Una puñalada en el corazón, cuatro pasos y se desplomó: así fue el crimen de Halloween en Murcia

Una puñalada en el corazón, cuatro pasos y se desplomó: así fue el crimen de Halloween en Murcia

Una puñalada en el corazón, cuatro pasos y Gaspar se desplomó en mitad del bar Mamy Blue de Santa Cruz. Entre un momento y otro transcurrieron quince segundos, y cinco personas que estaban allí fueron testigos de lo que ocurrió: un hombre que estaba solo en el extremo de la barra, el más cercano a la puerta de entrada; otro varón, que estaba sentado en un taburete con su hija en la zona central del bar; un tercer cliente que salía del cuarto de baño una vez que había comenzado la pelea; la camarera del bar y Antonio (nombre ficticio), el amigo de Pedro que inició la discusión con Gaspar.

Todos ellos han prestado declaración. Sus testimonios y el vídeo de la cámara del local son claves para saber exactamente qué pasó en este crimen.

La cámara de seguridad que grabó el apuñalamiento estaba enfocando hacia la puerta de entrada. A la derecha, conforme se entra, se ubica una barra, que ocupa todo el ancho del establecimiento y a la que se accede por un espacio que hay en el extremo más alejado de la puerta de entrada. En ese fondo, que queda fuera del tiro de la cámara, es donde se encontraron Gaspar, la víctima, y Pedro, el acusado. Gaspar llegó con un amigo al local pasadas las 23 horas. Habían ido a cenar a un restaurante de la pedanía de El Esparragal y tenían pensado ir a tomar una copa a un bar de la zona del Cruce de El Raal, pero estaba cerrado, por lo que decidieron ir al Mamy Blue. Sobre las 00.05 horas el amigo se marchó, y Gaspar se quedó en el local.

Las grabaciones muestran cómo se empujan. Son las 00.13 horas. Forcejean. Pedro saca algo de un bolsillo y asesta un golpe a Gaspar

La camarera declaró que vio entrar a Gaspar acompañado de otro joven, al que no conocía, y se situaron al fondo de la barra, donde estaba Antonio. La trabajadora indicó que los vio interactuar entre ellos, hablaban y durante un tiempo no hubo discusión alguna.

Antonio declaró que tampoco conocía a Gaspar, pero estando allí se le presentó y lo vio «como una buena persona». Tras conversar un rato con él, «se puso faltón con la camarera». Manifestó que le dijo que no se metiera con ella, porque era su amiga y que Gaspar se enfadó. Le empujó y empezaron a forcejear, hasta que lo cogió por el cuello. Por su parte, la camarera explicó que oyó a Antonio decir «que me sueltes, que me sueltes», se giró y vio que Gaspar lo tenía cogido. Ella se dirigió hacia ellos y gritó que lo soltara, al igual que Pedro, que estaba allí presente.

A continuación se enzarzaron Gaspar y Pedro, «porque Pedro le pegó un empujón para que soltara a su amigo y empezaron a empujarse, dirigiéndose hacia la parte central del local», dijo la camarera. En las imágenes grabadas por la cámara se ve cómo Pedro y Gaspar van empujándose. Son las 00.13 horas. Forcejean. Pedro golpea a Gaspar. Este le responde con un manotazo. En un momento determinado, Pedro saca algo de un bolsillo y asesta un golpe.

Gaspar se queda parado, se levanta la camiseta, se mira el pecho y ve la herida sangrante. Da cuatro pasos en dirección a la barra para apoyarse, pero no llega a sostenerse y se desploma en el suelo. La camarera afirmó que no reparó en ningún arma, pero quien sí vio el cuchillo fue el testigo que estaba en la zona central de la barra con su hija. Según declaró, observó claramente cómo uno de ellos, «el que había recibido un manotazo», portaba un cuchillo en una mano.

