Miradas y recuerdos de Carmen Martínez

Miradas y recuerdos de Carmen Martínez

Carmen Martínez Marín (Murcia, 1952) ya compartió en una plaquette publicada en 2016, ‘Caja de postales’, cómo se veía a sí misma: «Habladora de palabras. Tejedora de ideas hilvanadas. Profesora de tareas amorosas. Dibujante de esquinas en soledad. Fotógrafa de colores azules. Madre de hijos bien paridos (…)». Podría estar así hasta el infinito, porque somos siempre mucho más de lo que pensamos y de lo que nos dicen. La Fea Burguesía, editorial murciana que comandan Francisco Marín, Fernando Fernández Villa y Paco López Mengual, ha publicado este 2023 su último poemario, ‘La terraza azul’, que presentará el próximo lunes 11 de diciembre, a las 19 horas, en el Hemiciclo de Letras de la Universidad de Murcia, en compañía de Carmen Piqueras, Isabelle García Molina y Dionisia García, autora de las palabras introductorias. Destaca Dionisia García de Carmen Martínez Marín que «desde ‘La terraza azul’ su mirada abarcadora lo ve todo», y que ese «todo» es acariciado por «una suave melancolía». Este poemario fija al papel colores, sabores y olores relacionados con amaneceres y atardeceres que le acompañan desde que es consciente por las sendas de su existencia.

En el poema ‘Siempre están’, Martínez Marín desvela el esqueleto que da consistencia a su corpus poético: miradas, recuerdos, ausencias y presencias. Los jazmines que nunca han faltado en su vida, los relojes que llevan la cuenta de sus movimientos, las manos que todo lo sostienen, las imágenes que nunca se difuminan por más que pierdan su color.

«Llegarán los sabores del invierno, / al calor de los cuentos y la lumbre. / Y de nuevo será la primavera, / con la luz de los días y las flores. / Hasta aquí llegó el sol del verano. / Nos acompañará el mar en el trayecto», escribe en el poema ‘Prólogo y epílogo’. Martínez Marín reconoce a LA VERDAD que sus nietas, Mar y Lara, a las que dedica este libro, serán sus mejores testigos en ese futuro lejano que ella ya no verá. «Hablo del Mar Menor poco, pero ‘La terraza azul’ a la que me refiero está en Cabo de Palos, entre los dos mares, el Mediterráneo y el Mar Menor, y cada día veo el amanecer, y subo al faro, y por la tarde me suelo ir al Mar Menor a ver esos atardeceres únicos y espectaculares. Lloré un montón en agosto de 2021 porque vi en directo la mortandad de peces en aquel episodio de anoxia. Ver aquellos peces morir fue como ver morir a la humanidad misma. Quiero que mis nietas en el futuro reconozcan ese mismo paisaje, ese mismo horizonte que yo he dejado escrito en este libro».

Del mar de su infancia, el Mar Menor, y de Los Alcázares, donde veraneó de pequeña y donde se casó en el 77 «con un vestido blanco hippie», tiene intactas en la memoria emociones: el sabor salino, «el silencio del piélago calmo», las inundaciones de la Aurora, ecos descoloridos, y letras, muchas letras, repartidas por estancias. Su mirada adquiere el tono del membrillo o de la granada según el reflejo de cada ocaso. Sonríe con lo áspero de la vida. Y sale al encuentro de lo bello y sorpresivo. En otros libros ha dado cuenta de sus asombros: ’12 meses’, también en La Fea Burguesía, que se quedó sin presentar en 2020 por la pandemia. Y en volúmenes de haikus (sobre Murcia, sobre la huerta y, pronto, sobre el Mar Menor). ¿Por qué le gustaría ser jazmín? «Siempre hubo jazmineros en mi vida. Caían las hojas sobre mis lecturas, sobre mis cabellos… En mi boda creé yo misma el ramo y una corona de jazmín. ¡Es el aroma de mi vida!». Por mucho tiempo.

¿Y Dionisia, qué le ha despertado esta mujer, la madre de todos los poetas? «Ilusión. Generosidad. Sabiduría. Sentimiento. Intuición».

Enlace de origen : Miradas y recuerdos de Carmen Martínez