Joselu y Ceballos certifican el pleno del Real Madrid

Joselu y Ceballos certifican el pleno del Real Madrid

El Real Madrid certificó el tercer pleno de su historia en la fase de grupos de la Liga de Campeones con otra remontada marca de la casa germinada en las botas de Rodrygo y Fran García y remachada tanto por la cabeza privilegiada de Joselu como por el oportunismo de Ceballos.

Un doblete del gallego, asistido primero por el finísimo atacante brasileño y después por el punzante lateral manchego, permitió que el equipo de Carlo Ancelotti diese la vuelta al marcador en el Olympiastadiom, donde el Union Berlin sacó rédito de la ausencia de puntería del Real Madrid en la primera parte para marcharse con ventaja al descanso gracias a un zarpazo de Volland en el descuento.

El cuadro visitante, abrumador en los primeros 45 minutos pero sin tino, volvió a montar el zafarrancho de combate a vuelta de vestuarios y encontró en la testa de Joselu el abrelatas que tanto había echado en falta. Pero el Union Berlin volvió a equilibrar la balanza por mediación de Kral, lo que alentó por unos minutos su esperanza de lograr el ansiado boleto para la Europa League.

Union Berlin

Ronnow, Juranovic (Aaronson, min. 82), Jaeckel (Becker, min. 75), Knoche, Diogo Leite, Roussillon, Haberer, Khedira (Kral, min. 75), Volland (Trimmel, min. 82), Gosens (Laidouni, min. 75) y Behrens.

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Real Madrid

Kepa, Lucas Vázquez, Nacho, Alaba (Rüdiger, min. 71), Fran García, Valverde (Kroos, min. 46), Modric, Ceballos (Nico Paz, min. 90), Bellingham, Joselu y Rodrygo (Brahim, min. 80).

  • Goles:
    1-0: min. 45+1, Volland. 1-1: min. 61, Joselu. 1-2: min. 73, Joselu. 2-2: min. 85, Kral. 2-3: min. 89, Ceballos.

  • Árbitro:
    Rade Obrenovic (Eslovenia). Amonestó a Khedira, Bellingham, Alaba y Laidouni.

  • Incidencias:
    Partido correspondiente a la sexta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, disputado en el Olympiastadion.

Mas ahí apareció de nuevo el fascinante Bellingham para asistir a Ceballos y que el sevillano pusiese a salvo el plano con un derechazo cruzado que permite al Real Madrid igualar las tres fases de grupos con 18 puntos de 18 posibles que hasta la fecha solo ostentaba el Bayern de Múnich. El dato no asegura nada, pero es un indicativo claro de que los de Ancelotti van a por todas.

A Carletto le gusta rodearse de sus centuriones incluso en aquellas escaramuzas que resultan intrascendentes para el desenlace de una guerra. Volvió a ponerlo de manifiesto en el Olympiastadion, donde alistó a Valverde, a Bellingham y a Rodrygo para un duelo en el que no había nada en juego para el Real Madrid más allá del prestigio y el estipendio que ofrece la UEFA por cada triunfo en la máxima competición continental. Solo renunció de inicio a Rüdiger y a Kroos, anfitriones en su país de nacimiento de un equipo que subió a bordo a Fran García y a Joselu, volvió a fiar las llaves de su portería a Kepa y entregó el bastón de mando a Modric en la divisoria.

Bjelica, tras formar con cuatro zagueros en sus dos primeros compromisos al frente del Union Berlin, recuperó el sistema con tres centrales que caracterizaba la propuesta de su predecesor, Urs Fischer, respaldados por dos carrileros para buscar la profundidad por los costados. Perfilado de esa forma, el conjunto germano ofreció un par de fogonazos al inicio, pero enseguida quedó a merced de un Real Madrid neutralizado por Ronnow al intermedio.

Beneficiado por la disposición conservadora del Union Berlin, el Real Madrid adoptó un espíritu autoritario y, por momentos, convirtió el Olympiastadion en escenario de un rondo. Los acereros permitían trenzar a los visitantes con desahogo en tres cuartos, pero en su área erigían un muro acumulando. La pared apenas ofrecía fisuras, hasta que Gosens cometió un error de bulto que Joselu, mucho mejor pertiguista que fusilero, no supo aprovechar para adelantar a su equipo. Diogo Leite ofreció otro regalo a renglón seguido cortando un pase con la mano, pero Modric erró desde el punto de castigo, elevando a tres el número de penas máximas que ha malogrado el Madrid en lo que va de curso. Tal vez sea hora de que pruebe fortuna desde ahí el letal Bellingham.

El Union Berlin pudo cerrar así una primera parte de máximo sometimiento por parte de su oponente esbozando una sonrisa gracias a un envío magistral de Ronnow que Volland, previo fallo de Nacho y de Alaba, recogió para descerrajar a Kepa. Así se las gasta el fútbol.

Fondo de armario

Ancelotti respondió sacando a Kroos de la reserva en detrimento de Valverde. Un cambio quizás ya previsto de antemano que dotó de mayor dinamismo al Real Madrid, abocado de nuevo a establecer un cerco sobre la portería de Ronnow. El portero teutón volvió a lucirse tras una gran volea de Lucas Vázquez desde la frontal y ejecutó después una sensacional parada de balonmano para evitar que Rodrygo pusiese las tablas rematando con la cabeza un centro excepcional de Bellingham. No pudo hacer nada, sin embargo, cuando Rodrygo sacó el periscopio desde derecha y envió al segundo palo, donde Joselu conectó un testarazo inapelable.

Equilibrada la balanza, el Real Madrid siguió pisando a fondo en busca de la remontada. El Union Berlin debía arriesgar y el Madrid no tardó en castigarlo por mediación, otra vez, de Joselu. No bajó los brazos, sin embargo, el cuadro germano, que se lanzó a pecho descubierto y volvió a poner las tablas gracias a un latigazo desde la frontal de Kral. Pero Bellingham, de nuevo, apareció al rescate y asistiendo para que Ceballos desenfundase a la tronera en una noche que reivindicó el carácter y el fondo de armario de su equipo.

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