Al ver que lo empuñaba, se marchó rápidamente de allí con su hija. Con Gaspar en el suelo desangrándose, Pedro se puso a dar vueltas por el bar, hasta que salió por la puerta. El testigo que salía del cuarto de baño afirmó que lo oyó gritar «¡vámonos, vámonos!». Una cámara en el exterior del establecimiento grabó a las 00.14 horas saliendo del local cuando Gaspar aún respiraba. Antonio fue tras él.

«Creo que lo he matado»

Pedro cogió su coche y el amigo salió tras él. Lo alcanzó parado en un semáforo. Se bajó del coche y le preguntó que qué había pasado, que si estaba loco. «Creo que lo ha matado», le contestó. Arrancó y se marchó. Mientras, en el interior del establecimiento, el cliente que estaba más próximo a la entrada fue el que llamó a Emergencias. Una patrulla de la Policía Local fue la primera que llegó al aviso, y tras identificar al supuesto agresor, lo detuvieron en su casa de La Arboleja. La Guardia Civil encontró a la mañana siguiente un cuchillo de unos 15 centímetros de hoja en las inmediaciones del bar, entre unos limoneros. El cuchillo está siendo analizado para comprobar si fue el arma que utilizó Pedro para matar a Gaspar.

El juicio por el denominado crimen de Halloween será por jurado popular, una vez que la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia ha transformado en procedimiento del tribunal del jurado las diligencia previas. La jueza ha citado a las partes, al Ministerio Fiscal, a la acusación particular y a la defensa del acusado, a una comparecencia dentro de diez días para concretar la imputación del tipo de delito, medios de pruebas que solicitan las partes y ofrecimiento de acciones a la familia de la víctima.

Manuel Martínez: «Las imágenes no dejan dudas; es un asesinato»

La acusación particular, que asumen los abogados penalistas Manuel Martínez y Sergio Robles, en representación de la madre y las dos hermanas de Gaspar, va a solicitar la pena correspondiente al delito de asesinato. Para el letrado, que traslada sus «máximas condolencias a la familia», las imágenes son claras. «En una discusión entre dos personas, una de ellas saca un cuchillo de más de 15 centímetros de hoja y le asesta una única puñalada en el corazón que le provoca la muerte en segundos. Esos son los hechos, no hay más». Martínez defiende que no existe discusión, «la única discusión es jurídica, si estamos ante un homicidio agravado o si estamos ante un asesinato. Y defendemos que es un asesinato». Para el abogado, los argumentos de la defensa del acusado «en nada rebaten las claras imágenes que constan en los autos. Gaspar no pudo defenderse y no hay lugar a dudas de que el arma empleada en el asesinato es el cuchillo que encontró la Guardia Civil y que consta en el atestado».

Pablo Martínez: «Los hechos son muy tristes, pero hay que esperar al juicio»

El abogado penalista Pablo Martínez, que ejerce la defensa de Pedro, asegura que las imágenes reflejan unos hechos que no albergan dudas, pero se debe esperar a la celebración del juicio para resolver algunas cuestiones que rodean la muerte de Gaspar. «Estamos en la fase inicial para determinar no solo lo que ocurrió, sino por qué ocurrió. Averiguar, por ejemplo, si el arma encontrada por la Guardia Civil es realmente la que empuñaba el acusado. Debe valorarse que mi cliente, hasta ese día, jamás había sido detenido. Según los testigos, no solo no inició la pelea, sino que entró en ella para ayudar a un amigo con una severa minusvalía. Además, hay que analizar qué pudo pasar en su cabeza al verse en esa pelea, recibir un golpe y cuestiones médicas previas que en breve vamos a exponer —en la próxima comparecencia judicial—. En cualquier caso jamás estaríamos ante un asesinato, es una pelea cara a cara, sería un homicidio». Obviamente, lo anterior no justifica lo que ocurrió, los hechos son muy tristes y todos lamentamos la pérdida humana, por él y por su familia, en especial por sus hijos».

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