Por qué hay más bombos en el sorteo de la Lotería del Niño

Por qué hay más bombos en el sorteo de la Lotería del Niño

Juan Pastor

Sábado, 16 de diciembre 2023, 11:48

Los sorteos de Lotería de Navidad y de Lotería del Niño están emparentados por muchos motivos. El más evidente es que ambos se celebran durante las fiestas navideñas. De hecho, se considera que el primero es el pistoletazo de salida, mientras que el segundo supone el cierre, con el día de Reyes. Asimismo, también el dinero circula entre ambos, puesto que no son pocos los que reinvierten en la Lotería del Niño el importe ganado con un premio menor o un reintegro de la Lotería de Navidad.

Curiosamente, a pesar de sus similitudes, la organización de ambos sorteos es completamente diferente y, al verlos por televisión, una mirada profana podría pensar que no tienen nada que ver. A nivel de ritmo no podrían ser más distintos: mientras que la Lotería de Navidad ocupa prácticamente toda la mañana, la Lotería del Niño queda resuelta en apenas media hora. Pero, a simple vista, la diferencia más notable está en el número de bombos. Y es que, mientras que el sorteo del 22 de diciembre se caracteriza por hacer uso de solamente dos esferas giratorias, el del día de Reyes hace uso del sistema de bombos múltiples, con cinco de ellos.

Esta peculiaridad puede chocar a los que no estén familiarizados con el reglamento. Para entenderlo hay que saber que en el sorteo de la Lotería de Navidad hay un bombo que contiene todos los números consignados, mientras que en el segundo se encuentran los premios. Durante la celebración se extrae una bola de cada uno, de modo que cada premio queda asociado a una bola con un número ganador de cinco cifras.

En la Lotería del Niño, sin embargo, se sigue un guion fijo de premios, de menor a mayor cuantía, y a continuación se extrae una cifra de cada uno de los cinco bombos habilitados. Estas cinco extracciones componen el número completo que recibe cada premio sorteado. Es decir, en lugar de sacar de un bombo una única bola con un número de cinco dígitos, se usan cinco bombos para componer, una a una, las cinco cifras de cada número agraciado.

Esta diferencia de organización permite que, a diferencia de la Lotería de Navidad, los premios de la Lotería del Niño se sorteen de forma más ágil. Tal es la velocidad de la celebración que ni siquiera hay lugar para el tradicional canto de los niños de San Ildefonso, sino que los resultados se recitan a palo seco. A su vez, esta sobriedad y dinamismo hacen que la Lotería del Niño sea un sorteo más disfrutable para los impacientes, mientras que la Lotería del Niño gusta más a los que prefieren alargar la celebración al máximo.

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