que apartar de una actividad que desarrollaban en clase por su mal comportamiento. «Aunque la denuncia fue retirada al día siguiente y la directora puso los hechos en conocimiento de la Inspección Educativa en apoyo a mi situación, no deja de preocuparme el proceder de una madre para con los que trabajan por el bien de su hijo».

Otra profesora de FP básica, funcionaria de carrera, solicitó ayuda a ANPE después de intentar separar a dos alumnos que estaban peleando en el recreo. «Uno de ellos de forma despectiva me dijo: «Mujer, no te metas». El otro alumno me propinó un fuerte empujón y me tiró al suelo».

Otra profesora de Secundaria cuenta que un alumno la insultó y la amenazó en el recreo. «Se llamó a los padres para informarles de lo sucedido y también me insultaron y amenazaron en una reunión con el tutor y jefe de estudios. Me vi obligada a denunciarlos en la Guardia Civil. Ahora tengo miedo de ir al colegio».

El Defensor del Profesor es un servicio exclusivo del sindicato ANPE, que proporciona «atención inmediata y gratuita» a los docentes víctimas de situaciones de conflictividad y violencia en las aulas. Funciona desde el año 2005 como primera medida de apoyo al profesorado y como llamada de atención sobre la violencia escolar. Es un recurso abierto a todos los docentes, operativo en todas las comunidades autónomas, así como en Ceuta y Melilla, para favorecer la atención personalizada ante la solicitud de ayuda.